Javier era un apasionado del parkour. Su lema era: "El mundo es mi patio de juegos". Pasaba horas saltando entre tejados, deslizándose por barandillas y haciendo acrobacias imposibles. Pero no era suficiente. Quería fama, quería respeto... quería viralidad.
Un día, encontró el desafío perfecto: un salto de un edificio a otro, con una caída de veinte pisos en caso de fallo. Encendió su cámara, tomó impulso y corrió con toda su fuerza. En el último segundo, empujó con sus piernas y voló por el aire. Durante un segundo, sintió la gloria... hasta que su pie rozó el borde del edificio y perdió el equilibrio.
Los espectadores gritaron mientras caía. Pero la suerte —o la ironía— jugó a su favor: rebotó en un toldo, luego en un camión de colchones y finalmente aterrizó en un puesto de frutas. Sobrevivió con algunas fracturas y un video viral titulado: "Cuando la gravedad te recuerda quién manda".
Game Over.
Editado: 19.03.2025