Chapter 35

~ M Í A ~

Al regresar del trabajo tenía que hablar con mis padres sobre el viaje, no sabía porque me sentía con tantos nervios de hablar con ellos sobre algo que había estado planeando por mucho tiempo. Sabía que mi madre no le gustaría la idea que viajaría al otro lado del mundo yo sola, por lo que habíamos hablado los últimos meses ellos querían viajar a Londres para que yo viera a Alex, pero yo no quería estar detrás de mis padres hasta en un viaje.

—Hola hija, ¿cómo te fue en tu trabajo? —Mi padre estaba sirviendo la comida, mi madre entró con una sonrisa, tenía un libro en la mano.

—Todo bien, igual tengo algo que contarles, así que me gustaría que habláramos después de comer —Me senté en la mesa, mi madre no había dicho ni una palabra. Sabía que seguramente lo que le diría no sería de su agrado y eso me preocupaba aún más. No quería preocuparlos, ya que mi cara decía mucho—, no es nada malo, tranquilos, no tienen que preocuparse por nada… Solo me gustaría que habláramos de un par de cosas…

—Bueno, confiamos en ti Mía —Celeste me miró más relajada. Ella dejó su libro a un lado y comenzamos a comer, hablando de cosas triviales, yo de mi trabajo. Sabía que tenía que limitarme un poco en las cosas que les diría, no quería terminar discutiendo con ellos esta noche, nada me haría cambiar mis planes, ni siquiera una pelea con ellos, pero no quería que esa noche terminara de esa forma.

—Estuvo muy rico —Hablé cuando finalmente terminé de comer, había quedado satisfecha y estaba de excelente humor para comentarles lo que ahora pasaría en mi vida—, quiero comentarles lo que he estado planeando por los últimos meses… Ustedes saben que mi relación con Alex ya no es algo platónico, él y yo nos queremos muchísimo, quiero estar con él por mucho tiempo…

—Nosotros te vamos a apoyar siempre y cuando hagan las cosas bien, que ambos estén seguro que es lo que quieren —Markus había hablado con seguridad y por su esposa—, ya no eres una niña, ahora estas comenzando a vivir tu vida de adulta, te falta mucho por experimentar y creemos que vivas…

—He decidido que viajaré a Londres, es más, ya compré mi boleto de avión para dentro de tres semanas, ya arreglé las cosas en el trabajo y en la universidad también, daré mi último examen antes del viaje y solo me quedaba hablar con ustedes, tengo dinero reunido y creo que será suficiente para los días que vaya a pasar en Londres… —Hablé rápido y algo nerviosa. Vi como el rostro de mi madre se descoló.

—¿Estás segura de que quieres viajar tu sola? —Mi padre preguntó después de un rato, se habían tomado el tiempo de pensar en silencio, pero me preocupaba el hecho de que mi madre no dijera nada, se veía enojada.

—Estás loca si crees que vamos a dejarte viajar sola Mía… —Finalmente la mujer explotó alzando la voz.

—Madre… No les estoy pidiendo permiso, esto es algo que he estado planeando desde hace mucho tiempo, es algo que tengo que hacer por mi cuenta, mi relación con Alex es solo mía, es nuestra… Sé que ustedes querían acompañarme a este viaje, pero no creo que sea algo que deban hacer, al menos no en este momento… Estoy lista para salir de casa, para salir de lo que he vivido… Además, que ustedes merecen un poco de privacidad…

—Sé que eres una adulta, pero dejar tu trabajo y la universidad por ir a ver a Alexander, no creo que sea lo más responsable de tu parte —Mi madre volvió a hablar, pero más calmada.

—No voy a dejar mi trabajo, ni la universidad… Ya todo eso está arreglado mamá… —Traté de explicarle a mi madre lo que estaba pasando, pero era como hablar con una pared, no quería entender explicaciones, yo había planeado y pensando en todo.

—¿Y qué harás con el dinero? No creo que hayas reunido tanto dinero como para estar… ¿Cuánto tiempo estarás allá? ¿Tres semanas? —Asentí con la cabeza. Aunque sabía que no tendría que preocuparme por la estadía, ya que me quedaría con Alex, eso era algo que siempre lo hablamos cuando tocamos el tema de que yo estuviera en Londres con él. Y tendría que ayudarlo a pagar cosas como la comida y demás, tenía unos cuantos miles de dólares de mi trabajo y de mis ahorros, no pagaba tantas cosas más allá de un par de caprichos, era lo bueno de estar viviendo con mis padres aún—. No te va a alcanzar.

—La ayudaremos Celeste, es momento de que apoyemos a nuestra hija para que tome vuelo —Mi padre me defendió como siempre, le sonreí y tomé su mano por sobre la mesa—. Yo no veo nada de malo que hagas ese viaje, solo quiero que te cuides muchísimo y cuando regreses termines con tus obligaciones como adulto… Hemos confiado mucho en ti, queremos que el esfuerzo que has hecho durante estos años no sea en vano, ya estas por graduarte, tu salud está mejor, tu vida está tomando un camino bueno para ti… Yo no quiero que eso cambie, quiero que evoluciones para ser una mujer empoderada e independiente —Mi madre estaba callada y se veía enojada.