¿ganar o besar?

Capítulo 6


- ¿En que podemos ayudarlas, señoras lindas? - Leo, encantador y payaso, como siempre.

- Leo, compórtate. - No quería que empezara a ligar con mi abuela. Lo veía capaz.

- Querida, no te preocupes, nos encantan los cumplidos - Abuela al ataque. 

En ese momento Lucas debía estar recordando todo lo que le había dicho de mi abuela y comparándolo con la mujer que estaba hablando. Desgraciadamente, no le había dicho que cuándo quería algo la mujer cambiaba. Realmente era diabólica. 

- Nos han enseñado un vídeo de un baile vuestro.- Alguien se atragantó con algo.- Y nos hemos quedado con ganas de más. ¿Podríais decirnos vuestras actuaciones? Queríamos ir a ver una.

- ¿El vídeo que ha grabado Julia esta mañana? ¿Era para Reyna? -Leo susurraba, hablando con Lucas mientras este se reía. No le había dicho nada de lo que había hablado conmigo. 

Solté una risilla mientras miraba a las dos mujeres, estaban intentando escuchar las voces del teléfono pero por la cara que ponían no se enteraban de mucho. 

- ¿Seguís ahí? - Mi abuela se impacientaba.

Ante eso los dos se rieron.

- Sí, señora, espere un momento. - Se alejó un poco del móvil antes de volver. - Julia, es para tí. Resulta, señora, que ni los supuestos jefes saben dónde vamos. Nosotros solo pagamos las cuentas. 

Mi abuela puso mala cara ante eso. Se le estaba fastidiando el plan. 

- A ver, entre todos los presentes me habéis preguntado el planning como veinte veces ya. - Sonaba cansada, estaba arrastrando la voz.

- ¿Veinte veces? ¿Quién te ha preguntado tanto? - mi abuela nos miraba extrañada, de Estela a mí pero no intentó que le respondieran, sino que siguió escuchando. 

-Vamos a hacer un trato. - Herminia y mi abuela se miraron emocionadas mientras que los demás sonreían. Nunca podían pararlas si se lo proponían. - Si me dejáis en paz con este tema, yo me comprometo a pasar por ahí en cuánto podamos. Si un pueblo pilla cerca nos acercaremos a saludar. Eso es lo máximo que puedo ofrecer.

Al acabar la frase todo el bar aplaudió, incluso los de la casa rural. Pues sí que estaban atentos.

- Increíble, al final vamos a tener vacaciones y todo. - Se oyó una palmada por el teléfono. - Díganme señoras, ¿Tienen alguna otra pregunta para nosotros?

- Sí, ¿Estáis en el vídeo que me ha enseñado Reyna?

- No me digas que Reyna no le ha hablado de nosotros. Si últimamente nos vemos todo el rato. 

- Leo. - Lucas le paró antes de que dijera nada más. - Sí que salimos en el vídeo, dígale a Reyna que se lo enseñe otra vez y le diga quienes somos.

- Claro, querido. 

- Ha sido un placer. Tenemos que volver al trabajo. Reyna, Estela, hablamos más tarde.

- Adiós, bonico.

Hasta ahí llegó la llamada. 

Mi abuela y su amiga casi se pusieron a saltar, lo único que se lo impedía era la edad. Cuando se giraron hacia los ocupantes del bar se inclinaron, en una especie de reverencia, mientras todo el bar las aplaudía. 

Habían triunfado.

- Lo hemos conseguido Herminia. Ves como si nos ponemos nosotras al final se hace. 

-No te emociones, abuela. Han dicho que lo intentarán, no que vendrán. Si se les complica la cosa puede que ni aparezcan. 

Mi abuela me despidió con la mano, sin querer saber nada de eso, y se giró a hablar con Herminia antes de acordarse de algo.

- Por cierto, tienes que enseñarnos quiénes son esos chicos. Enséñame el vídeo y me los señalas.

Era más fácil buscar una foto de algún otro día donde salieran los dos. Me habían invitado a alguna cena en el estudio y tenía fotos de esos días así que me puse a buscarlas en el móvil.

Esta no servía, Lucas tenía la mano en mi pierna. 

En esta me estaba besando.

Lo mismo que en las anteriores. 

Cuando llegué a la cuarta encontré una aceptable. 

Estábamos todos puestos en unas mesas largas y nos habíamos tenido que juntar un poco para la foto. Leo se había sentado en frente de mí mientras que Lucas estaba a mi lado. 

Me acerqué a las dos mujeres para enseñársela. 

- El que está a mi lado, el rubio, es Lucas y el que tengo enfrente - lo señalé con el dedo - este, es Leo.

Asintieron las dos pero no les di la oportunidad de decir nada más. Me fui a la mesa de mi hermano, no quería saber lo que opinaban de mi novio. Si se ponían como con el vídeo iba a ser extraño.

- Cada día la lían más - dije mientras me sentaban, los cinco estaban esperando a que volviera. - ¿Por qué les has dejado hablar con Julia?

Estela levantó los hombros junto a las manos, preparada para defenderse.

- Me venía bien a mí también. Por lo menos hemos llegado a un acuerdo con Julia. 

- Miremos lo bueno. 

Oliver se acercó hacia mí, interesado. 

- ¿Qué era eso de un vídeo?

- Mi abuela lleva desde que me he despertado hablando de ello - Álex se unió a la conversación - me gustaría saberlo a mí también. 

Miré a Estela.

- Te toca explicarlo.

A Estela le gustaba hablar y, de esta forma, le estaba haciendo un regalo mientras yo podía pensar. En menos de una mañana habían pasado de no saber el nombre de Lucas a hablar con él por el móvil, aunque no sabían quién era. Esto iba a ser divertido. 

Paola y Sandra seguían sentadas en sus sillas. Quitado de los saludos todavía no habían hablado conmigo pero seguían atentas la conversación. 

- ... y eso es lo que ha pasado esta mañana.

- ¿Me estás diciendo que mi abuela está como una cría de quince años por culpa de un vídeo de gente bailando? - No esperó a que le respondieran para reírse. - Esto no me lo imaginaba. 

Se quedó pensativo unos segundos. 

- Oye, hermanita. ¿Nos lo enseñas? - tenía su sonrisa encantadora. Como si no lo conociera desde que nací, no podía engañarme.

De todas formas se lo enseñé, no había nada que me molestara en él.



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En el texto hay: verano, baile, amor

Editado: 21.09.2024

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