¿ganar o besar?

Capítulo 12

Cuando llegamos las plaza estaba llena de gente. Tenía todas las mesas puestas, ya montadas.

- ¡Mamá! ¡Reyna! - Alex sacudía las manos, llamando nuestra atención. - ¡Aquí!

Toda mi familia estaba situada en una de las mesas centrales. Mi abuela se había sentado presidiendo la mesa y todos los demás estaban dirigiéndose a sus sitios. Al lado de mi padre y Álex habían tres sitios libres reservados.

Mi madre se dirigió al lado de mi padre mientras que nosotras nos fuimos junto a Álex y mis primos.

- Llegáis casi tarde. ¿Qué ha pasado hermanita? ¿Se te han pegado las sábanas? Mucha fiesta veo yo.

Se apoyó en mi mientras hablaba.

Negué con la cabeza y lo aparté ligeramente.

- Llevo dos horas ayudando con las patatas. Al que se le han pegado las sábanas es a ti.

- Yo llevo aquí horas poniendo mesas. No durmiendo como tú.

Me quedé mirándolo, podía oír las risas de Estela y mis primos, intentando ocultarlas.

- ¿Sabes que te he visto salir de casa, no? No te has escondido mucho la verdad.

Eso ocasionó que dejaran de esconder la risa y mi hermano empezó a sonrojarse.

Le había pillado.

- No debes meterte con ella, Álex.

- Es verdad, nos ha aguantado demasiados años ya.

Los dos primos añadieron, dándose la razón y riéndose un poco más.

- Entonces - Estela se apoyó en la mesa para hablar- ¿Cuándo comemos?

Repartieron la comida rápidamente. El plato estaba formado por unas longanizas junto a un trozo de carne y algunas patatas. Además, desperdigados por las mesas, había una serie de platos con aceitunas y cacahuetes junto a embutido.

Íbamos a hincharnos, de eso no tenía ninguna duda.

Antes de empezar a comer le mandé una foto a Lucas de la comida.

"Mira lo que te pierdes

Ya os podríais haber quedado"

Sabía que estaban trabajando pero un poco de envidia no le hacía ningún mal a nadie.

"Guárdame un poco"

Eso me hizo reír, pero como acababa meterme comida en la boca acabé atragantándome. A mis lados la conversación paró y delante de mí empezaron a aparecer vasos de agua.

Cogí el vaso más cercano.

- Gra.. - tosí y carraspeé un poco antes de volver a intentarlo. - Gracias.

Mi voz salió susurrada y entrecortada, sin posibilidad de sonar más.

- ¿Qué te ha pasado? - Estela sonreía pícara mientras preguntaba - Casi te nos mueres en dos minutos.

Ella sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Al verme hacer la foto se había interesado y al descubrir para quién era no se había sorprendido.

- He tragado mal. - Intenté forzar un poco más la voz. - No ha pasado nada.

- ¿Estás segura? - Esta vez fue Paul. - Juraría que te estabas riendo. - ¿Alguna mensaje que nos quieras contar?

Estela no había sido la única en ver el móvil.

- No seis cotillas, no ha pasado nada. - Me giré a mis primos. - Por cierto, ¿queréis ver un vídeo interesante?

Me levanté de la mesa y me dirigí a una de las de al lado.

En ella estaban sentados Oliver y su familia. Al pasar por al lado de Herminia me dirigió una mirada, intentando averiguar si iba por voluntad propia o tenía un recado de mi abuela. Cuando vio que buscaba a Oliver se relajó.

- Oye Oliver, - me apoyé en su hombro- te lo quise preguntar el otro día. ¿Tu abuela tiene el vídeo del discurso de la mía? - Eso le hizo reír - es que me haría ilusión tenerlo.

-Dame dos minutos. - Oliver asintió antes de dirigirse a su Herminia.

Me quedé con Sandra mientras esperaba a que volviera.

Ellos no tenían problemas con Herminia.

Bueno, no tenían tantos.

Y al poder soportarse y ser una familia más pequeña que la nuestra los ponían siempre en la misma mesa.

- ¿Tantas ganas tienes de tener ese vídeo? - Sandra me sonreía.

- Voy a enmarcarlo y se lo pondré cuando quiera recordarme alguna tontería. - Reí, recordando otros momentos.- ¿Sabes cuántas veces hemos querido recordarle algo pero no teníamos pruebas?

- ¿Cómo cada vez que le preguntan por Herminia? - Enarcó unas cejas.

- Síp, algo así. Pero es por otra cosa...

En ese momento volvió Oliver.

- Lo he conseguido, pero tienes que prometerme que no se lo enviaras a mucha gente. Como se entere mi abuela me mata.

Asentí riéndome.

- Por cierto... - Rodeó mis hombros con sus brazos. - Ahora que te he dado el video, dime. ¿Cuándo vamos a seguir investigando la relación de nuestras abuelas?

- Diría más bien la falta de relación. - Me reí. No te preocupes, en breves volvemos a las andadas.

Me volví hacia mi mesa mientras sacaba el móvil del bolsillo. Lo primero que hice al sentarme fue descargar el vídeo y ponérselo a mis primos.

Llegó un punto en el que no pusimos a llorar de la risa. Esta era una vision de la abuela Virginia que ellos todavía no habían visto y sus relaciones valía la pena verlas.

Seguían riéndose mientras recogían y repartíamos los cafés.

Se me acercó Paul y me rodeó con el brazo.

- Te debo una, pero una muy grande. Creíamos que no lo íbamos a poder ver. Mamá nos había dicho que no había podido conseguir el vídeo.

- Tengo mis recursos.

- Recursos sí - se coló Álex por medio - y Herminia nunca falla.

Los tres nos reímos suavemente.

Por la esquina de mi ojo pude ver como empezaron a llegar una serie de coches, el último era el de Lucas.

Habían llegado todo el grupo ya.

Al acercarse a la plaza aminoraron el ritmo, tanto que pude diferenciar las caras de los conductores. Conocía a la mayoría pero el que me interesó fue Lucas. Se quedó mirándome todo el tiempo que pudo con las cejas arqueadas y una sonrisa divertida, fijándose en el brazo que tenía en mi hombro, no acostumbraba a pegarme tanto a la gente pero era mi familia y él lo sabía.

Le saludé con la mano mientras se alejaban.

- ¿Cuánta gente son? - Herminia gritó tanto que pude escucharla desde donde estaba.



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En el texto hay: verano, baile, amor

Editado: 21.09.2024

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