Parte 1 - Me gusta cuando ríe.

—Llegamos— Dijo mi Madre.

—Al fin— Dije mentalmente.

La Universidad es un poco más grande de lo que se veía en las fotos, estoy algo sorprendido a decir verdad.

Sinceramente tengo miedo, pero supongo que es normal, ¿a quién no le asusta el primer día de clases?. Espero que no pasen las típicas cosas que ocurren en la televisión, como el bullying y esas cosas.

El auto sigue andando hasta llegar a la entrada. Nos bajamos y caminamos hasta lo que parece ser la recepción, y mis padres empiezan a hablar con el señor que los atiende. Hay muchas personas porque es el inicio de las clases universitarias, y los nuevos estudiantes ya matriculados empezaremos clases mañana.

—Listo, vamos— Dice mi Madre, para luego empezar a caminar hasta el auto junto con mi padre, y los sigo.

Finalmente me monto en el auto y me dirijo hasta el apartamento donde voy a alojarme.

Llegamos al edificio, bajo el equipaje con ayuda de mi familia y entramos.

El edificio es promedio, no es ni muy bonito ni muy feo. Subimos al ascensor y finalmente se detiene cuando llegamos al piso que me corresponde. Caminamos hasta llegar a la puerta de mi nuevo apartamento y me detengo frente a esta.

—Hmm, es el B-12, como la vitamina— digo en mis adentros.

—¿Estás bien?— Dice mi madre sacándome de mis pensamientos, y me abraza. Que bien se siente, es algo que voy a extrañar mientras esté aquí.

—Si. Te amo— Le digo, sin dejar de abrazarla.

Mi Padre abre la puerta, me despego de mi madre y veo el apartamento. Lo primero que veo es una cocina bastante pequeña, con una mesita de comer con sólo 4 asientos, mi aparente "cuarto" en el fondo –el cual no tiene pared– y al final a la derecha lo que supongo que es un baño.

—Ni sala tiene este "apartamento", que naco– Digo en mis adentros –Pero supongo que es suficiente para vivir.

Mi familia entra dejando las maletas y ayudándome a ordenar. Pasa como una hora y finalmente está todo listo.

—Ya es hora— Dice mi Padre.

Los abrazo a los dos juntos por unos cuantos minutos, y se despegan de mi.

Veo a mi Madre con los ojos llorosos y la vuelvo a abrazar.

—No salgas con extraños, no aceptes bebidas ni alimentos de nadie, camina en lugares muy transitados, siempre trata de ir en compañía, avísale a algún amigo a dónde vas y si llegaste bien, no olvides llamarnos a diario. Te extrañaremos—Dice mi mamá justo después de despegarse de mi, con un tono serio. Como odio vivir en un país tercermundista.

Luego de esto, los acompaño hasta el exterior y finalmente se van.

¿Y ahora qué?, siempre estuve acostumbrado a vivir con mi familia, y de pronto, saber que desde ahora tendré que hacer todo por mí mismo, corriendo riesgo por el simple hecho de salir a la calle me aterra.

—Adáptate Alex, Adáptate— Me digo mentalmente.

***

Suena el despertador, me levanto y lo apago. Hmm, hoy es mi primer día ¿qué podría salir mal?. Bueno, normalmente cuando la gente dice eso todo sale mal, pero ¿quién sabe?, a lo mejor y resulta siendo un día promedio, ojalá y lo sea.

No me levanté emputado porque la emoción del primer día me lo impide, aunque me gustaría mucho no levantarme emputado los siguientes días. Procedo a vestirme y a preparar los útiles y cuadernos en mi bolso... ¡chingadamadre! No recuerdo donde puse el pingo horario.

Pasé unos cuantos minutos buscando el horario, pero finalmente lo encontré, así que mejor me apresuro para llegar a mi primera clase.

Llego a la facultad de medicina –porque esa es la carrera que decidí estudiar– y me dirijo a la entrada. Hay bastantes personas, y el edificio es algo bonito, finalmente entro y me dirijo a la clase de anatomía... ojalá supiera donde está.

Ok estoy muerto, si no me equivoco, tendré que preguntarle a alguien la ubicación de la clase, pero... me da miedo. Odio ser tímido, ¡lo odio!.

Empiezo a analizar a las personas, buscando a alguna que parezca que no sea "mala" y finalmente la encuentro, es una chica de pelo negro.

—Hola ¿Sabes donde está la clase de anatomía?— digo en voz baja.

—Eh, ¿qué dijiste? — dice la chica algo confundida. ¡Coño! ¿Por qué tengo que hablar tan bajo?. Por su tono de voz no suena perjudicial para mi salud, así que esta vez le preguntaré con calma.

—Dije que si sabes dónde está la clase de anatomía—Le respondí, esta vez mucho más calmado.

—Ah, si, vas derecho, luego cruzas a la izquierda, llegas hasta el fondo, luego cruzas a la derecha, y la segunda puerta a la izquierda es el salón de anatomía

—XD— Dije mentalmente. Wtf no entendí ni una verga que es lo que acaba de decir, supongo que el suicidio siempre es la respuesta.

—Si quieres te puedo llevar hasta el salón, yo también comienzo las clases hoy— Dijo un chico, el cual apareció detrás de mi.

—Ok— Dije en voz baja mientras volteaba hacia el. Creo que no parece malo. Cálmate Alex, cálmate. —Vamos—

—¿Cómo te llamas?— Dijo el chico, mientras caminamos hasta el salón.

—Alex, ¿y tú?— Dije, aún un poco nervioso.

—Aaron— Que nombre tan raro, parece de Estados Unidos o algo así. La verdad es que Aaron es guapo, es cabello marrón, ojos marrones oscuros y de cuerpo un poco musculoso. Me gustan las facciones de su cara.

Falta que pasen esos típicos clichés en donde el chico popular de la clase (Aaron) se enamora del chico tímido y feo (Yo) y viven felices para siempre. Pinches historias de wattpad, como si eso pasara en la vida real.

—Y... ¿de dónde eres?— Escucho que dice Aaron.

—Barinas— Dije cortante. Si llego a mostrar un rastro de mi personalidad de niño raro de seguro me van a joder a cada rato, así que mejor me cierro ante los demás, como siempre he hecho. Que contradictorio soy, primero digo que parece bueno, y ahora lo trato como si quisiera herirme, ojalá no fuese tan tímido.

—Yo soy de aquí— Oh, entonces vive aquí en Mérida —Listo, aquí es—