“Para nada ¿besar a otro hombre que no seas tú? ¡jamás, que asco!”
Esas palabras rondaban por la confundida cabeza de Baekhyun ¿A qué se refería Park Chanyeol con eso? ¿Qué estaba enamorado de él? ¿Acaso quiso decir que besarlo a él no le daba asco pero los demás hombres sí? La respuesta a la segunda pregunta era muy obvia pero Baek era bastante tonto para entender. Lo cierto era que ya habían pasado un par de semanas y el pelirrojo había cumplido su promesa, desde ese día en el que se besaron por última vez, jamás volvió a dirigirle la palabra, se había conseguido otro tutor y en clase lo ignoraba por completo, el pelinegro incluso llegó a dudar de su propia existencia sin mencionar que algo sumamente raro le estaba sucediendo porque esas ganas de hablar con Chanyeol no eran normales ¿o sí? Se suponía que quería alejarlo de su vida y cuando lo había conseguido se sintió un poco miserable, tal vez lo que le había dolido fue perder la amistad que tenían.
—Anímate, Baekhyun —le dijo su compañera de clase y posiblemente la única persona a la que podía llamar “amiga” en esos momentos.
—¿Animarme? Pero si no estoy deprimido, Yang.
Ambos se hallaban en la cafetería de la escuela, la castaña Yang sí comía, pero el pelinegro Baek, bueno, él al menos lo intentaba, últimamente no sentía ganas de nada, ni ver televisión, ni estudiar, ni comer, ni dor... dormir sí, de eso sí tenía ganas, dormir todo el día, eso sería genial.
—Vamos, niño, últimamente nada te quita el mal humor, dime, ¿te han roto el corazón? Las palabras de Yang activaron el “modo autodefensa” de Baek.
—¿Qué? ¡No! ¡No! ¿Tú qué sabes? ¿Quién te dijo? ¡No soy gay! —la reacción de su compañero sorprendió bastante a la castaña, ella jamás había mencionado algo sobre ser gay.
—Tranquilo, si no me quieres decir qué sucede está bien, ¿de acuerdo? —miró a Baekhyun con ternura mientras que él miraba en una sola dirección: la fila de la cafetería en donde Chanyeol coqueteaba descaradamente con una chica de enormes tetas.
—Suni es linda pero no creo que tengas oportunidad con ella así que mejor bájale a tus celos, tonto —bromeó Yang pero, lo que ella no sabía era que en realidad Baekhyun sólo observaba a esa tal “Suni” por las ganas de querer jalarla de los pelos y sacarla de la fila por el simple hecho de haber estado restregándole los pechos a Chanyeol.
—Yang, bésame —soltó con seguridad el de cabellos negros.
—¿Qué?
—Sólo hazlo, por favor —se giró a modo que su amiga quedara en su campo de visión.
—Pero —Baekhyun ni siquiera la dejó terminar de hablar cuando ya había presionado sus labios contra los de ella, el pelinegro soltó una mueca de desagrado al tener la sensación de estar besando a su compañera, ella no le gustaba, ¿entonces porque la había besado? Aunque él mismo se lo negara, internamente sabía que lo había hecho para darle celos al de orejas grandes pues también sabía que Chanyeol gustaba de él.
El más alto al mirar desde la fila como su Baek se besuqueaba con una chica, sintió ganas de vomitar, tenía bastante clara su sexualidad, definitivamente no era gay pero con Baekhyun era diferente, tenía los celos a florecer desde el fondo de su ser así que lo que hizo al respecto fue salir corriendo de la cafetería en dirección a los baños mientras apretaba los puños con fuerza y maldecía por lo bajo, no es que amara a Baekhyun pero sí que le gustaba y mucho, de hecho, si se era sincero, llevaba bastante tiempo así.
Había tenido que soportar simular la inexistencia del pelinegro durante aproximadamente dos semanas, se había estado esforzando mucho para no ir hacia donde Baek y robarle un beso, no sabía si aguantaría lo suficiente.
Al llegar a los servicios se encerró en uno de los cubículos y comenzó a respirar profundo para contener los celos y el coraje que sentía hacia esa muchacha que se había sentado con el pelinegro y lo había besado, de verdad que la respiración le había fallado al solo mirar como su amigo o más bien su ex—amigo intercambiaba saliva con la castaña.
—¿Chanyeol, estás ahí? —la voz de Suho, uno de sus muchos amigos (si es que se le podía llamar “amigo”) sonó del otro lado de la puerta.
—Sí, sólo necesitaba orinar —mintió en respuesta el pelirrojo.
—¿Por qué no usaste los orinales? —preguntaba el otro recargándose en la puerta del cubículo en la que se hallaba Chanyeol.
Chan abrió la puerta para encarar a su apuesto amigo de cabello rubio que lo había estado esperando en una de las mesas de la cafetería mientras él hacía la fila para el almuerzo, se olvidó por completo del chico, probablemente este se había hartado de esperarle y al no verle lo había ido a buscar.
—No lo sé, no me molestes —el orejón caminó hasta los lavabos en donde se echó un poco de agua en la cara y mientras esto sucedía el rubio llegó por detrás para rodear la cintura de Chanyeol envolviéndolo en un abrazo.
—Luces sexy cuando mientes —murmuró Suho en el oído del de cabello rojo.
—Ahora no, rubio.
—Sabes que me gustas, Chan —Suho giró a su amigo con un movimiento rápido y acercó su rostro al de él lo suficiente para que intercambiaran sus alientos.
—Tú sabes que no soy gay.