Meses habían pasado desde que los muchachos decidieron volver a ser amigos en aquella biblioteca, ambos habían manejado la situación demasiado bien, procuraban no quedarse solos muy a menudo ya que la tensión sexual que existía entre los dos se podía sentir, de todos modos eran amigos así que de vez en cuando amaban pasar tiempo en casa del otro sin que alguien los molestara, también Baekhyun asesoraba a Chanyeol, ya no era toda la semana, habían logrado conseguir que las asesorías fueran únicamente los fines de semana, otra cosa interesante era que el de orbes negros se había conseguido una sexy novia y se consideraba muy feliz con ella, además de eso nada había cambiado, seguían conviviendo con normalidad, como si ellos nunca hubieran hecho el amor, como si no se gustaran, y es que, como seguían diciendo, ninguno de los dos era gay, ¿o sí?
Un muy estresado Chanyeol se hallaba en el escritorio de su habitación intentado entender la mierda que tenía en el cuaderno, era algo de matemáticas pero realmente no tenía ni puta idea de cómo se resolvía, si el pelirrojo quería pasar la materia tenía que recurrir a su arma secreta: Baekhyun. Marcó el número de su amigo en el teléfono y esperó a que sonara, al tercer timbre la ronca voz del pelinegro se escuchó.
—Chanyeol, ¿Qué carajos quieres a estas horas de la madrugada? —le reclamó del otro lado de la línea, Baek no podía entender para qué rayos lo necesitaba su amigo a las dos de la madrugada.
—Es que... yo... matemáticas —fue su excusa.
Y es que su examen era al día siguiente, no podía esperar más.
—¿De verdad me vas hacer esto de nuevo?
—Eh, ¿sí?
—Mierda, estaré allá en diez —le dijo y con esto cortó la comunicación, diez minutos después el mensaje de Baekhyun diciéndole que estaba en la puerta de su casa llegó. Bajó a toda velocidad abrir.
—Llegaste —dijo en un susurró el pelirrojo para que sus padres no se despertaran.
—Sólo subamos —con esto ambos chicos subieron a la habitación donde el más bajito tomó asiento frente al escritorio de Chanyeol y analizó los ejercicios, el más alto se inclinó por detrás de él posando la barbilla en su hombro, sintió al contrario estremecerse.
—¿Y bien? —preguntó un curioso Yeol.
—Pues son ejercicios muy sencillos, no puedo creer que no puedas hacerlos —Baek volteó su cara de modo que la de Chan y la de él quedaron lo suficientemente cerca como para sentir el aliento del otro.
—Es que son difíciles para alguien que tiene poco intelecto.
—Yo te enseñaré —soltó con dulzura el chico de ojos negros.
—Entonces comencemos.
Pasaron aproximadamente un par de horas desde que habían comenzado a estudiar, eran casi la cuatro de la madrugada.
—Aún no me creo que no puedas entender lo que te explico —soltó Byun algo irritado.
—¡Hey! —se quejó Park—. Sí entendí algunas cosas, por ejemplo, aquí —señaló un área de su cuaderno—. Tengo que sumar y luego con mi transportador.
—¿Transportador? —bufó molesto el pelinegro—. ¡Son ecuaciones!
—¿No estábamos sacando ángulos? —el orejón se rascó la nuca, estaba nervioso.
—No, Chanyeol, no estamos sacando ángulos.
—Lo lamen…
—Ni se te ocurra, esto no tiene perdón —dramatizó el más bajo interrumpiendo al más alto.
—Como sea —Chanyeol se levantó de la silla frunciendo el ceño y recostándose en su cama, lo irritaba que fuera un completo cabeza hueca, lo irritaba que no pudiera entender la mierda esa, lo irritaba tener a Baek para el sólo y no poder besarlo, lo irritaban muchas cosas sin importancia.
—Oye, entiendo que estás frustrado —Baekhyun se sentó en el borde de la cama, cerca de donde su amigo estaba recostado—. Escucha, esto es fácil pero tienes que poner atención, sé que puedes —sin avisarle al pelirrojo, Baekhyun se inclinó y le besó la frente con ternura, Chanyeol se limitó a cerrar sus ojos y disfrutar del tacto.
—¿Te quedarás a dormir lo que resta de noche? —preguntó el mencionado mirando esos hermosos ojos negros, era increíble la capacidad que tenía para perderse en ellos.
—Sip, de todas formas no quiero llegar a casa.
—¿Por qué? tu casa es fabulosa, además vives solo, eso es genial.
—Es que... —Baek se rascó la nuca nervioso—. Lo que sucede es que Taeyeon está ahí, la dejé durmiendo —Miró con culpabilidad a su amigo sin saber porque se sentía de ese modo tan horrible, como si lo hubiera traicionado.
—Oh, Taeyeon.
Taeyeon era la hermosa, sexy, increíble, fabulosa y perfecta novia de Baekhyun, la había conocido en un restaurante en el que ella era la camarera, de pura casualidad, ese día a la preciosa chica le tocó atenderlo, resulta que Taeyeon podía ser perfecta pero eso de anotar su número de celular en la cuenta de cualquier chico que le parecía guapo no era de una “señorita”, de todas maneras había funcionado porque el de ojos negros llamó al teléfono que tenía anotado, desde la primera cita comenzaron a salir y desde ese día habían estado juntos.
—Sí.