Gay not gay [chanbaek]

17. No te vayas.

LuHan

El vodka era mi bebida alcohólica favorita a pesar de ser una de las más comunes, lo prefería antes que cualquier otra bebida y era el día perfecto para emborracharme en un bar, había regresado a China para visitar a mi familia y ver a mi amada y hermosa novia y quizá llevarla conmigo de vuelta a Corea pero al enterarse de mi empleo en un bar, simplemente me botó, ahora estaba sin dinero para regresar a la casa de mis padres porque todo lo había terminado en Vodka, maldito Vodka.

Me levanté de mi asiento —un poco aturdido por el alcohol— para ir a sentarme en una mesa con asientos acolchonados porque mi trasero dolía de las sillas de la barra. Tal vez estaba aturdido pero aún era consiente de mis actos así que cuando un muchacho chocó contra mí y me hizo tirar mi trago al piso, le grité.

—¿Qué sucede contigo, idiota? —me quejé, el muchacho se inclinó a recoger su móvil que había caído al suelo.

—Lo lamento, no me fijé, si quiere puedo comprarle otro —“Tarado” Pensé, parecía menor que yo, la diferencia se notaba sin embargo, era más alto.

—¿No deberías estar en el jardín de niños? —murmuré con enojo. El chico frunció su ceño, evidentemente molesto.

—¿Y usted no deberías estar en el asilo de ancianos?

—Estúpido —escupí y seguí mi camino a la mesa, puse mi frente contra la madera de la misma y suspiré, ¿por qué Mei tuvo que dejarme después de tres años de relación? de seguro sólo me quería por mi dinero... esa hija de puta.

—Aquí está su trago, ¿puedo sentarme? —el chico que había chocado conmigo volvió a aparecer y yo realmente quería estar solo—. Me llamo Sehun.

—¿Crees que me importa cómo te llamas? —mi mal humor era insoportable, ni yo mismo me aguantaba.

—¿Me dirá su nombre?

Levanté mi cara para mirarlo —Soy Lu Han.

—Entonces Lu Han... ¿Puedo sentarme contigo?

—Si planeas ligarme, te advierto que no estoy interesado en los chicos.

Sehun rio en alto —a mí tampoco me van los chicos, descuida.

—S—Sehun... mierda, justo así, más rápido.

Sehun me estaba dando la mejor mamada de mi vida. Ambos completamente borrachos, él me había estado pagando todo lo que quise beber para después invitarme a su departamento, lo poco que recordaba era que era cuatro años menor que yo, que no estaba estudiando porque decidió darse un descanso, que sus padres le pagan el departamento, que era coreano (aunque eso ya lo había notado por su malísima pronunciación para el chino) y que su familia vivía en china y por eso estaba ahí, también había dicho algo sobre venir de visitar a su amigo... no recordaba su nombre... ¿Era tocino?

Da igual, el punto es que terminé contándole que mi novia me había dejado y de lo pésima que era en la cama, así empezó el juego, primero quiso demostrarme que a pesar de ser más joven que yo podía besar mejor y después de eso no pudimos detenernos, ahora me la estaba chupando y jamás creí decir algo así respecto a un chico pero, se veía jodidamente sexy. Pronto dejó su trabajo y volvió a besarme.

—Voy a follarte —susurré. La verdad es que simplemente quise echarle la culpa al alcohol para justificar mi comportamiento.

Sus ojos se abrieron como platos, sonrió y de un momento a otro me giró haciéndome quedar de boca abajo sobre la cama en la que estábamos, me sorprendía porque ¿en qué momento habíamos llegado ahí? ¿qué no estábamos en la sala? se colocó sobre mi cuerpo y acarició mi cintura, mis caderas, mi trasero... un momento.

—¿Qué crees que haces, niñato?

—Shhh... —besó mi hombro.

Sentí su dedo en mi entrada y me removí, no quería las cosas así, se suponía que el mayor era yo.

—¡Basta, Sehun!

Sin responder lo metió más dentro y gemí porque era molesto, ese estúpido niño me estaba profanando la puerta de atrás.

—Relájate —metió de golpe dos dedos más y quise matarlo porque había dolido como la mierda, intenté levantarme para terminar con eso pero rápido, con su mano libre me tomó un brazo torciéndolo e inmovilizándome.

—Hijo de puta —uno de sus dedos comenzó a moverse hacía todas direcciones en mi jodido y adolorido culo.

—Esto va a gustarte.

Unos minutos más tarde dio contra un punto que me hizo enloquecer, me removí del placer y era extraño porque dolía y ahora me encantaba que doliera, sólo porque había tocado ahí.

—Ngh... Ah...

—Es aquí —volvió a acariciar

—No... ¡Ah! —me reusaba a que me gustara. No quería.

Sentí sus labios en mi cuello, chupó fuerte, queriéndome dejar un chupón. Empujó más dentro y movió más rápido sus dedos.

“Mhm, no, así no, si haces eso...”




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