Gay not gay [chanbaek]

27. Aniversario número tres.

KyungSoo

Cuando inicié en el mismo colegio que Baekhyun, no pensé que sería un cambio total a mi vida, me refería a que normalmente era un estudiante aplicado quien creía que las citas y el amor estaban sobre valorados y la verdad nunca en mi vida me fijé en alguien de esa forma sentimental, sabía que era gay porque a diferencia de otros chicos podía sentirlo, habían escasas veces en las que me entraba la locura y me imaginaba casado, debo aclarar que mi idea de una pareja para mí, no eran chicas exactamente.

La primera vez que vi a Kai fue en su clase de danza, yo estaba completamente perdido buscando otra aula y por error entré a esa, lo primero que visualicé fue a un chico rubio moviendo su cuerpo de manera sensual mientras una melodía tranquila sonaba de fondo, nuestras miradas se toparon durante una fracción de segundo y tuve un sentimiento que jamás había experimentado, de todas formas me largué de ahí en cuanto pude, a partir de ese día pensé mucho en él y me decía a mí mismo lo guapo que ese rubio era.

Después descubrí que él tomaría algunas clases conmigo, como deporte, artes y ciencias, fue ahí cuando al verlo interactuar con sus amigos me di cuenta que no sólo me parecía guapo, sino que también me gustaba. Muchas veces pensé en hablarle en las pocas clases que compartíamos, pensé en invitarlo almorzar o algo pero, lastimosamente el periodo en el que estábamos finalizó y eso terminó por separarme de él por completo y es que ahora lo cambiarían a otra aula y a otras clases, no obstante, jamás desistí del hecho de que me gustaba para novio.

Fue un lunes caluroso en el que en el almuerzo me acerqué a la mesa donde él y su grupito de amigos almorzaban, recuerdo la mirada que puso sobre mí, me miró como un cazador mira a su presa lo que me pareció demasiado raro porque hasta donde me había enterado por la boca de Baekhyun, él no tenía interés en los chicos.

Como un cobarde salí huyendo de ahí pero ya con una meta muy clara en la mente: Tener una cita con él.

Las cosas fueron un asco al principio de nuestro noviazgo, no encajábamos muy bien y reconozco que lo reprendía muy seguido, pero siempre fue porque quería ver a Kai hecho un hombre responsable y maduro, yo era su Hyung y su novio por lo que era mi deber hacerlo una mejor persona, sin embargo, lo quería por eso cuando me di cuenta que no importaba cuanto insistiera, Kai seguiría igual, no lo abandoné.

—Kyung, te quiero.

Eso era lo que escuchaba todos los días en el colegio y también cuando inicié la universidad, él jamás dejaba de decírmelo, como si quisiera que no lo olvidara, yo escasas veces le dije aquellas palabras, aunque lo sentía, mi estilo no era el romántico, la única vez que me sentí completamente fuera de mi fue cuando le entregué mi virginidad a Kai.

Todavía recordaba los besos y caricias que habíamos intercambiado, esa había sido la mejor experiencia de mi vida, aquella vez le dije todo lo que mi personalidad fría no me permitía, le dije cuanto lo amaba, le hice saber que quería ser completamente de él y de nadie más, ese día le di todo de mí confiando en su ser, confiando en que jamás iba a lastimarme, me desarmé, quité todos mis prejuicios y esas capas que resguardaban al ser cariñoso que había en mí, hice todo aquello para nada, para que me engañara con una chica y ¿quién tenía la culpa? por supuesto, el idiota de Do Kyungsoo.

Y si era sincero, ¿por qué Kai me amaría a mí? ¿por qué un mujeriego como él dejaría de serlo sólo por un chico que no tenía algo en especial? porque yo no era esa clase de chico con pensamientos profundos y frases inspiradoras, yo simplemente era Kyungsoo, un tipo más que estaba estudiando la universidad con solo una meta en la vida: Graduarse.

Y ahora estaba entre sus brazos, me sentía patéticamente protegido por el hombre que me había lastimado, ¿debía olvidarme de todo y perdonarlo? si lo hacía... probablemente era solo por mí mismo, porque no quería perderlo y me negaba a cedérselo a esa chica con quien se había acostado.

Lo escuché murmurar cosas sin sentido y lo sentí apretarme más contra él, ya quería irme a casa, pero iba a esperar a que despertara, la noche anterior habíamos estado demasiado sentimentales, por la mañana era mejor conversar bien las cosas.

Me giré para mirarlo ya que me había estado abrazando quedando mi espalda contra su pecho, con mi pulgar acaricié sus labios mientras apreciaba sus facciones, ¿por qué no lo había notado? Kai era guapísimo y jamás lo cuidé como un novio lo haría, siempre me dieron igual las miradas que otras chicas le daban, jamás me molestó cuando sus amigas lo abrazaban ni las pretendientes que seguido lo molestaban, creo que me sentía demasiado seguro respecto a él, creí que todas esas cosas no importaban, pero ahora me daba cuenta que sí, que habían importado mucho.

Abrió sus ojos lentamente y fue una de las cosas más bellas que pude apreciar en una persona.

—Buenos días, Kai.

—Despertaste primero que yo.

—No lo entiendo si fui yo quien durmió más tarde —lo dije solo para empezar el día con una conversación un tanto normal.

—Después de que te quedaste casi en coma, me quedé mirándote un rato.

“Creo que intenta ser lindo contigo o algo”

¿Qué podía decirle que fuera lindo también?

—Gracias.




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