PALABRAS CLAVES
*Amo Yoti: Hombres y mujeresque controlan los elementos, existen varias etapas (Etapas en galería)
*Butha: Composición de todos los elementos en estado líquido, su ubicación es oculta. Solo los elementos lo saben y lo hacen aparecer en el momento en que los amos yoti lo necesitan.
*TEI: Trastorno Explosivo Intermitente.

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1. LA LLAVE
Un yoti al nacer tiene el poder de crear vientos realmente sorprendentes. Los humanos los llaman huracanes. Lo son, pero tienen una mejor explicación, cada vez que un bebe de nuestra raza comienza a ser parte de este mundo y trae tanto poder, los vientos lo celebran. Estos bebes son la base inicial, están en la etapa A.B. Cuando solo manejan el aire, por lo que cuando nosotros escuchamos noticias sobre estos huracanes, corremos en rescate de los bebes. Dándole a los padres la opción de disfrutan de los cinco primeros años de sus vidas. Los amos antiguos estudiaron lo suficiente para saber que solo una gota de Butha, lograra apagar tu lado Yoti, solo que, al cumplir los cinco años, esto ya no tendrá efecto y es ahí cuando la escuela Sancrito aparece. Lo niños ya no solo manejan el aire, algunos comienzan a evolucionar y pueden controlar el aire y el agua, dos elementos. Para cuando cumplimos catorce años, llegamos a la etapa de manejar tres o cuatro elementos. Y solo solo un Amo Yoti, maneja los cinco.
Tengo diecisiete años y solo he logrado manejar tres de estos elementos, me encuentro en la etapa K.L, pocos somos los adolescentes que logramos manejar tres elementos como lo son el aire, el agua y el mas importante, el metal. Mi hermana gemela, Margot. Solo a logrado controlar el fuego y todo con ayuda de nuestro amigo Az, que como yo esta en la etapa M.N, las etapas que controlan tres elementos importantes. Todo esto de las etapas han sido un caos en la escuela, pocas personas han logrado pasar a la etapa X.Y, los que controlan los cuatro elementos. Aunque esto será otra historia.
Cada semana para nosotros empieza los martes, estudiamos hasta el sábado y esa misma noche la aprovechamos para hacer las fiestas más alocadas que podrían existir, todos los yotis que controlan el agua y el fuego, logran que el clima se altere para darnos un poco de frio o de calor, dependiendo del tipo de fiesta que deseamos. Pero, nosotros no dejamos de ser adolescentes tercos y desordenados.
Era sábado a primera hora de la mañana, el sol comenzaba a salir y Margot aun no se levantaba y lo mas probable es que no lo hiciera, había llegado a las tres de la mañana de la fiesta que los de la etapa Q.R, habían organizado. Solo había dormido tres horas y eso no seria suficiente para bajar el olor a trago que tenía.
Margot y yo solo compartíamos nuestro día de cumple años, del resto éramos totalmente opuestas. Ella era alocada, divertida, espontanea y muy abierta a relacionarse con todos, era algo que había saco de nuestra madre. Sin embargo, por mi parte, era igual que mi padre, conocía los compromisos que tenia y aunque si me divertía en ocasiones, no dejaba alejadas mis responsabilidades, mantenía una relación normal con las personas, solo confiaba en pocos, entre ellas estaba mi hermana.
Nuestra madre nos solía comparar con la noche y el día. El sol: Margot, tenia un cabello tan rubio y brillante que casi podrías verlo desde el otro lado del instituto, era activa, con energía y muchas veces encontraba lo positivo de las situaciones, en cambio yo soy lo puesto. La luna: soy castaña, casi siendo negro, soy pasiva, muy pocas veces me descontrolaba y eran los días que se podía, soy tan tranquila y al mismo tiempo negativa, mi madre me regañaba por eso siempre.
Mi padre por su parte solía ver lo bueno de sus dos hijas, decía que era la más parecida físicamente a mama, pero solo eso compartía con ella, en cambio con el compartía los mismos gustos en algunas actividades, por lo que mientras mi madre iba con Margot de compras, yo me quedaba en casa junto a papa para ver alguna película antigua. Mi madre y mi padre eran una relación rara, mi papa era calmado y soportaba a mama, porque mama es divertida e histérica y aun así todos amábamos a mamá.
— Margot — la muevo lento recibiendo solo un pequeño quejido — debemos ir a clase, si faltas...
Veo su cuerpo removerse en la cama para tapar su rostro con las sabanas.
— Diles que me enferme — resoplo profundo para no perder la paciencia — inventa algo, Free, pero no quiero ir.
Niego rápidamente para ponerme de pie tomando mis libros y mi mochila; era inútil, Margot no se pondría de pie, por lo menos no para la primera hora del día.
— Te espero en clase de historia, si no llegas, diré la verdad.
La miro levantar una mano que mueve lentamente en señal de que lo acepta, pero que me marche de una vez por todas. No iba a discutir mas con ella, solo hice lo que ella sugirió.
Al salir a el pasillo de los cuartos pude percatarme de varios chicos en la misma situación que mi hermana, parecía que acababan de llegar de una guerra, caminaban como podían y con una taza de café, algunos corrían hasta ahora a las duchas, pero otros solo dejaban de luchar contra el sueño y se encerraban en su mundo. Agradezco a todos los amos por no haberme dejado convencer de los chicos, si no, estaría igual que mi hermana o peor, no era muy buena tomando. Mi relación con el alcohol solo se basaba en cinco vasos por fiesta y aun así al día siguiente me levantaba con mareo. Mi hermana y sus amigos se reían de mi por eso.
Un brazo pesado cae sobre mis hombros acercándome a su cuerpo, el olor a perfume de hombre llega a mi nariz haciendo que por un momento me irrite y estornude.
— Diablos, Freya — suelta una risa alta — jamás podre abrazarte sin que tu sistema inmunológico se altere.