Capítulo uno

Shoreline, Washington.

Abril 9, 2019.

—¡Gabe! ¡Gabe!—sentí que me llamaban, al voltear veo a Lyla corriendo hacia mí.—Uf, menos mal y te encuentro.

Recargó su frente en el locker y suspiró, su frente estaba perlada de sudor y sus piernas temblaban ligeramente por la reciente agitación.

—Acabo de encontrarme a Milly y a Suz en el pasillo, iban hacia su clase de biología pero ya les he dicho, faltas tú.—me dice con su voz y aparta su cabello rizado de su rostro, alzo la ceja sin comprender. ¿A dónde quería llegar? Sus ojos azules se abren y me sonreí, como recordando.—¡Cierto! Bueno, probablemente pensarás que estoy loca pero ya falta poco tiempo para empezar la preparación del baile de graduación y tuve una fantástica idea. Las chicas están de acuerdo conmigo.

—Lyla, hablamos luego, ¿sí?—le dije riendo.—Si llego tarde a cálculo, probablemente repruebe de una vez por todas.

—Que va, si desde décimo grado vienes ganando sin falta, tú puedes.—me sonrió y asintió. Se limpió el rostro.—Está bien, yo también debo ir corriendo a química o la maestra me arrancará la cabeza.

Me dio un beso en la mejilla y salió corriendo, su bolso rebotando en su espalda y sus rizos danzando.

Era martes, los peores días para mí. Me tocaba cálculo en el primer y segundo periodo, luego geometría en el tercer y cuarto y en los últimos dos periodos me tocaba educación física. Sí, salía de la escuela sudada y oliendo a feo pero estaba acostumbrada. Mis amigas y yo estábamos en el equipo de natación de Bellevue.

La escuela más prestigiosa de Shoreline. Era el típico pueblo donde había la "elite" y los del sur, al estilo Riverdale pero sin las serpientes. Yo había sido criada allí, nací en Leeds pero cuando tenía dos años mi abuela materna se enfermó y tuvimos que mudarnos a Shoreline y ahí nos quedamos.

Al llegar al aula de cálculo, la maestra estaba ubicando su portátil y el proyector en su escritorio.

—Hoy veremos y aprenderemos a hacer gráficas polinómicas en la aplicación geogebra.—nos informó y acomodó el proyector.—Señorita Blakeslee, por favor, honrenos con su presencia y tome asiento.

No me odiaba, era así con todos. Tomé asiento al lado de Adrien quien me veía intentando contener la risa.

—Ni siquiera lo menciones.—le espeté rodando los ojos y él simplemente me miró y sonrió.

La maestra empezó a explicarnos y me desconecté del mundo, ignorando a Adrien que perdía el tiempo a mi lado haciendo dibujos. Saqué mi libreta de apuntes y empecé a escribir todo lo que la señora Daugherty nos explicaba en el proyector.

Luego de dos horas de tortura, la campana del almuerzo sonó. A mi lado, Adrien saltó en su lugar y corrió por la puerta.

—¡Señor Chamberlain!—exclamó la profesora indignada. Negué con la cabeza y luego de recoger mis cosas, salí del aula detrás de Rita Dawson, ex miembro de nuestro grupo.

—Gabe, ¿cómo estás?—me preguntó, dándose la vuelta. Le sonreí y me encogí de hombros.

—Bien, ¿y tú?—le pregunté siendo cortés y deteniéndome a darle un beso en la mejilla.

—Bien, supongo. Nadine está en el hospital desde ayer.—me comentó y abrí los ojos con sorpresa.—Se cayó saliendo de su casa y pues, las consecuencias fueron una fractura en la rodilla.

—¿Está en el Ausburg Shoreline Hospital?—le pregunté. Ella asintió.—¿Me podrías mandar el horario de visitas por iMessage, por favor? Quisiera irla a visitar.

Ella asintió y se alejó cuando una de sus nuevas amigas apareció. La historia con Rita y Nadine era algo complicada pero a pesar, seguíamos siendo conocidas. Fruncí el ceño al recordar que Adrien no había mencionado nada durante la clase de cálculo, le preguntaría después.

—Gabe, hoy hay junta del consejo estudiantil en el salón Lowell a las 4:00.—me informó Vincent Meadows pasando por mi lado, asentí.—Hoy hablaremos del comité de decoración, eres la presidenta, debes escoger tu fiel equipo.

Sonreí y negué con la cabeza.—Vini, ¿tienes alguna propuesta? Lyla me dijo que tenía una pero ustedes debieron formular una propuesta también.

Él asintió y me explicó su propuesta superficialmente, al llegar a mi casillero se despidió y siguió su camino.

Mi teléfono vibro en el bolsillo de mi chaqueta del equipo de natación y lo saqué.

Lyla💘 ha enviado a “The Evil Clan” (enviado a las 13:05)

¡Gabriella, ¿dónde estás?! Estamos en la cafetería, afuera, hace demasiado calor.😧

Gabie💖 ha enviado a “The Evil Clan” (enviado a las 13:06)