18. Mrs.

Cillian Krane

     Si la locura tuviera un nombre mucho mejor que el que, ahora posee sin duda, su nombre sería "Cordura".    En estos precisos momentos no me encuentro en mis cabales, de lo contrarío, nunca me hubiera atrevido a traerla a este lugar.   A mi santuario, al lugar en el cual me siento protegido y sobre todo..... tranquilo.

     Pero no, todo se volvió un caos desde el preciso momento en el cual, cruce miradas con ella.   Esa mujer que me tiene completamente embelesado con esa belleza inigualable.    

      No me importe quien es, no me importa de donde venga.

     Mis ojos se pierden en ese cuerpo sensual, mi corazón vibra ante la presencia de ella.    De nueva cuenta me siento vivo y porque no decirlo de esta formo.....  soy libre.

     Ahora, con su cuerpo sobre mi hombro me tomo el atrevimiento de acariciar con mi mano ese trasero hermoso y redondo que me tiene al borde de la locura.

     Al llegar a la habitación, con toda la delicadeza del mundo la coloco sobre la cama, aplasto su cuerpo con el mío pero sin llegar a lastimarla.    Su cercanía me hace querer morder cada parte de ella.     Noto como su cuerpo adquiere un ligero temblor, un pequeño tic en su mejilla me hace saber que esta a punto de tener algún tipo de pánico.

     Apoyo ambas manos al lado de su cabeza y, beso sus labios.    No es un beso agresivo, es mas bien, un beso en el cual quiero transmitir todo lo que me hace sentir.     

     Al retirarme, sus ojos están bien abiertos, como si no creyera lo que esta sucediendo.     Pero a los pocos segundos su mirada cambia a una un tanto desafiante.    Mi corazón se revoluciona ante ello.    Esta mujer me hace sentir tantas emociones que, si no para, me harán vivir dentro de un Hospital Psiquiatrico.    

     __Debería saber que, no me gusta lo que sucede.

     ¡Dios mío!  el sonido de su voz,  la sensualidad que desprende me hacen querer destrozar esa ropa.

     La acorralo un poco mas.

     _No deberías hablar de esa manera, no sabes lo que provocas en mi.

     Trago saliva varias veces y un gruñido de garganta sale desde lo mas profundo de mi ser.     

      Estoy a punto de perder ante ella, estoy a punto de perderme, y dejar salir a la bestia que ha estado dormida durante tanto tiempo. 

     __Me ha estado vigilando de cerca.   Lo se.

     Clavo mi mirada en ella afirmando lo que ella me dice.    

     _Claro que lo sabes

     Susurro al mismo que tiempo que,  con mi dedo índice hago un tierno recorrido desde su nuca hasta llegar a sus pechos.    Veo como su respiración se altera, pero su mirada es amenazante.    Esto es una maldita tortura.   Me gusta martirizarme de esta manera.

     __Debería quitarse de encima mío, siento que tengo a un pervertido sobre mi.

     Jadeo un tanto excitado por la forma en la cual dice esas palabras, es una fiera que sabe lo que hace y lo que dice.

     _Te haré gritar de placer cuando te haga mía.

     Debería dejar de jugar con ella pero, ya no puedo parar.   En esta posición en la cual me encuentro es fácil decir que he secuestrado a alguien pero, si ese alguien solamente se esta resistiendo un poco no puede pasar a mayores.     

     No se que mierdas me esta pasando, lo siento en todo mi cuerpo, ella, me provoca todas las  sensaciones que alguna vez sentí.

     _Señorita Quetzal Sallow, alguien tiene que enseñarle buenos modales.

     Veo como cierra sus ojos y ante eso, me aprovecho tan solo un poco mas de la situación.

     Dejo un camino de besos alrededor de su cuello, mientras lo hago, reprimo un par de gruñido, no se cuantas veces lo he hecho, ha de pesar que soy una bestia.     

     Mi agitación se vuelve errada cuando escucho como gime, en el preciso momento en el cual, beso sus senos.    A pesar de que aun conserva su ropa, lo cual ha sido completamente un sacrificio de parte mío el tener que aguantar este tipo de..... estimulación.

     __Por lo menos, deberías invitarme a cenar.

     Su voz entre cortada y jadeante por el momento me hizo retroceder unos momentos.    Por mi cabeza están cruzando varios sentimientos y, uno de ellos sin duda alguna es,  el miedo, sí, es eso.    Miedo es lo que en estos momentos estoy empezando a sentir.   Miedo a tener algo que con forme pase el tiempo, se esfume como el vapor de una cafetera.

     Siento que me estoy convirtiendo en una persona bipolar pero, no puedo evitarlo.    Ella saca todas mis emociones mas escondidas que guardo en lo mas profundo de mi ser. 

     _Habrá cena, te lo aseguro.    Pero por el momento..... mi cena eres tú corazón mío.