Nadie debe conformarse con lo poco, siempre se tiene que imaginar esa corona encima de su cabeza demostrando el valor, es lo que aprendió Fernanda luego de sucesos inefables, que le hicieron aprender que el amor no tiene por qué sonar a desesperación, que llega en silencio y luego hace ruidos de felicidad, que conoce la preocupación pero es algo normal, conoce a ese hombre que detrás de esos músculos en proceso, se esconde algún muy especial, lucha por el amor de esa mujer interesante, esa su intuición, una gran conexión, darán a correr ese amor que desenvuelven.