Granitos de amor

Capítulo IIl

Entre la mudanza y el papeleo de la universidad durante varios días, la habían agotada al extremo que solo queria descansar, era la última noche que pasaría en casa así que sigilosa camino hacia la habitación de su abuela.

-Mami, ¿Puedo dormir hoy contigo?

Doña Socorro accedió moviendo la cabeza de arriba hacia abajo, no hablo para no interrumpir su rezo. En cuanto terminó acomodo en la mesita que tenía al lado, el libro litúrgico y el rosario que le sirvieron para orar. Acarició con ternura el rostro de su nieta, moviéndose al costado de la cama la invitó a recostarse.

- Mija, ya es hora de dormir, mañana va ser un día muy cansado pues el viaje es muy largo para llegar a la capital, mi niña cuánto desearía poder viajar contigo, pero ya sabes, estoy muy vieja para estar sentada muchas horas, mi edad ya no me lo permite, así que me voy a quedar aquí orando para llegues sin novedad.

Yesica escuchaba en silencio abrazada de su abuela no pudo pronunciar palabra, la tristeza le oprimía el pecho recordando que por primera vez dejaría a su abuela por un largo tiempo alejada por varios kilómetros de ella, lo que le preocupaba en gran medida. Por muy triste que fuera estaba consciente que si no sacrificaba el tiempo con su abuela jamás podría cumplir sus propósitos. La noche se volvió tan sentimental de un momento a otro cuando doña Socorro recordó alguna anécdotas graciosas que vivieron cuando apenas Yésica era una niña, casi no pudieron pegar el ojo sino casi de madrugada...

- ¡Yesi, apresúrate que ya es tarde, muy tarde!

Grito Norma, la mejor amiga desde la infancia de Yésica, preocupada por el evidente retraso.

- ¡Ya voy! Respondió, revisando que todo estuviera en orden.

- Mami, me tengo que ir, por favor ora mucho por mi, pídele a Dios que me dé sabiduría y entendimiento para llevar a flote está carrera. ¡Te voy a extrañar mucho!

Un último abrazo de despedida, doña Socorro la apresuró mientras intentaba contener las lágrimas y no mortificar a su nieta.

De camino a la estación de buses que la llevarían a la ciudad para establecerse en el apartamento estudiantil que la universidad le brindo mientras tuviera la beca, pensaba y re pensaba que en algún punto quiso regresar, tal vez era mejor rechazar esa beca y estudiar en su pueblo. Norma la conocía muy bien, la veía muy afligida que la animó asegurándole que todo estaría bien con su abuela, le prometió que estaría siempre al cuidado de ella, al fin de cuentas para Norma, doña Socorro también fue una madre para ella y con la que siempre estaría agradecida.

- Yesi, ¡Pelea por tus sueños! Suerte.

***************

- Sebas, paso por ti en minutos, no podemos faltar al primer día de universidad, estoy preparado para ver qué tan agradables a la vista están las chicas.

Reía con picardía Rodrigo, un muchacho con fama de ser un don Juan sin remedio.

Y así fue, no tardó mucho para que llegara a la casa de Sebastián, llamara por él y juntos fueran al Villarreal.

-Estoy seguro que llegar juntos va a restarnos puntos e incluso manchar nuestra reputación.

Hablaba mientras esperaba que el tráfico se regulará un poco.

- Puedo bajarme unas cuadras antes de llegar al Villarreal para no "manchar tu reputación" galán.

-Eyyy tranquilo solo fue un mal chiste.

Contestó Rodrigo, intentando calmar el mal genio de su amigo cambio de tema repentinamente.

- Papá me regalo este auto último modelo en compensación por no haber podido convencer a mamá de quitarme el castigó y mandarme a Europa a estudiar, lo único que trata de hacer es evitar contradecir la palabra de mamá, me llena de regalos para que yo no me de cuenta que le tiene miedo a mamá, como si yo fuera un tonto. Por cierto no creí que tú madre siguiera molesta aún por haberte negado a ir al extranjero ¿Cuánto más va a durarte el castigó, cuánto tiempo más vas a estar sin auto? Ese hermoso nene lleva varios días sin ver el sol que me preocupa.

- No lo sé, no solo me castigó quitándome el auto, también canceló la suscripción del club y varios sitios que frecuento y como si su rabieta no fuera suficiente terminó por congelar todas mis tarjetas de crédito, han sido días muy duros y difíciles, aún así todo a valido la maldita pena, la satisfacción por haberle ganado por primera vez en algo a mamá no tiene precio.

Y una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro, unas palmadas a su amigo mostraban su alegría por su primera batalla ganada.

****************

La fascinación y emoción al ingresar a la universidad seguían siendo los mismos como la primera vez que estuvo ahí. El campus era tremendamente amplio y hermoso, la infraestructura moderna en conjunto con las áreas verdes le daban un aspecto agradable al sitio. Hubiera seguido mirando un rato más el lugar sino fuera porque recordó que durante las veces que estuvo ahí para arreglar su documentación estudiantil no se tomó la molestia de buscar la Facultad de Ingeniería agronómica, carrera que estudiaría para lograr sus metas. No estaba dispuesta a llegar tarde a su primer clase así que aunque con pena se acercó a un grupo de chicas que charlaban cerca de ahí para preguntar.

-¿Disculpe, la Facultad de Agronomía dónde puedo encontrarlos?

-Somos nuevo ingreso, no conocemos muy

bien el lugar.

Respondió a secas una de ellas que con un gesto arrogante la vio de pies a cabeza.

- Rita, ¿quiénes son?

Preguntó Andrea, una amiga de hace mucho tiempo.

- ¡Llegaron! Ambos son hijos de los hombres más poderosos del país, dueños de varias empresas en Latinoamérica. Rodrigo y Sebastián, nos conocemos porque estudiamos en el mismo colegio y porque nuestros padres son socios comerciales, incluído tu padre que ha tenido importantes negocios con ellos Andrea.

Yesica no pudo contener su curiosidad por conocer a este par. Chicos muy bien agraciados, de complexión esbelta, cutis y cabello perfecto, rasgos dignos de su estatus social, sin profundizar en su vestimenta, está se reducía en en una sola palabra "lujosa". Yesica regresó en sí, miró su reloj y salió de ahí en busca de su facultad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.