Capítulo lV

-Quiero tomar un poco de aire fresco antes de entrar a clases, espero por ti justo aqui.

Se excusó con Rodrigo cuando esté le cuestionó la negativa para acompañarlo a estacionar el auto, bajo de prisa del carro, mirando de un lado a otro como queriendo encontrar a alguien entre la multitud, aunque no tardó mucho para darse por vencido, agacho la cabeza decepcionado espero solo la llegada de su amigo.

Un ruido estridente se escuchó del otro lado de la calle y que lo alertó de inmediato, un terror evidente mostró su rostro palidecido, el miedo lo paralizó, su corazón latía con desenfreno hasta el punto que sus piernas flaquearan y cayera al piso mientras su mirada seguía fija en la bestia furiosa que se acercaba a él con rapidez, se cubrió con los brazos intentando protegerse de la terrible agresión que estaba a punto de sufrir.

- ¿ Estás bien?

Sebastián apenas y pudo levantar el rostro y darse cuenta que alguien se había parado justo en medio de él y de aquella bestia.

- ¡Oye precioso! No puedes ir por la calle asustando así a la gente, debes ser un buen chico.

Escuchó decirle al animal, mientras lo acariciaba con ternura, por su voz pudo deducir que se trataba de una mujer, la mujer que lo había salvado del ataque más sangriento de toda la historia, ella seguía acariciando a esa bestia que le correspondía moviendo la cola y lamiendole la la mano amistosamente. Solo era un cachorro de apenas unos meses de vida que se había escapado de las manos de su dueña que iba a clases como todo el mundo en ese lugar.

¿Estás bien, necesitas ayuda?

Volvió a preguntar Yesica luego de asegurarse que el cachorro estuviera bien, estaba de igual manera preocupada por aquel chico que hace unos minutos antes parecía haber tenido un ataque de pánico.

Sebastián respiraba con dificultad, aunque ver al animal quieto y tener a alguien cerca le estaba ayudando a disminuir los nervios alterados, cuando estuvo un poco más calmado todo fue más claro, frente a él estaba aquella chica que por una extraña razón había querido volver a ver. Avergonzado se puso de pie y sin mediar palabra huyo de ahí con gran precipitación.

¡Qué extraña actitud!, pensó dentro de si Yesica y sin darle tanta importancia tomó en los brazos al perrito y fue en busca de la dueña.

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¡SEBASTIÁN! Con que aquí estás, ¿No dijiste que esperarías por mi en la entrada de la universidad? Estaba como un tonto esperando por ti allá...

Hubiera seguido reclamandole pero le intrigo ver a su amigo que renegaba una y otra vez de algo que no podía comprender muy bien.

¿Que clase de tonto y cobarde soy? Ahhhsss ¿Cómo pude comportarme así? Y justo frente a ella. Más bien ¿a quién se le ocurre traer a esos animales tan peligrosos y porque no les han prohibido la entrada?

-¿Qué paso?

Preguntó con más curiosidad Rodrigo por saber lo que le había sucedido a su amigo en el lapso en el que él había ido a estacionar el auto en el garage de la universidad. Con mucha verguenza Sebastián le contó todo a detalle del mal rato que había pasado. Rodrigo era consciente de la fobia que había padecido su amigo desde pequeño después de un accidente que este tuvo con varios perros y que hasta la fecha no había podido superar, aún así no pudo evitar reírse de aquel hecho.

Los días posteriores al suceso fueron duros para Sebastián, era el primero en llegar y el último en salir de la universidad pues evitaba a toda costa andar por el campus, para no toparse con la chica que la había salvado, aunque por otra parte algo dentro de él exigía volver a ver a aquella chica que al parecer se habría alojado en sus pensamientos.

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- ¡ El Villarreal tiene la maravilloso costumbre y el honor de enaltecer a aquellos estudiantes sobresalientes en empeño y conocimiento, que gracias a su esfuerzo y dedicación logran notas extraordinarias, SEAN SIEMPRE NUESTRO ORGULLO CHICOS!

Para los que quieran conocer a los alumnos destacados de este semestre de cada carrera ya pueden acudir a rectoría en donde hemos posteado Nombres completos, carreras que estudian y una fotografía para que puedan reconocerlos. ¡Tengan un excelente día! -

Anunciaba en el altoparlante, con la voz chillona que la caracterizaba la secretaria del rector, el anuncio se escuchó por toda la universidad así que no tardó mucho para que varios curiosos se amotinaran en la rectoría para conocer a los sobresalientes en notas estudiantiles.

Ricardo propuso ir solo por curiosidad para conocer a los alumnos destacados, aunque estaba seguro que el nombre de ambos estaba en ese reconocimiento, aún cuando dedicaba mucho tiempo enamorando a varias chicas era muy bueno en los estudios y era todo gracias a su amigo que siempre lo obligó a sacar buenas notas y que era un genio para explicar todo lo que el no podía entender en clases, Sebastián accedió y fueron juntos a ver.

- No hay remedio, no se puede evitar, está belleza no se puede ocultar.

Presumía con soberbia Rodrigo, consciente de su atractivo físico y que gracias a este había enamorado a varias de ahí. Curioseando un poco más al resto de los destacados una cara familiar pudo ver en el resto.

- ¿Eyyy, no es esta la empleada que vimos el primer día de clases?

Señalando con el dedo mostraba la fotografía de Yesica, quien también formaba parte de los homenajeados por ser una excelente estudiante. Sebastián se acercó para ver si era verdad lo que decía Rodrigo,