Grimorium- El Despertar

Capítulo 1 " Recuerdos de otra vida "

Sevilla, España, año 1784.

Otra vez esa terrible sensación de intranquilidad volvía a rondarme en sueños, sabía que había llegado la fecha y no quería despertarme. Ojalá hubiera podido seguir durmiendo durante todo aquel día- pensé, pero no iba a tener tanta suerte.. No me quedaba otra que afrontar << El día del mártir >> un año más.

Repentinamente para cortarme el sueño de raíz, un dolor muy intenso empezó a subir por mi pierna, transportando aquella angustiosa sensación por todo mi cuerpo. Estaba, por desgracia, a punto de despertar en una terrible pesadilla..

La primera imagen que tuve de aquel día, fue la de mi hermano partiéndose de risa mientras retorcía sus mugrientos dedos dentro de lo que parecía ser una herida bastante profunda en mi muslo. 

El dolor que me estaba causando la brecha, ahogaba cualquier expresión de desesperación que pudiera salir de mi boca. Su cara, espeluznante como el abismo más oscuro, reflejaba odio, rabia y ganas de partirme en dos. Era, como si los vínculos familiares que nos unían no tuvieran cabida alguna en aquella ecuación, por el fútil hecho de no compartir ni ideales ni metas.

-Que ocurre pequeñín, te duele ? – se regocijaba de mi sufrimiento mientras seguía retorciendo sus gruesos dedos dentro de la herida.

No podía articular palabra. En ese momento, estaba completamente aterrorizado.

Cada año que se cumplía de la muerte de mi abuelo, mi hermano lo celebraba haciéndome sufrir de aquella manera << El día del mártir >> lo llamaba. Pero nunca había llegado a cortarme de esa forma. 

Siempre me pegaba puñetazos, patadas, y hasta me hacía comer cosas que ni la persona  más famélica del mundo comería, pero aquel día... se había pasado.

El origen de todo aquello? Teníamos sueños diferentes, él quería llegar a ser parte de los altos cargos del ejército y defender el país << Con sus estúpidos juramentos que se pasaban todos por la piedra sin remordimiento alguno..Malditos hipócritas >>, mientras que yo... yo solo quería ver una realidad más allá de aquellas lúgubres murallas, explorar nuevos territorios y culturas, sentir la magia del mundo que me rodeaba. Pero por desgracia, aun me quedaba mucha basura por tragar.

 La lectura, y el aprendizaje que hallé  en los libros fueron la herramienta perfecta para evadirme de todo, por lo que me pasaba el día devorando manuscritos con Celia en la biblioteca de la iglesia, aunque el precio a pagar fue caro: El cariño de mi familia, por lo que fui bautizado por mi hermano como <<desecho sin honor>> Bonito eh? uno se acostumbra con el tiempo.

–No te da vergüenza hacer sufrir así a tu propio hermano? –Le dije intentando no derramar lágrima alguna.

–Hermano? –Me agarró del cuello con mucha fuerza y rabia –Hermanos son los que viven y están dispuestos a morir por ti en el campo de batalla! Hermanos son los que luchan por defender sus tierras sin importarle su vida ! –Me soltó lanzándome contra el cabezal de la cama–Mi abuelo, murió por salvarte a ti y a todos nosotros, y tu lo único que haces es leer y leer, no tienes valor, no tienes honor, no tienes nada! Y pretendes que te llame y te trate como un hermano? –Acto seguido me escupió y se fue.

Toda mi familia pertenecía a los rangos más altos del ejército,los niños de las familias de guerra pasaban toda su infancia entrenando muy duro para defender el país, excepto yo. Mi padre había conseguido que legalmente pudiera evitar entrar en la milicia , a cambio de incorporarme a la Iglesia. Pero en fin, era la única manera de leer, y poder dedicarme al conocimiento. 

Lo peor de todo es que mi padre tuvo que suplicar como el que más para impedir que me convirtiera en soldado, ya que por desgracia él era el único en mi familia que entendía y valoraba lo que yo quería hacer, sin importarle que pudiera suponer la pérdida del respeto hacia nosotros. Algo que afectó mucho a mi hermano, de ahí las torturas constantes.

Por desgracia,vivía en un mundo en el que matar, ya fuera en nombre de Dios o tu familia, estaba justificado, de hecho es gracioso, pero matar te podía convertía en héroe. Si no hubiera asedios, ni conquistas violentas, no habría necesidad de defender nada, los que sobran son ellos, pensaba siempre.

Tras aquel despertar a manos del demonio, tenía que ir a curarme la herida cuanto antes, había una alerta por una extraña enfermedad que estaba cobrándose las vidas de varias personas, así que se nos había informado de mantenerlas lo más higiénicas posibles, y yo tenía una herida bastante grande en el muslo. Mi única esperanza era Celia, una chica de mi Iglesia con la cual comparto el mismo sueño y me devuelve las ganas de vivir que mi propio apellido borra.

El plan debía ser conseguir salir de la casa, allí alguien me llevaría a la Iglesia. Pero empezábamos bien, solo conseguí caerme al suelo, el dolor podía conmigo. Volví a sentirme un deshecho, pero esta vez, era un deshecho cargado de rabia e ira, así que desde abajo y con mucho esfuerzo me apoyé en una silla para levantarme. 




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