Gritos En Guerra

PRIMER GRITO

Aun recuerdo cuándo todo comenzó. Fue justo antes de mi décimo cumpleaños, tres días antes, el 25 de Julio para ser exactos. 

Me encontraba sentada en la mesa de la cocina de nuestra casa terminando las invitaciones para mi fiesta, mi madre había pasado gran parte la semana haciendo diversos cortes de papel en forma de mariposas, mi animal favorito. Mi padre se encontraba viendo la final de algún viejo torneo deportivo, del cual no recuerdo mucho, de vez en cuando se levantaba gritando con toda euforia por la anotación de su equipo, a lo cual mi madre simplemente rodaba los ojos. Era una tarde normal y tranquila en casa, todo estaba donde debía de estar y todos hacían lo que debían hacer. Entonces paso. 

Fue como un golpe seco, como cuando se deja caer un trozo de leña en el pórtico de la casa, sino es que más seco. Un fuerte movimiento en el suelo acompañado de una segadora luz hizo que apenas y pudiera distinguir a mi madre tomarme y meterme debajo de la mesa junto a ella. Para una niña de nueve años aquel escenario pudo haber sido atroz pero no tanto como lo que se vendría después. Los golpes, movimientos y luces duraron aproximadamente unos veinte minutos, nadie gritó y si lo hicieron, nadie lo escuchó. Los fríos brazos de mi madre dejaron de cobijarme unos minutos antes del silencio.

Aun temblando salí de debajo de la mesa dispuesta a entender qué era lo que había pasado. Mi casa era una montaña de escombros, todo lo que podía ver era color gris, partículas de polvo abrazando la luz, algunas llamas cerca de lo que solían ser la entrada y la cocina de la casa, había gran cantidad de humo en las pequeñas partes que aun tenían rastros de la segunda planta. 

Mi mirada se dirigió hacia la sala, dónde mi padre se encontraba. Algo que aun me asusta de mi misma es la frialdad con la que miré el viejo sillón, no me sorprendí de ver lo que se encontraba ahí. Fue como si una parte de mi supiera lo que pasaba, supiera que solo una persona iba a salir de esa casa, mejor dicho, de esos escombros. 

No tenía casa, mis padres no podrían abrazarme y decirme que todo estaría bien. Estaba sola. 



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En el texto hay: peleas, gobierno corrupto, gerra

Editado: 23.02.2019

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