Gruñón Particular

LO BUENO DURA POCO

CAPÍTULO IX 


Por unas semanas entre Alejandro y yo todo es fantástico somos muy unidos y cada que podemos compartimos nuestras caricias, nuestros cuerpos se vuelven uno y disfrutamos al máximo esos momentos, pese a todo el movimiento que hacemos mi pierna sigue mejorando según me informa mi terapeuta, ya tengo un poco de flexibilidad y movilidad por ello según en unas semanas más seré la misma de antes,  hablando de mi terapeuta déjenme decirles que con Samuel la cosa a cambiado, Alejandro le ha insinuado que existe algo entre nosotros y desde ese momento la coquetería entre nosotros ha desaparecido solo tenemos un trato cordial de amigos y es tan así nuestra relación que en varias ocasiones hemos salido a comer juntos, de ves en cuando vienen Daniela o Vanesa para acompañarme en las terapias y siempre que puedo les agradesco el apoyo invitándolas a comer. Mis padres después del pequeño problema en la empresa regresan a los pocos días de haberse  ido, ellos dicen que no pueden estar muy lejos de mi sabiendo mis condiciones por eso han dejado a Pablo en Baja California a cargo de los hoteles, de hecho Pablo me ha pedido que me vaya con ellos  por un tiempo en lo que mejoró, pero con la relación que tengo con Alejandro me resulta imposible, es más vamos tan en serio en nuestro vínculo que toda mi familia y hasta la de Alejandro  saben que estamos en una relación y lo cierto es que estamos muy contentos y somos felices, nunca pensé que un ogro tán guapo me pudiera hacer sentir plena y feliz. 
Joaquín y Marta por su parte aún no concretan nada, siguen evitándose y solo se hablan lo necesario, no he tenido la oportunidad de hacer que platiquen más, pero como me prometí algún día lo lograre, solo espero que no sea demasiado tarde y ya no pueda hacer nada.
Pero como todo lo bonito y feliz tiene que acabar en algún momento, mi felicidad llega a su fin gracias a Alejandro. 
Déjenme les cuento antes de que me juzguen.
Unas semanas antes de que las terapias terminaran, cuando todo es aún felicidad Alejandro me informa que tiene que realizar un viaje a Estados Unidos por unos días y que me dejara sola por ese período de tiempo por un problema que tuvo con un proveedor de maíz de ese país  (pero no se crean no es por eso mi enojo con él, aunque decir que estoy enojada es poco, estoy furiosa, despechada, dolida, humillada y no lo quiero volver a ver en mi vida aunque mi corazón se parta de dolor)  que le quedo mal en la entrega del producto, yo como buena novia lo dejo ir diciéndole que estoy bien y que aunque me hará falta, tengo quien se quede conmigo en su ausencia. Lo acompañe al aeropuerto para despedirnos como típica idiota enamorada y al igual que con mis padres le asegure que todo estaría bien en su ausencia que podría realizar su viaje sin ningún problema. Qué estupida fui en verdad.
-Claro Alex ve con cuidado y no te preocupes que yo me quedo bien acompañada solo te pido que procures no tardar mucho por qué te extrañare un poquito.
-Gracias cariño, te agradesco tu comprensión y te prometo que no tardaré, tratare de solucionar todo lo más pronto posible aunque eso de extrañarme poco no me gusto eh...
-Mucho te extrañare mucho no te has ido y ya te extra... Bueno no pienso sonar tan cursi solo recuerda que te quiero y te necesito para estar bien... Bueno, bueno creo que es hora de que te vayas porque ya estoy medió melancólica guapo y lo último que quiero es que me veas llorar -mi voz ya era un poco entrecortada por la tristeza de su partida.
-Descuida todo estará bien, en cuanto llegue te marco para que sepas que aterrice con bien, te marcare todos los días -se escucha el llamado del vuelo de Alejandro y es ahí cuando mi felicidad termina.
-Guapo creo que es tu vuelo anda no pierdas más tiempo no queremos que te deje el avión.
-Creo que mi hija tiene razón Alejandro y despreocúpate que nosotros nos encargaremos de Reichell.
-Gracias suegro -sonaba tan bien esa palabra saliendo de sus labios, pero como dije sonaba- se lo agradesco y de nuevo les pido una disculpa pero este problema   llevo un tiempo aplazandolo y justo ahora me resulta imposible darle más largas, cariño como te dije te extrañare procura contestar mis llamadas por favor o me volverás loco igual tú me puedes llamar cuando quieras no repares en las horas o si tengo trabajo siempre estaré disponible.
-Que conste que me estás diciendo esto y ten por seguro que te tomaré la palabra, así que pobre de ti que no contestes ogro por qué me enojaras mucho.
-Ya deja de decir locuras, marca cuando quieras no te preocupes -nos damos un beso largo y apasionado el último como novios para ser más exacta y déjenme les digo que así lo sentí cuando me beso pero no quise pensar mal, claro era una tonta enamorada en esos   momentos- suegro nos vemos en unos días si dios quiere, cariño te portas bien y has todo lo que Samuel diga porque ya quiero salir de fiesta contigo.
-Si, no lo dudes y Alex... Por favor cuídate que yo igual quiero que bailemos hasta que nos cansemos.
-Jaja hecho, es una promesa - y nos abrazamos y besamos pero solo un pequeño rose de labios y sin más despedidas se  sube al avión llevandose una parte de mi corazón y alma con él, porque aunque suene un poco dramático lo verdad es que cuando Alejandro sube al avión, lo acompaña toda mi alegría y amor, pero a diferencia de él esos sentimientos no saben cuándo regresarán y a como me encuentro ahora no creo que sea pronto.
Mi papa y yo regresamos a casa yo regrese un poco triste por su partida pero también alegre y positiva porque esperaba que su viaje no duraría tanto aunque pues igual no duró tanto, solo el tiempo necesario. Esa noche (la de la despedida) hablamos por teléfono sobre cómo estuvo su viaje y me comenta que cuando bajó del avión vio en una de las tiendas de souvenir algo que le recordó mi forma de ser y según él me dijo que lo compro de inmediato, después de platicar un rato terminamos la llamada no sin antes prometerle que lo llamaría  al día siguiente apenas me despertara, recuerdo que en esos momentos no quería cortar la llamada pero al recordar que el tendría reunión de negocios al día siguiente, fui yo quien debió darle fin. A la mañana siguiente como bien prometí le llame  para hablar de nuevo con él  pero en esta ocasión la platica duró poco tiempo porque al escuchar una voz que lo apresuraba para la junta entendí que estaba por salir y que la diferencia horaria nos estaba afectando un poco, por eso prometimos hablar más calmados en la noche cuando todo estuviera terminado y nosotros libres. Pero esa llamada fue la que me hizo abrir los ojos y despertar del sueño llamado Alejandro Tornel, despertar a una realidad llena de dolor y decepción, porque cuando le marque para hablar con él, mi sorpresa fue grande cuando en lugar de que el contestara su teléfono lo contesto una mujer la misma que lo había apresurado en la mañana cuando le marque para saludar.
-¿Diga?
-Disculpe señorita creo que me equivoque al marcar es que quiero hablar con el señor Alejandro Tornel.
-No señora no se equivocó este es el número de Alejandro espéreme un momento ahorita lo llamó.
-Gracias señorita espero en la línea -estuve durante unos minutos que para mí más bien fueron una eternidad en la línea oyendo solo el sonido de dos personas dándose beso pero simplemente no creí nada malo al menos hasta ese momento.
-Ya tranquila dejame respirar...-sonó cuando las bocas de esas dos personas se separaron- te llaman, toma contesta creo que es una chica no le pregunte su nombre solo me dijo que quiere hablar contigo.
-Oye ya te dije que aunque estemos juntos no debes contestar mis llamadas porque me puedes meter en un problema grave. 
-Bueno ya, perdón contesta -luego de un pequeño silencio volvió a hablar esa mujer - aléjate...ya no quiero que me beses ya me enoje también contigo.
-Alejandro Tornel ¿quién habla? -y después de escuchar como ese imbecil se besaba con aquella misteriosa mujer me bloquee por un momento en lo que mi cerebro procesaba lo que estaba sucediendo entre él y ella o mejor dicho lo que había sucedido entre ellos dos durante la tarde 
- Hola ¿sigue alguien en la línea?
-No quiero que me vuelvas a hablar en tu vida miserable de mierda olvídate que existo y ojalá la pases bien con esa mujer porque yo pienso hacer los mismo.
-¿Reichell?,  ¿cariño, eres tú? -y sin esperar otra humillación más de su parte le corte la llamada.




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