Capítulo 31

Ya han pasado dos semanas desde la muerte de mi abuela, dos semanas en las cuales mi dolor se convirtió en tristeza y mi tristeza en ira. Mi enojo se convirtió en odio y olvidé cómo sonreír, estos sentimientos son tan fuertes y dañinos que me aprisionan el corazón y no me dejan respirar. La pérdida de un ser querido es el dolor más fuerte que puede experimentar una persona y muy pocos pueden sobrellevarlo, ese vacío que sientes es tan grande que crees que es imposible de llenar. Mi cabeza juega constantemente con mi cordura haciéndome recordar momentos vividos con mi abuela y no solo los mas recientes si no recuerdos de cuando era pequeña y el abuela max estaba con nosotras, en ocasiones la veo, veo su sonrisa y escucho su voz llamando a comer o regañandome por mi desorden; y no puedo contener las lágrimas al despertar y ser consciente de que todo fue un sueño, todo fue producto de mi imaginación que busca una despedida que nunca tuvo lugar.

El enterarme que mientras trabajaba con la cura se infectó con el virus y estuvo semanas así, fue un golpe duro a mi corazón, mi abuela estuvo las semanas antes de su muerte sufriendo y no le dijo a nadie. Estuvo sus últimos días de vida sola y sufriendo, solo para proteger a su familia, este hecho me hizo sentir estúpida por no haberlo notado antes y haber hecho algo para ayudarla, ni siquiera recuerdo la última vez que hable con ella antes del día de la pelea lo que me hace sentir  aún peor, porque los último recuerdos de ella viva fueron casi inexistentes. No puedo evitar pensar en si yo me siento  desfallecer como se sentirán los demás , pues ellos compartieron mucho más que yo con la abuela especialmente quien Vic quien por cierto hace días que ha desaparecido, a  pesar de esto siento que de alguna forma este dolor nos unió más como familia y fue un poco de consuelo para nuestras almas.

Durante su funeral la casa estaba atestada de personas queriendo darle un último adiós a la abuela, este fue un hecho que me llenó de orgullo y tristeza a la vez, pues todas esas personas a lo largo de la ceremonia mostraron sus respetos y admiración por quien fue mi abuela, ella de alguna u otra forma fue un rayo de luz para las personas que estaban ahí, muchos contaron historias de cómo la conocieron y como ella dejó huellas positivas en sus vidas.. El ser consciente de todo esto y recordar que para mi abuela la familia no era algo importante sino que lo era todo, tome dos decisiones importantes que le darían un nuevo rumbo a mi vida.

La primera fue perdonar a mis padres y comenzar desde cero como ella me había aconsejado, aunque me duela decirlo su muerte sirvió para que mis padres se dieran cuenta de que un día estamos y al otro no, por lo que la vida hay que vivirla y ser feliz junto a nuestros seres queridos, porque no sabemos cuando no estarán. Al día siguiente de su funeral mis padres llegaron a la casa y solamente de verme corrieron hacia mí y los 3 nos fundimos en una abrazo como hace mucho no nos dábamos, nos pedimos perdón y compartidos lindos momentos juntos mientras nos poníamos al día.

La segunda decisión fue un poco más difícil de tomar y más tomando en cuenta que me había reconciliado con mis padres, pero esto era lo que la abuela hubiera querido. Cuando llegó la hora de partir me despedí de mis padres sintiendo como más de mis seres queridos se alejaban de mí, pese a que ellos no sabían las verdaderas razones por las que me quedaba, fueron muy comprensivos y con el dolor de su corazón me dejaron aquí, pero lo hicieron bajo  la condición de que los llamara  todos los días y que los visitara por lo menos una vez por mes. Esta noticia alegró mucho a todos, especialmente a Leo quien era el que más se negaba a que me fuera.

En cuanto a los cazadores tras la batalla, los que murieron fueron enterrados por las hadas, los sobrevivientes fueron entregados a las autoridades pues la mayoría eran criminales contratados por Zixuān,  los demás pertenecían a familias que le servían a la dinastía de los Chen por lo que estos estaban igual de obsesionados por capturar a las hadas, estos últimos corrieron peor suerte y fueron encerrados en manicomios por estar delirando sobre hadas, quienes a conocimientos de la raza humana son ¨criaturas mitológicas que no existen¨.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho la puerta y alguien decir mi nombre de otro lado, rápidamente me limpio las lágrimas y contestó un pase con la voz apagada.

_Hola_ dice mientras Leo mientras entra y se sienta en una silla junto a mi cama.

_ Hola

_¿Cómo te sientes?

_ Bien; supongo, ¿y tú?

_ Igual_ dice él tras un suspiro cansado.

_ ¿Ya leíste la carta?.

_ No, aún no.

_ ¿y qué te detiene?

_ Ni yo misma lo sé.

_  Entonces leela, tal vez el contenido de esa carta puede sustituir la despedida que nunca tuvieron.Tú no sabías que esto pasaría  pero tu abuela sí, por lo que intuyo que escribió la carta precisamente para hacerte sentir mejor.

Luego de unos minutos de pensarlo decido hacerlo.

_ Me acompañas_ le digo a Leo mientras le indico que se siente junto a mi, a lo cual el me da un asentimiento de cabeza y lo hace.

Tras un suspiro tomó la carta de mi mesita de noche,  la desblobo y comienzo a leer.

Mi querida Madi.

Si estás leyendo esta carta entonces querrá decir que ya pase a mejor vida _ tan solo con leer esta primera frase mis ojos derraman las lágrimas que venía reteniendo desde hace un rato, Leo al ver esto me abraza para tratar de reconfortarme, a pesar de que el mismo tiene los ojos aguados, después de unos minutos me calmo un poco y continuo leyendo _  No te sientas triste porque yo estoy bien y feliz, porque durante mi estadía entre el mundo de los vivos  cumplí todos mis objetivos y metas, deje huellas que serán difíciles de borrar, y experimente el amor en todas sus formas.