Guerra de Sombras

Capítulo 1

Thea Chevalier

Es ridículo que una prueba defina tu destino, un resultado que una máquina dicta en segundos y te condena para toda la vida. ¿Ciudad Lux o ciudad Noctis?

Las personas de Lux suelen ser amables, simpáticas y conversadores pero también son egoístas y frívolos, las personas de Noctis suelen ser observadores e inteligentes pero no suelen hablar mucho y no son nada empáticos. Aunque no es raro encontrar a un Lux inteligente o a un Noctis conversador, nadie es completamente luz o completamente sombras.

El lado al que perteneces se define a los diecisiete años, el 1 de mayo de cada año, todos los que hayan cumplido diecisiete años se reúnen en la división entre ciudades, los ciudadanos y los reyes para recibir a los nuevos miembros de sus ciudades, y el resto a esperar que una máquina defina su futuro. Todos parecen felices y deben estarlo, la mayoría asegurarán una vida al lado de su familia.

Cuando empiezo observar a mi alrededor me doy cuenta que este año los reyes no están presentes.

—Thea Chevalier es tu turno—dice el chico encargado de hacer las pruebas, soy la última, todas las personas voltean a verme, me siento como un cerdo yendo al atadero. Me entrega el lector para que coloque mi dedo.

Coloco mi dedo en la máquina, espero unos segundos pero la máquina no muestra resultados, el chico parece inquieto. Saco el dedo y vuelvo a colocarlo. Entonces la máquina al fin da un resultado.

—Ciudad Noctis reciban cálidamente a su nueva miembro, Thea Chevalier.

Me acerco a ciudad Noctis, este día es el comienzo de mi vida.

Todos empiezan alejarse al haber pasado todos por la prueba, al haber vivido en el orfanato de la ciudad Lux supuse que tendría que ir a la Casa de Estudios de Noctis, sería difícil descubrir dónde esta ahora que es de noche.

El chico que estaba realizando las pruebas se acerca a mi, ahora que puedo observarlo de cerca, me doy cuenta que es bastante atractivo de hecho aún cuando viste uniforme médico aunque no puedo detallar su rostro por la oscuridad.

—Hola, me presento Evan Colleman—dice extendiendo su mano.

—Hola, Thea Chevalier, un gusto—conteste estrechando su mano.

—Además de ser el encargado de realizar las pruebas este año, también soy el responsable de llevarte a la Casa de Estudios.

La mayoría al cumplir los diecisiete años se quedan en su ciudad de nacimiento con sus padres y si tienen que mudarse de ciudad hay un familiar esperando recibirlo del otro lado.

En mi caso nací en ciudad Lux, mis padres biológicos decidieron dejarme en el orfanato, así que no hay nadie para mi ni en ciudad Lux y tampoco en ciudad Noctis.

Y tampoco en mi ciudad. Me corregí mentalmente, ahora ciudad Noctis es mi ciudad.

Las personas como yo que no tenían a nadie iban a la Casa de Estudios, creo que se llama así solo por no llamarle la Casa de los que nadie quiere.

—Déjame ayudarte con las maletas.

—¿También vives ahí?—pregunté mientras ambos empezábamos a caminar hacia allá.

—Así es, me mudé el año pasado, quería ser independiente.

—Espera. ¿Te mudaste a la Casa de Estudios voluntariamente?

—Si, tenía familia en la ciudad pero como te dije, quería ser independiente, además los materiales que la Casa de Estudios ofrece son asombrosos.

Retiro lo dicho anteriormente, puede que no sea la Casa de los que nadie quiere.

Me di cuenta que habíamos llegado. Era un edificio impresionante, estilo rústico de tres niveles con una combinación de tonos amarillos y ventanas cafés, a su alrededor había un gran jardín con algunas macetas, tenía demasiadas ventanas y pude apreciar algunos balcones con una silla y mesa.

—Vamos, es más impresionante de adentro—dijo Evan guiándome hacia la puerta.

—¿Cuántas personas viven aquí?

—Ahora somos cuatro y contigo seremos cinco.

Saco un juego de llaves de su bolsillo y abre la puerta, tenía razón es más impresionante de adentro, su decoración es hogareña casi familiar, nada parecido al orfanato.

Cuando entramos a la casa al fin pude describir su rostro, era alto tal vez 1.80, ojos marrones aunque parecían cansados y pelo castaño oscuro, tenía un aspecto demasiado centrado.

—Thea ven, te mostraré la casa y tu habitación.

Me guío por cada uno de los ambientes, un comedor amplio como para 15 personas, una cocina bien equipada que cuenta con un desayunador, una sala con televisor y videojuegos conformaban el primer piso de la casa.

Evan prometió enseñarme el jardín mañana por la mañana, los dos días siguientes no habían clases para que los nuevos tuvieran tiempo de conocer su ciudad e inscribirse en la universidad.

—En este piso tenemos, la sala de entrenamiento, cuando tus entrenamientos inicien te mostraré como utilizar todo.

Era una sala con el piso acolchado, espadas, dagas y todo lo necesario, además de eso aparatos electrónicos que seguramente servían para aprender a controlar la intensidad de nuestras sombras.

A la par de la sala de entrenamiento estaba la biblioteca, era realmente grande e increíble, había una cafetera, sillas y sillones para leer.

—Y ahora mi parte favorita de toda la casa, es casi como mi santuario. El laboratorio, está divido entre el laboratorio científico y el tecnológico—comentó Evan y los ojos le brillaban al hablar de ello.

En verdad era grande y se notaba la división entre ambos, en el lado científico las paredes son color verde y el tecnológico color azul. Ambos estaban repletos de máquinas y sustancias extrañas.

—¿Estudias medicina?—pregunté aunque por la forma en que le brillaban los ojos al hablar del laboratorio era casi obvio.

—Así es. ¿Tú ya has decidido que estudiar?

—Finanzas, se me dan bien los números.

—En este último piso están las habitaciones, hay diez en total así que tendrás tu habitación propia. Por ahora deberías dormir, podrás conocer a los demás después.



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En el texto hay: fantasia, romance, guerra

Editado: 26.05.2020

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