—¿Ella qué?—preguntó Evan irrumpiendo en el comedor.
—Ella es, no hay duda.
—¿No les enseñaron modales? Sigo aquí y por suerte mis oídos funcionan—replique.
Admito que estoy siendo un poco infantil pero desde que desperté han estado bombardeandome con información, teorías y profecías. Estoy cansada de no entender nada.
—Los dejare solos, me llevaré la copia de la profecía y luego bajaré para hablar—dije a ambos.
Subí las escaleras hacia la biblioteca. Si necesito información que mejor lugar que una biblioteca.
Inspeccione la hoja en la que estaba la profecía, parecía una copia de algún documento antiguo.
Géminis se unirá desde antes de nacer pero separados serán porque los enemigos se estarán por ver.
Cuatro luces que se acercan, cuatro esperanzas pero ¿Serán todas necesarias?
Porque la luz se apagó y las sombras lloraron las vidas que no vieron. Pero la madre de la luna sigue iluminando protegido por Géminis encontrará a las demás luces.
La profecía parece llena de referencias y metáforas, luego de esos párrafos, sólo hay una frase de la que sólo dos palabras pueden leer
Eterna primavera.
Luego de eso no había más, no era tan confuso pero algo me decía que no estaba completo.
La madre de la luna. Esa frase quedó resonando en mi cabeza.
Lo recordé, cuando tuve que estudiar el mundo paralelo al nuestro, el mundo de los humanos, descubrí la mitología griega, así que busqué el significado de mi nombre según la mitología griega humana.
Subí las escaleras apresuradamente hacia mi habitación, me acerqué a la maleta y saqué el pedazo de papel que había colocado en ella en el último momento.
En la mitología griega, Tea o Thea, llamada también Eurifaesa cuyo significado es "de amplio brillo", era la Titánide de la vista y por extensión la diosa que dotaba al oro, la plata y las gemas con su brillo y su valor intrínseco. Se casó con su hermano Hiperión, dios del vigilante sol, con quien fue madre de Helios, Selene y Eos (el sol, la luna y la aurora).
La profecía habla de mí, no es una coincidencia.
Ahora entiendo a lo que se referían con protegerme. Géminis, la constelación de gemelos. Ellos deben protegerme pero ¿De qué me protegen?
Regreso a la biblioteca, sé lo que tengo que buscar. Lo encuentro después de algunos minutos. La historia de los reyes.
Reyes de Lux y Noctis
El rey y la reina deberán ser capaces de soportar y estabilizar la energía de los ciudadanos de sus respectivas ciudades.
Los reyes actuales son:
Lux
Charlotte Cambrigde.
Guillermo Gambrigde.
Noctis
Victoria Ashblood.
Fernando Ashblood.
No había ninguna información útil, aunque fue tonto de mi parte pensar que encontraría la respuesta de por qué los reyes están al borde de la guerra en un libro.
Aunque al menos descubrí que los reyes estabilizan nuestra energía. Pero si no puedo encontrar respuestas sobre la disputa entre los reyes, puedo encontrar sobre las otras personas.
La profecía dice que sigo iluminando, yo soy una luz pero aún hay tres por encontrar, ellos no están aquí.
Si estuvieran aquí, les habría sucedido lo mismo que a mí en la prueba. Así que estaban en otro lugar pero ¿Cuál?
Visualice un titulo por el rabillo de mi ojo, Mundo Humano, están ahí, lo sé.
La profecía decía que debía encontrar a las demás luces protegida por Evan y Hannah.
Baje por las gradas apresuradamente hacia el segundo piso, los encontré en el laboratorio.
—Hay que ir al mundo humano—dije. Ambos me miraron como si me hubiera vuelto loca, les explique lo que había deducido e investigado.
—Antes no creías una palabra de lo que decíamos y ahora quieres ir al mundo humano, a buscar ¿Luces?—dijo Evan incrédulo.
Era descabellado y arriesgado viajar al mundo de los humanos pero debía hacerlo, debía encontrarlos.
—Hay que hacerlo—dijo Hannah, de nuevo me sorprendían sus palabras—.Sí, suena descabellado pero hemos pasado años buscandola y al fin la encontramos.
Parecían estar teniendo una conversación privada con las miradas, discutiendo entre ellos.
—No me parece buena idea—dijo Evan finalmente.
—Pero si te parecía buena idea clavarle una aguja mientras dormía para poder hacerle una prueba de sangre, a veces me pregunto si en verdad somos hermanos—replicó Hannah.
—Imaginemos que vamos al mundo humano, hay millones de personas. ¿Cómo sabremos quiénes son las personas que buscamos?—cuestionó Evan.
Tenía un buen punto, sólo sabía que debíamos ir al mundo de los humanos pero no pensé en el plan. Tengo una idea.
—La máquina de las pruebas detecta la energía de cada persona, si lo modifican podrían crear una especie de radar que detecte la energía en el mundo humano.
—Tiene lógica pero nos llevará tiempo investigar y necesitaré realizar pruebas con tu energía para saber que energía debemos rastrear—contestó Evan, al parecer no era tan difícil convencerlo.
Hacer pruebas con mi energía, en mi cabeza lo traduje como volverme una rata de laboratorio pero siento una necesidad ilógica de ir al mundo humano y si debo aceptar esto para ir no me importa.
—Esta bien, ¿Cuánto tiempo crees que te llevará hacerlo?
—Algunos días, intentare que podamos viajar el próximo fin de semana.
—Mientras tanto, ya que al fin nos crees, tienes que empezar a prepararte—intervinó Hannah en la conversación.
—¿Prepararme? ¿A qué te refieres?
Al día siguiente, a las cinco de la mañana, Hannah estaba intentando que me levantara de la cama sacudiéndome.
—Empieza el entrenamiento estilo Hannah—dijo con excesiva energía.
—¿Cómo puedes tener tanta energía a las cinco de la mañana? No es normal.
—Por suerte, no soy normal—respondió manteniendo su alegría—.Debes ir a inscribirte a la universidad.