Guerra de Sombras

Capítulo 8

Carla López

—Hay que empezar buscarla—dijo Demián.

—Lo sabemos pero la única persona que conoce este bosque es Thea, sin ella estamos perdidos—contestó Evan.

Thea definitivamente tiene un don para estar en peligro.

Este bosque se me hace conocido, lo que es ridículo porque nunca antes he estado en este mundo.

—Regresemos a donde estábamos, quizás la encontremos por ahí—sugirió Hannah.

¿Cómo pueden no darse cuenta? La respuesta es tan obvia que me da pena hasta decirla.

—Aún tienen el radar extraño que usaron para encontrarnos ¿No?—pregunté hacia Evan—. Podemos usarlo para rastrear a Thea.

—Buena idea—dijo Evan y empezó a configurar el radar.

—No podemos seguir así—dije con firmeza.

—¿Así cómo?—preguntó Adrián.

—¿Qué se supone que haremos cuando encontremos a Thea?—cuestione levantando una ceja—. No desapareció, alguien la secuestró. No podemos ir a buscarla y esperar que la guardia no esté ahí. ¿Qué haremos si la guardia tiene a Thea? Correr y esperar que salgamos con vida. A partir de ahora las cosas serán una batalla constante y no podemos estar a punto de morir a cada momento. Necesitamos entrenamiento.

Todos voltearon a verme como si hubiera enloquecido. Tenía razón, no son las mejores condiciones para entrenar pero podíamos entrenar durante el camino a dónde sea que Thea esté.

—Tienes razón—dijo Hannah asintiendo—. ¿Cuánto tiempo nos llevará llegar con Thea?

—Al menos un día, no sé cómo pero está realmente lejos—contestó.

—Yo sí lo sé—dijo Adrián.

—Ilumínanos niño bonito—dije en broma a Adrián.

—Primero, probablemente tienes la misma edad que yo—dijo y yo encogí los hombros—. Se supone que pueden movilizarse con luz y sombras ¿No?

—Podemos—corrigió Demian.

Todos lo volteamos a ver, tenía razón.

—Niño bonito también es niño listo. ¿Cuánto tiempo puede llevarnos controlar esas habilidades? Y los elementos que al parecer controlamos.

—Déjame de decirme niño—refunfuño Adrián.

—Es complicado, se supone que las habilidades se activan a los diecisiete pero en algunos tardan más en aparecer que en otros.

—No me importa si es difícil, quiero saber en cuánto tiempo podemos controlarlas.

—Hay formas de hacer que se activen pero no son del todo efectivas. En cuánto a los elementos, somos los únicos que los tenemos así que no sabemos mucho sobre como controlarlos.

Tendríamos que aprender por nuestra cuenta a controlar nuestros poderes elementales.

—Bien, iniciemos la búsqueda y el entrenamiento.

Con el radar configurado empezamos a caminar, cuando me di cuenta de algo que debido a la adrenalina no había mencionado.

—¿Por qué no utilizaron pistolas?—pregunté a Hannah colocándome a su lado.

—Es obvio, querían matarnos—dijo pero volvió hablar al ver mi cara de confusión—. Lo siento por momentos olvido que no han crecido aquí, las balas pueden hacernos grave daño, hacer que perdamos un brazo o una pierna pero no podemos morir de un balazo, no nos hace tanto daño.

Eso explica porque la guardia luchaba con dagas y espadas. 

—Necesitamos aprender también a pelear con armas.

Luego de caminar durante un largo rato decidimos descansar, asignamos guardias para vigilar. 

Maldita sea, ¿En qué pensaba cuando sugerí que necesitábamos entrenamiento? Ya recordé, en sobrevivir. Pero si esto no es la muerte, seguro se le parece. Hannah nos despertó a las cinco de la mañana y llevamos al menos una hora corriendo sin parar.

—Paren—dijo Hannah. ¡Aleluya! Creí que iba morir si corría un segundo más—. Iniciaremos a trabajar en que puedan controlar la luz, Demian ven aquí.

Demian se acercó a ella. 

—Visualiza a la luz como una parte de ti, busca momentos de alegría—dijo Hannah con voz relajadora—. Busca en ti los momentos o las cosas que hacen que tu cuerpo explote de emociones. 

Demian sonrió y luego un halo de luz salió de su cuerpo, no, su cuerpo era un halo de luz. Se movía a velocidades increíbles.

—¿Y cómo regresa ahora a la normalidad?—cuestionó Adrián, por la forma en Hannah desvió la mirada supe que no tenía ni idea.

—Por mi no hay problema si se queda así—dije para aliviar Hannah, ambos voltearon a verme—. No me miren así, no puedo ser la única que esta cansada de ver la expresión que tiene desde que Thea desapareció.

Entonces, Demian volvió a la normalidad, por suerte mantuvo su ropa. 

—¿Puedes por un momento dejar de ser una insensible de mierda?—cuestionó y parecía que quería matarme.

—Pero si el joven perfecto sabe malas palabras.

Que no esté lloriqueando de la preocupación no significa que Thea no me importe. No estaría soportando el entrenamiento si no me importará pero no tenía nada que probarle ni a Demian ni a nadie.

—Basta los dos, Carla tu turno—dijo Hannah—. Creo que en estos momentos eres más cercana a la energía de Noctis, así que empezaremos por controlar las sombras. Piensa en las veces que has querido ser una sombra, pasar desapercidida. 

—Hija cruza al otro lado de la calle.

—¿Por qué mamá? Ellos no parecen malos. 

El recuerdo fue abrupto, un recordatorio de todo lo que quería olvidar de mi misma. Recordé cuanto quería seguir en ese lado de la calle, cuanto quise huir al ver a Hannah y los demás en mi puerta. 

Sentí como una lágrima quería resbalarse por mi mejilla, no, no puedo llorar y darle motivos de burla a Demian. 

De repente sentí como todo mi ser nunca había sido más ligero, moverme era relajante y observaba a todos e incluso escuchaba. Era raro no estar en mi cuerpo pero ser una sombra era tan familiar que no quiero renunciar a la sensación. 

Pero debía hacerlo, volví poco a poco a mi forma humana. 

—Bien hecho—dijo Hannah sonriendo, le devolví la sonrisa.

—Pero si sabes sonreír, creí que moriría antes de ver eso—dijo Adrián cuando me coloque a su lado. 



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En el texto hay: fantasia, romance, guerra

Editado: 26.05.2020

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