Guerra entre Hermanos

12

Emma

Mis heridas se habían sanado, pero habían quedado unas marcas medias cafés difuminadas con el color de mi piel, en consecuencia a los repetidos golpes en las distintas zonas por todo mi cuerpo.

Saqué la cabeza de debajo de agua, y mire a O'connor sonreírme.

Si, había vuelto a nadar y diablos como lo necesitaba, desde que tengo todos estos sentimientos encontrados hacia Christian, he nesecitado con urgencia el nadar o el correr. O simplemente volver a hacer mis deportes cotidianos.

Desde el día que peleamos por última vez y yo pues.. le di una cachetada, no hemos vuelto a hablar. Mi padre lo ha notado más callado de lo normal y este ha estado más que enojado con Christian puesto que ha dejado la empresa y se tomado unas breves vacaciones encerrado en su habitación. Siempre qué pasó cerca de su puerta, escucho desde fuera la fuerte música. Se ha vuelto más callado y cada vez que puede verme, me evita o se levanta de la mesa una vez que llego.

Tuve que inventarle una buena excusa a papá. Sobre qué quería que nos distanciáramos porque éramos hermanos no novios. Él me creyó, más poco a poco se fue molestando con el comportamiento tan cambiante de Christian. Parecía otro.

—Unas diez vueltas más. —Asentí al ver a O'connor sosteniendo el cronometro, nuevamente dos minutos y cuarenta segundos, suspirando volví a impulsarme con los pies contra la pared, hasta hundirme por completo y seguir nadando.

Esta tarde venían las chicas, Roxanne, Barbara y Mía. Mis mejores amigas desde que tengo memoria, luego de que mamá se fuera a encontrar varios días con Yanet, su mejor amiga y la mamá de Barbara, me informó que todas se reunirían en mi casa una vez que volvieran de sus vacaciones, aún recuerdo lo emocionada que me encontraba. Necesitaba a alguien con quien hablar.

Luego que el muy tarado de Christian me comentó sus sentimientos, me he sentido de una manera distinta junto a él.

Es solo asco. Me he repetido desde ese día.

Luego de dar las vueltas que me quedaban, O'connor dio por finalizado el entrenamiento por hoy, y mandándome a las regaderas, me di una ducha rápida para quitarme el sudor, poniéndome una vez seca la ropa y cogiendo todo y metiéndolo en mi bolso salí donde O'connor me esperaba. Este me llevo a casa y nuevamente por el camino vimos nuevas técnicas para mañana y hablamos algo de las olimpiadas.

Al entrar por las puertas de mi casa, el chillido de mis tres amigas, retumbó por todo el salón.

—Hey, hey. Van a hacer volar el techo con tanto griterío —Corriendo a mi encuentro, me abrazaron, ocacionando que mi bolso deportivo terminara en el suelo—. Dios, como las extrañé.

—Tenemos mucho de que hablar. —Susurro Barbara a lo que yo asentí, junto a las demás. Les comenté que era mejor que se fueran de inmediato a mi habitación, mientras yo le decía a Olivia que prepara algo sano para comer, pero ellas corrigiéndome me pidieron algo grasoso.

Rodando los ojos camina a la cocina, y abriendo el refrigerador, cogi una bebida energética. Al cerrar la puerta de la nevera, el cuerpo de Christian me observó.

Me sobresalté, ante la repentina aparición y tratando de disimularla. Me aleje de él, comenzando a comentarle a Olivia lo que mis amigas querían.

—Emma. —Llamando mi atención me volteé con total exageración, y alce las cejas esperando su razón para detenerme.

Admito que me había vuelto más detestable que de costumbre.— Estoy ocupada.

—Claro. —Sonrió y pasando por mi lado, subió las escaleras hasta escuchar el fuerte portazo ocasionado. Cerré los ojos con rabia, sin poder aún arreglar esta situación.

Al subir y entrar a mi habitación, las chicas me preguntaron de manera inmediata que había pasado.

—Nada.

—¿Cómo que nada? Tu hermano llegó tirando la puerta de su habitación, algo debe haberle pasado y tú debes saber. —Me encogí de hombros cambiando de tema y sonriendo.

Comenzando a hablar de temas sin importancia, decidí bañarme con la puerta abierta aún escuchando y participando de la conversación, de cómo las chicas lo habían pasado en sus distintos viajes de vacaciones. Sonreí al escuchar como Mía comentaba de un moreno. En eso que me aplicaba acondicionador en el cabello, mire la puerta de mi habitación, está daba con la de mi baño.

Pensar que si esa puerta se abriera, Christian podía verme desnuda.

Sacando de mi cabeza ese impuro pensamiento, hice una mueca.

La puerta de Christian quedaba enfrente de la mía, y enfrente de mi puerta, dentro de mi habitación, estaba la puerta de mi baño.

Las chicas al verme callada, me llamaron y me inventé algo rápido, me había quedado pasmada sin saber porque. Ellas se rieron.

Al salir de la ducha, con una toalla envuelta en mi torso y mi cabello húmedo, decidí colocarme todos mis productos de belleza, cremas, lociones, entre otras cosas junto a ellas. Así que me coloqué el pijama que escogí antes de entrar al baño, un conjunto de dos piezas, un short de encaje y un top de pabilo, ambos de una tela muy suave parecida a la seda.

Así que me coloqué el pijama que escogí antes de entrar al baño, un conjunto de dos piezas, un short de encaje y un top de pabilo, ambos de una tela muy suave parecida a la seda

Una vez fuera del baño, las chicas comenzaron a silbar y decir estupideces.

—¡Perra! —Gritó Roxanne, tirándome un cojín.

—Hija de puta, te vez guapísima. —Reí ante sus comentarios y sentándome con ellas en la cama, cruce mis piernas y comenzó el chisme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.