Guerra entre Hermanos

15

Emma.

Luego de unos largos días de entrenamiento duro, por fín tendria un dia libre donde saldría con las chicas a alguna discoteca, Roxanne es una de las más conocidas y donde iban chicos muy guapos. Reí mirandome al espejo, admito que me veia ardiente, escogí colocarme un escotado vestido de lentejuelas plateado muy corto, y unas sandalias de tacón aguja. Era demasiado pero necesitaba distraerme.

 

 

Bueno, más bien sacarme de la cabeza a Christian por lo menos una noche.

 

 

Cogiendo mi celular, no sin antes aplicarme perfume, salí de la habitación.

 

 

Al bajar las escaleras vi que en la sala mi padre y Christian vestidos de un elegante traje Hugo Boss, cerraban sus laptos y cogian sus maletines, levantándose.

 

 

—Princesa. —Mi padre al verme alzo los ojos sorprendido y extrañado— ¿A dónde vas?

 

 

—Voy con las chicas a una fiesta. No es obvio.

 

 

—Si Muffin, solo que.. —Sonrio forzadamente— No crees que te ves demasiado hermosa.

 

 

—Papá yo soy hermosa.

 

 

—Si, si. Solo digo que porque mejor no ocultas un poquito tu belleza, ¿No, Christian?

 

 

Mire en direccion a mi hermano, quien me recorria repetidas veces con la mirada todo el cuerpo. Me mordí el labio, sin entender porque en mi interior nacía un extraño hormigueo. Observe mejor a mi hermanito, quien con la mirada oscura, aclaro su garganta para hablar.

 

 

—Opino igual. No me gustaria que ningún infeliz llegara siquiera a posar sus manos en ti. —Sabía que su comentario tenia un doble sentido, estaba no solo caliente y deseoso de mi, sino tambien celoso.

 

 

—Exacto, eso es justamente lo que queria decir. —Sonreí y me acerqué a besarle la mejilla a mi padre.

 

 

—Creo que estaré bien, —Sentí mi celular vibrar y al verlo un mensaje de Roxanne informandome que se encontraba afuera con las chicas, aparecio en la pantalla.— Tengo que irme. 

 

 

Mi padre forzó su sonrisa, pero aún asi beso mi frente y se dirigió hacia su despacho, pensando que Christian lo seguiría. Al verlo desaparecer por el pasillo, Christian me cogió del brazo al ver mis intensiones de alejarme de él, y me acercó a su pecho.— No puedo hacer algo para que te quedes.

 

 

—¿Qué quieres decir?

 

 

—Emma no juegues conmigo.

 

 

—No lo hago, hermanito. —En realidad no lo hacia, aunque si sabia que le dolia y le enfurecia el hecho de que me alejara de su vista, con un vestido que no dejaba nada para la imaginación, sin poder el venir a defenderme de cualquier hombre que se me acercase.

 

 

—Emma, por..

 

 

Le corté.— Lo siento Christian, pero como tu tambien te diviertes, hoy me toca a mí.

 

 

Girando sobre mis pies, cogí el pomo de la puerta y le deje alli, la verdad me dolió que no siguiera luchando porque me quedara, que no me cogiera por segunda vez y me acorralase contra la pared, que no tuviera los huevos como para jugarsela por mi. Otra vez.

 

 

Al ver el auto de Barbara estacionado frente al porton de mi casa, sonreí a duras penas. 

 

 

—¡Nena, te ves ardiente! —Grito Mia, a lo que hice una mueca. Introduciendome en el auto, sin ganas de llorar aumentaron.

 

 

—Hey, hey. ¿Qué pasó? ¿Tu madre de nuevo? —Pregunto Roxanne dandose una vuelva exagerada, en el asiento del copiloto, para poder verme mejor.

 

 

—¿Tú papa te regañó? —Habló Barbara, mirandome por el retrovisor, a lo que yo negué.

 

 

—No me digas, ¿Christian?

 

 

Asentí y sin querer unas cuantas lagrimas se me salieron.

 

 

—Baby no seas llorona, ahora vamos a pasarla muy bien, no dejes que Christian te joda la noche amiga. —Animó Rox a lo que las chicas empujandome levemente, trataron de convencerme

 

 

Tomando una bocanada de aire, suspire.— Tienen razón, intentaré olvidarme de Christian por esta noche. —Recibiendo el pañuelo de Mia, quité aquellas molestosas lagrimas y intente sonreír.

 

 

Al llegar a la discoteca, el aire tibio, la fuerte musica, las personas moviendose muy pegadas a sus parejas, el olor a alcohol, se hizo notar casi al instante de ingresar por la puerta. De manera inmediata junto a Mia nos unimos al resto de las personas que bailaba, moviendonos sensualmente, mientras seguiamos a las chicas que iban directo a la barra. 

 

 

La canción Peligrosa de Lartiste y Karol G, comenzó a sonar una vez llegamos a la pista junto a Roxanne, y no pude evitar morderme el labio pensando en Christian. Rox comenzo a mover las caderas dejandose llevar por la musica, y yo por mi parte no me quedé atras. Me deje llevar, el calor me hizo sentir demasiado exitada, como si Christian estuviera viendome bailar solo para él, cerré mis ojos moviendo mis caderas, acariciandome lentamente, y al escuchar a Roxanne cantar a todo pulmón la canción me uní junto a ella, y reímos al darnos cuenta de lo ridiculas que nos veíamos.

 

 

Abrasandome por el cuello, nos movimos una pegada a la otra, sin darme cuenta de que Bárbara y Mia se nos habian unido. Al terminar la canción Reggaetón en lo Oscuro comenzó, los que nos hizo gritar y comenzar a movernos nuevamente, moviendo no solo las caderas sino tambien nuestro trasero, frotandonos con todo el mundo en plena pista de baile.

 

 

Reí, y bebí de mi licor. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Christian.

Miré a Emma a lo lejos, como reía y bailaba de una manera que jamás habia visto, provocando que mi pantalon estuviese cada vez más apretado, me mordí el labio al verla pasar sus manos de sus caderas a sus senos, tragué saliva al verla tocar sus senos sin que nadie lo notase, a excepción de mi, para luego pasar sus manos por su cuello delicadamente, bebí del contenido de mi vaso, que este al hacer contacto con mi organismo solo provoco que mis ganas por acercarme a ella y follarmela en medio de la pista, crecieran. 




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