Una voz seria y algo indiferente, realmente una voz poco especial. Además de que su mirada parecia fulminar al salón entero. ¿Por qué les seguía llamando tanto a todos? Era... incómodo solo observarlo, ¿Será sólo por el hecho de qué es de otro país? ¿No pasa lo suficientemente seguido para que dejen de sorprenderse tanto?
Suelto un suspiro y me acercó un poco intentando ver entre toda esa masa de gente (que de hecho, pude notar algunas personas salvables que sólo intentaban desviarse de tanto escándalo) , hasta notar cómo su mirada se cruza, por un segundo, con la mia.
Siento un pequeño escalofrío y rápidamente me acomodo de nuevo en mi lugar.
—Al final si era un chico... —La voz de Elena me regresa a la realidad, haciendo que la mirará con rapidez.
Eso antes de perder de vista al nuevo por la recien llegada multitud de estudiantes; sí, más, de otros salones.
¿Tipico? No se, yo acabo de llegar.
Me encojo de hombros y sólo digo;
—Bueno, ¿Qué clase tenemos ho...- —siendo interrumpida con rapidez.
—¡AAAGHHH!, ¡Malditos depredadores sociales! —Grita Luz golpenado su mesa, hasta hace poco descubrí su extraña maña de hacer eso.
—Hey espera, tranquila —le dice Elena con una sonrisa nerviosa.
Elena obligó a luz a mirar al chico de nuevo, levantando la cabeza de esta con su mano.
—¡Oh!
La mire confundida, para después mirar al frente otra vez.
—Parece estar ignorando a todos.... —confirmo Rosa tomando mi atención, y si, era exactamente así.
Levante la cabeza para mirar de nuevo y efectivamente: El chico habia encontrado un asiento vacio, ignorando las voces de todos gracias al libro que tenia en manos. ¿Único y diferente? Vaya.
—Qué sorpresa... — pensé en voz alta.
—No pensé que fuera uno de esos... —Rosa inclino la cabeza con confusión.
—¡¡Eso quiere decir que..!!
—No luz —Respondi con rapidez—. no tenemos una ventaja por eso. No quiere hablar con nadie, parece no interesarle venir a la prepa a "hacer amiguitos" —tome una pequeña pausa y sonreí— deberias tomarlo de ejemplo, querida.
—Oye, sí —asintio con la cabeza Elena, aprobando la idea.
Luz nos dió una mirada molesta a ambas como respuesta.
—Es un poco decepcionante, pero Jessica tiene razón; olvidenlo. —Rosa sonrió sabiendo que no podia hacer más.
—¡Además! —añadió Elena—. no debemos molestarlo. Podemos hablarle en algún momento y aprovechar —, colocó sus manos sobre su cintura, con una sonrisa firme—. Por ejemplo: cuando tengamos algún proyecto en equipo. Será nada forzado.
Las tres la miramos en silencio.
—¿Y qué? ¿él sera nuestro compañero de equipo? —Dijo sarcastica luz. Cuánta razón tiene.
—Bueno, eh... —Elena iba a protestar pero el maestro se lo impidió.
Tampoco es que las clases iban a desaparecer.
(. . .) Unas horas después.
□Descanso□
— ¡¡Jessicaa!! —Una chica grito desde la puerta del salón. Para después venir corriendo a mi asiento.
—¿Quién er-?
—¡Soy Daniela, de la clase de al lado! —interrumpió al segundo. Suspiré y volví a hablar.
—¿Y qué neces-?
—¡Necesito que me ayudes a conquistar al nuevo! —, de nuevo—. Se que no soy tu amiga pero nadie me quiere ayudar. Le pregunte a tus amigas y me dijeron que eres muy buena dando consejos, aunque nunca hayas tenido pareja. Asique, pensé en venir a preguntarte. ¡¡Por favor!!
La mire en silencioso, totalmente confundida.
—No creo que-
—P-O-R-F-A-V-O-R.
Su cara se acerca de golpe, sacándome un escalofrío, ¿acaso no sabe lo que es el espacio personal?
Dios, esto es ridículo. El chico no lleva ni un dia aquí, ¿Por qué tan desesperada?
—Bueno... —empiezo, no muy segura de mis próximas palabras—. Creo que deberias pensar mejor las cosas. Piensa si te gusta realmente —digo, dándole una sonrisa algo incómoda—. Puede ser una relación de dos semanas solamente...
—¡¿Entonces?!
Dios, tranquila.
—¿Por qué no intentas ser su amiga y ya? ya después ustedes decidiran si quieren ser pareja... ¿no...? —hago una pausa, sin recibir respuesta alguna—. "Conocerse" ¿sabes?
Las dos nos miramos en silencio. Tragué saliva, un poco más incómoda.
—¿Y cómo hago eso?
Jesucristo.
.
.
.
Desde la puerta del salón, un silencioso chico escuchaba atentó la conversación.
(. . .)
—¿Y que le dijiste? —Preguntó Rosa, caminando a mi lado y pasandome al mismo tiempo la botella de agua que compró por mi (obviamente con mi dinero).
—Al final le dije que me dejara pensar en unas ideas y que regresara después —respondí sin más mientras abría la botella.
—¿Y sí la ayudarás? —agregó curiosa. Me encogí de hombros.
—No pierdo nada.
Ella negó casi enseguida.
—Es cómo ayudar al enemigo.
—Qué enemigo- —deje de hablar al sentir algo golpear contra mi cara. Me habia chocado con alguien— Uh, lo siento, no mire por donde...
Paré en seco, mirando al que tenía en frente.
—No te preocupes, yo tampoco presté atención —Vaya coincidencia, el nuevo.
Su mirada me dio escalofrios. Asentí y sólo seguí caminando, lo más casual que pude.
—Te juro que siento que alguien me observa... —Le dije a Rosa, después de unos segundos de que el chico siguiera caminando.
—Ja, volvamos, si no, nos secuestraran —bromeó.
—"Que graciosa"... —solté con sarcasmo.
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☆Guía para hacer Amigos☆
O algo más
Primer paso: Presentarse.
—Bueno, no puedes ser amigo de alguien que no conoces para nada. Asique creo que seria lo primero —Expliqué, mientras me recargaba en mi asiento.
—¡Entendido! —Se levanto con determinación y salio del salón. Por suerte de la chica el "rey de roma" estaba justo en el pasillo de pasada.
—Suertuda... —susurre para mi misma.
Ella empezo a hablar, el chico respondió y sólo siguio caminando.
—Retiro lo dicho...
Y la retadora volvio a su posición inicial con decepción en sus ojos.