Habibi

Capítulo 17: Pilar

*Ethan* 
¿Ha entendido? 
¿Acaso ya notó que la canción la escribí por y para ella? 
¿Estoy siendo claro? 
No pude pensar en nada más por el resto de la presentación tanto así que al llegar a casa luego de toda la jodida noche llena de miradas evasivas y cabizbajas me tiro en mi cama con Pilar dormida al lado pensativo Y cuestionándome absolutamente todo.  
¿Qué estoy haciendo? 
Tengo a una excelente chica a mi lado que no merece que en mi cabeza pulule el nombre de otra, pero para ser honesto tampoco estoy actuando muy diferente a ella o a Sawyer. 
Ah, maldita sea. 
Miro mi celular cuando este cobra  vida para ver un mensaje de texto de la causante de mi insomnio y leo intentando descifrar cómo sus palabras me hacen sentir. 
SMS Penny: “No puedo seguir con esto, Ethan. No puedo tomar más fotos para ti. Lo siento.”  
Miro la hora y aprieto mi mandíbula, son pasada las tres de la mañana, supongo que tampoco puede dormir.  
SMS: “Siento no haberte dicho sobre Sofía, la vez que conecté todos los puntos fue cuando fue a dejarte la blusa a tu casa y luego el infeliz de Sawyer me vio en un bar y amablemente me pidió que no te contara nada. Penny nunca había sentido tanta ira en mi vida, por eso lo golpeé por eso me viste con los cortes en mi cara. Ponte en mi lugar por solo un momento  
Por favor.” 
Estiro mis piernas y trueno mis nudillos sintiendo como el abrazo de pilar se aprieta a mi alrededor y cierro los ojos. 
Ella no merece esto. 
No me merece a mí. 
Desvío la mirada hacia la rubia a mi lado y acaricio su cabello con delicadeza pues mi intención no es despertarla, pero suspiro cuando la propia letra de mi canción resuena en mi cabeza. 
“El placer de hacer algo de mí”  
Otro mensaje me alerta y leo con detenimiento las palabras que me rompen el corazón. 
SMS Penny: “tú ponte en mi lugar, por favor. Sacrifiqué mucho por lo que pensé era mi felicidad solo para recibir un golpe incluso más fuerte no solo de la persona que confiaba sino del chico que me ha hecho cuestionarme muchas cosas.” 
Maldigo mentalmente cuando mi estómago se retuerce. Sé lo que tengo que hacer pero no sé si tenga los pantalones para hacerlo. 
Me levanto con el celular y me alejo de la cama yéndome directamente al patio trasero trayendo conmigo un reproductor de música y una caja de cigarrillos que Vik dejó en la encimera. No fumo, pero la necesidad repentina de sentir el humo quemar mis entrañas me hace encender uno mientras me tiro en los escalones mirando como la madrugada se oscurece mucho más. 
Pongo música aleatoria y contemplo el último mensaje en lo que expulso una espesa capa de humo. 
Joder. 
La llamo. 
Cuando contesta luego de varios intentos reprimo un suspiro al escuchar su voz quebrada, claro indicio de que ha llorado. 
- Penny. -Trago un poco pesado- Lo siento ¿Vale? Lo digo en serio, tú -carraspeo.- Eres una excelente amiga me odiaría si llego a herirte. 
Y lo digo en serio. 
Al otro lado de la línea escucho a Penélope sorber por la nariz antes de explotar. 
- Pero ese es el maldito punto, yo no quiero ser tu amiga, nunca quise serlo, pero fui muy estúpida como para mantenerme cerca -llora nuevamente. 
Me paralizó por unos instantes ante su confesión y me permito reír sin poderlo creer, pues no sé que más puedo hacer. 
- Eres increíble Penélope. 
Aseguro sin poderlo creer. 
- No. No lo soy, soy una egoísta que está hablando contigo a las tres de la mañana como si no supiera que Pilar probablemente está en tu cama. Si… si me consideras tu amiga sabrás entonces que necesito alejarme. 
Lo sé. 
- No voy a detenerte -admito luego de un tiempo. 
Apenas esas palabras salen de mi boca un extraño sentimiento se instala en mi  pecho, es casi como si sus palabras implicaran alejarse literalmente de este lugar, pero mantengo esa idea en la parte de atrás de mi cerebro. 
- Gracias. 
Musita luego de un tiempo antes de colgar. 
Y ahí me quedo, con más dudas que otra cosa. Sintiéndome como un charlatán que no es capaz de cumplir su propia palabra, cuando se juró seguir adelante sin Penélope. 
Ah. 
Exhalo una espesa nube de humo la cual veo elevarse en la oscuridad de la madrugada como un fantasma en busca de su cielo cuando siento  un perezoso toque en mi espalda. 
- Tu no fumas. 
La mirada soñolienta y preocupada de Pilar me parte en dos, pero ladeo una sonrisa cansada en lo que estiro mi mano libre rodeando así sus piernas abrazándola como puedo. 
- No, no lo hago. Es que no puedo dormir. 
Admito. 
Pilar se deja hacer por unos segundos antes de sentarse a mi lado abrazando su cuerpo. 
- Es por Penélope ¿no? 
Su pregunta me hace atragantarme con el humo lo que me obliga a apagar el cigarrillo en el piso antes de dejarlo a un lado. 
- Soy camarera, he visto muchas cosas en La Perla una de ellas la manera en como se miran. Lo noté la segunda vez que los vi en el bar. 
Se encoje de hombros ante mi silenciosa culpabilidad. 
- La canción, esa canción no la escribiste para mí -ríe un poco- eso está bien, creo que esa canción la escribiste desde antes de decidiéramos darnos una oportunidad. -Su sonrisa muere- Lo que creo que no está bien es que estés conmigo cuando es a ella a quien quieres.  
>> No es gusto para para ninguno de los tres y, aunque tengo el impulso de hacerte escoger sé que no es lo correcto, pero te haré una pregunta; ¿Te gusto lo suficiente como para estar conmigo?  
Asiento automáticamente, sé que lo que hago no es correcto pero nunca estaría con alguien para no sentirme solo, no soy Sawyer, no soy un hijo de puta.  
Tiro un poco de tu mano hasta sentarla sobre mi regazo y enterrar la cabeza en su cuello. 
- Lo siento -admito con voz apagada- eres hermosa, una mujer excepcional Pilar -me apartó un poco para dejar mis manos sobre sus mejillas- y me encantas, por eso estoy contigo. 
Pilar se acerca besando cortamente mis labios. 
- Pero, no es tan intenso como con Penélope -susurra sin revelar en su rostro lo que piensa- está bien cariño -vuelve a besarme esta vez con más efusividad- Vamos a la cama. 
Pide en voz baja levantándose y tirando mi mano, por mi parte la sigo en silencio dejando la música sonar para volver a perderme en las sábanas de mi cama al regresar a mi habitación. Al acostarme Pilar me sigue quedando a mi costado, me abraza y vuelve a besar hasta acurrucarse cómodamente. 
- Pilar creo que necesitamos hablar -Musito con voz ronca. 
- Hablemos cuando el sol alumbre querido. 
Bosteza cayendo pronto a la inconsciencia dejándome despierto y preocupado por al menos tres horas más. 



Al despertarme me encuentro solo, la cama doble se encuentra fría en su costado izquierdo en dónde solo una hoja doblada me da los buenos días. Con el remordimiento taladrando fuertemente en mi cabeza  me estiro desdoblando la hoja para encontrar una de Pilar. 
“Ethan. 
Eres un excelente hombre, estar contigo estos meses ha sido de las mejores experiencias que he tenido y por tanto me cuesta hacer esto, pero creo que es lo mejor para todos. 
Me alejo porque quiero que seas completamente feliz, aunque eso implique que no sea a mi lado. No quiero que te sigas sintiendo incompleto, por el contrario necesito que persigas la oportunidad de estar con Penélope.  
No te odio, no te resiento, no tengo nada malo que decir de ti. Eres un amante considerado y caballeroso y te agradezco por los mejores meses, por las noches de serenata y tus constantes detalles que te hacen el sueño de cualquier chica.  
Podemos ser amigos por supuesto, claro si lo deseas. Lo único que realmente pido a cambio es que sigas sonriendo y escribiendo esas hermosas canciones. 
Eres libre.  
Te quiero un montón. 
Pilar”. 
Luego de leer al menos tres veces la carta cierro los ojos y me dejó caer sobre la almohada. 
Soy una mierda. 
Pilar siento mejor persona ha decidido retirarse por completo de mi vida dejándome un mal sabor de boca cuando debería agradecerle por ser un ángel conmigo; me siento fatal por no haber sido suficientemente fuerte y olvidar a Penélope, por no haber priorizado mis sentimientos sobre Pilar. 
¿Debería llamarla? 
Me giro boca arriba mirando el techo por unos minutos, empuñando la carta en mi mano izquierda mientras que la derecha la dejo caer sobre mis ojos. 
- Joder, joder… joder. 
Musito gruñendo para luego incorporarme y alcanzar mi celular para al menos mandarle un texto cuando la puerta de mi apartamento suena con insistencia. 
Ugh. 
Me levanto y encamino lo más rápido que puedo cuando la insistencia amenaza con darme una migraña. 
- Ethan Thys levanta ese huesudo trasero tuyo y atiende a tu hermano menor maldita sea. 
El molesto Rami ataca una vez más. 
Al abrir la puerta me aparto tan pronto mi hermano se adentra con una sonrisa en el rostro que muere al cruzar mirada conmigo. 
- Ugh Ethan te ves como la mierda ¿Todo en orden? 
Sin mediar palabra le entrego la nota que aún sostengo mientras cierro detrás de mí. 
- No sé si todo está en orden. -Admito en voz alta- pero mi cabeza está vuelta mierda en este momento. 
Rami al tomar la nota la Lee con calma tras sentarse en uno de los sillones y maldice regresándome la mirada ,. 
- Joder. 
Repite llevando la mano a su cabello. 
- Viejo esto es lo más hermoso y triste que le leído. 
Asiento mortificado tirándome en el sofá. 
- Lo es, me siento como la mierda ¿Debería llamarla? 
Mi hermano deja la carta a su lado mientras se estira pensativo. 
- Creo que es lo más indicado viejo, pero dale un poco de espacio primero. Envíale un texto y luego, luego – Rami se encoje de hombros- luego decides que hacer. 
Asiento estando de acuerdo y froto mi rostro con pesadez.  
Necesito ducharme y hacer algo aleatorio como trotar o fumar nuevamente. 
- ¿Qué piensas hacer?  
Niego con la cabeza.  
No tengo la menor idea. 
- Por lo pronto intentar sacar este día adelante.  
Rami se levanta y encamina a la cocina para preparar café. 
- Esa es una buena idea. -Claudica- creo que puedes usar este día para practicar un poco. 
Miro en su dirección con los ojos entrecerrados en parte por la sospecha de sus planes y los rayos de sol molestos que se cuelan entre las ventanas. 
-  No creo estar de humor Rami lo siento -admito. 
Mi hermano regresa a mi lado al poco tiempo entregándole una taza del delicioso líquido oscuro y hace una mueca. 
- Bueno. Halloween se acerca y con él una gran feria del horror en dónde podrías presentarte. 
Cierro los ojos y gruño para mis adentros; falta un mes para Halloween y aunque es de mi agrado la fecha por más de una razón estar desganado me ha ganado la batalla y por primera vez en meses no tengo ganas de perfeccionar mi música. 
Rami al notar mi dudar rueda los ojos y se apura el café con evidente impaciencia. 
- ¿Penélope lo sabe? – Inquiere. 
Niego con la cabeza. 
Sin escapatoria le encuentro sentado bebiendo café cargado con mi hermano menor mientras digo en voz alta todo lo ocurrido con Penélope y yo desde el primer momento que cruzamos miradas ayer en la Perla. 
Los mensajes, los comentarios, la llamada, Pilar. Le cuento absolutamente todo; incluso mi encontronazo con Sawyer y porqué mi rostro apareció magullado de la nada, le cuento sobre la canción que escribí para ella sin perder ningún detalle, dejando en claro quizá el porqué no me apetece para nada presentarme en un recital en pocas semanas.  
Quiero pasar mi cumpleaños relajado y con una cerveza en la mano. 
Eso es todo. 
Necesito ser solamente Ethan. 
Aunque sea por una noche.  
 



#29578 en Novela romántica
#6648 en Joven Adulto

En el texto hay: musica, romance, jovenadulto

Editado: 05.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.