Zack
Cuando desperté esa mañana, tuve que convencerme de que estaba realmente despierto. Lo procesé bien, intentando que no se me escapara ni un minuto de información y solté el aire contenido.
Jayden es mi nuevo compañero de habitación. Jayden es amable y me trae hamburguesas, a Jayden no le gusta la mermelada de piña. Voy a ver a Jayden apenas me despierte y cuando me vaya a dormir.
Solté un suspiro seguido de una maldición al reparar en algo.
Mire bajo mis sábanas con cautelas. Por supuesto; estaba duro.
Jamás me pasaban estas cosas, Al menos no muy seguido, pero ahora que se cómo lucen los bóxeres de Jayden, quizá sea mi perdición.
Mire hacía mi izquierda, el seguía dormido, tumbado boca abajo en su cama, una mano y un pie le sobresalía de esta, su cabello estaba todo alborotado y una de sus almohadas estaban en el piso.
Tan estrella de rock.
Tan sexy.
Calma, Zack, o nunca bajará el problema pendiente.
Me incorporé en silencio e hice mi caminata al baño de puntitas, como si despertarlo fuera peor que ir al baño a masturbarme pensando en él.
Llegué al baño y cerré la puerta con seguro y tras un largo suspiro, decidí que una ducha era la mejor opción, pues Jayden había sido bastante amable conmigo - ¡incluso me hablo! - y no podía hacerle esto.
Por su puesto, a penas al terminar la ducha, noté que no había traído nada de ropa.
Tome aire con lentitud.
Calma; eres un chico, eres un chico, esto es normal, Jayden sigue dormido, no le parecerá raro, ambos son chicos.
Até la toalla a mi cintura - porque gracias a Dios, había una toalla allí - y abrí la puerta despacio.
Sentía mi cabello dejando gotitas de agua por donde sea que pasara.
- buenos días - murmuró el, Y casi me congelo, pero mi cuerpo actuó antes y siguió caminando hacia mi ropero.
- buenos días. - le dije de regreso, sin animarme a mirarlo.
Una vez seleccionada mi ropa, me voltee. El seguía sentado sobre su cama, sacudida su cabello tratando de organizarlo sin éxito, y mantenía sus ojos en la nada.
Que adorable.
- iré al baño - comunicó y se puso de pie.
Rápidamente lo seguí.
- Hum... disculpa, aún quiero cambiarme, ¿me dejarías el baño?
Pero que estupidez. De verdad no puedo actuar cool en frente de él.
- claro, hombre - murmuró otra vez con ese tono de recién despierto.
Abrió la puerta para mí, y cuando entré al baño, el entro detrás de mí.
No entendía que estaba pasando.
¿estábamos compartiendo baño? ¿se aseguraba de que no haya ningún monstruo en la bañera? ¿ahora era el momento en el que me confesaba que también le gusto y terminábamos teniendo sexo mañanero en la ducha?
Mi cuerpo rogaba por la tercera, mi mente estaba segura de que era la primera.
Él se enjuagó la cara y acto seguido, su camiseta fue removida.
Y oh, santas hamburguesas con miel.
Ver su torso desnudo en una foto era una cosa, tenerlo a medio metro era algo totalmente distinto.
A mi mente vinieron miles de pensamientos de los cuales resultaban más los "quiero tocar sus pezones" o "quiero lamer las líneas que marcan sus abdominales"
Cuando sus pantalones de pijama cayeron junto a su bóxer en el suelo, fue mi perdición, juro que me lo estaba comiendo con los ojos, además, ¡yo también estaba desnudo! Y ahora incluso mi mente rogaba por el sexo mañanero en la ducha.
Me mire en el espejo una fracción de segundo, sólo para comprobar que mis ojos denotaban lujuria pura.
Juro que, si él no hubiera estado medio dormido, lo hubiera notado al instante y me hubiera goleado por "asqueroso"
Se metió a la ducha, para desgracia de mis ojos, y sólo fui consciente otra vez cuando la ducha fue abierta.
Mierda, mierda, mierda, mierda.
De nada me había servido la ducha, ya estaba duro otra vez.
Maldito e increíblemente sexy, Con pezones tan rosados y abdomen de tabletita de chocolate, Y ni hablar de su... oh, hamburguesas con miel.
Bufé
Me obligué a mí mismo a pensar en esa vez que vi a la tía Yuca en traje de baño, Y apunta de eso, me bajo el calentón.
Me vestí rápidamente antes de que eso volviera a pasar, Y aproveché para cepillar mis dientes.
Jayden abrió las cortinas de golpe cuando acabo de ducharse y está vez me asegure de no despegar mis ojos de mi reflejo en el espejo, pues ahora yo estaba en mi ropa decente y él ahora estaba en sus 5 sentidos.
Tomo una de las toallas, seco su cara y pecho, y se la hecho sobre los hombros antes de salir del baño.
Ni siquiera se la ato a la cintura.
Escupí toda la espuma y me enjuagué la boca una vez más.
Cuando regrese al cuarto, el al menos ya tenía puesto uno de sus bóxeres, que ajustaba lo suficiente como para que fuera un deleite con la mirada.
- ¿acostumbras a andar desnudo así sin más? - le pregunté tratando de camuflar mi voz temblorosa con un tono escéptico.
El rio - casi siempre, pienso que la ropa es una formalidad. De hecho, ayer dormí con pijama sólo porque creía que eras de los reservados, Y respetaba eso, pero ya que saliste así de la ducha, estamos bien.
Fue el maldito mejor error que he cometido en mi vida.
Me ahorre decirle que si era de los reservados, sólo porque tener espectáculos así todas las mañanas, vale todas las duchas futuras que sé que tomaré.
Editado: 16.08.2021