Hablando con el Corazón en la Mano

Encuentra la Magia de Vivir

Sanar duele...

Las heridas profundas que no se pueden ver, se sienten y queman cuando las ocultas. Un camino que se hace largo y tortuoso. Pero existe una hermosa ley en la vida, tan sagrada y sabia como solo lo es la naturaleza.

Solo hay dos hermosas y difíciles opciones en esta ley. Sanas o te destruyes por completo.

El camino más fácil es destruirte a ti misma. Te consumes, te pierdes y te dañas. Pero no es tu culpa. Tú no lo eliges así y eso es lo más complicado, porque solo lo permites. Solo basta con permitirlo un tiempo y se volverá eterno dentro de ti. Ese sentimiento de estar huyendo de todo en la vida y de llegar un momento en olvidarte por completo de quién eres. De desconectarte de quién eres, perder tu rumbo y de desvanecerte en vida. Una tortura, ¿No crees?.

Y luego tenemos el camino más largo.
Incluso puede parecer imposible si estas inmerso en el dolor, en el resentimiento y en el rencor. Costará, tendrás que luchar contigo misma, con tus miedos, con tus dudas y con las sombras que tienes en tu interior. Quedarás desnuda ante las dificultades, ante tus emociones y tendrás que enfrentar cada una de ellas. Días, meses y hasta años, sanando algo que no rompiste pero que permitiste que te consumiera. Dejarás salir cada emoción y esta brotará de cada poro de tu piel al haber estado tanto tiempo reprimidas. Explotarás en ira, dolor, tristeza y emociones incontrolables. Pero cuando estas llegen, también vendrán las demás, amor, cariño, pureza y una alma completamente desnuda.

No serás tus emociones pero las comprenderás. Abrazarás tus miedos y no te identificarás con ellos. Dejarás de culpar a los demás o de culparte a ti y empezarás a ser responsable de ti misma. No como una carga, sino como un acto de amor puro y resistente. Que crecerá ante las dificultades, ante las caídas y las veces que tu misma te levantes del suelo. Te abraces y decidas decirte todo aquello que sabes que necesitas escuchar. Tu camino no esta siendo fácil, tal vez tu vida se ha vuelto un desastre pero sigues aquí y eso solo significa que tienes una oportunidad de disfrutarla. Por eso habrán veces en las que tendrás que detenerte y dejar de lastimarte, hablándote con voz dura como lo haría un padre que detiene a su hijo de seguirse lastimando. Entonces surgirá esta pregunta ¿Me amo lo suficiente como para cuidarme y protegerme?.

Dos opciones, recuerda, sigues cayendo o te levantas. Nadie te culpará cuando solo te dejes caer y si lo hacen, no permitas que tu misma te culpes. Abrazá tu dolor, permitelo y sientelo, que es tuyo. Te duele y eso es importante. Te consuelas, te acompañás y luego puedes decidir levantarte. Tal vez nunca termines de sanar. Pero vivirás de nuevo. Aprenderás a hacerlo. Tal vez vengan más heridas o problemas. Pero aprenderás a manejarlos e incluso si algunos no, te comprenderás y lo intentarás mañana.

Cuando te permites vivir es una experiencia completa, reíras con fuerza, te enojarás y llorarás porque esas emociones siempre vendrán y se irán. Disfrutalas, vivelas, siéntelas y dejalas fluir. Vendrán y se irán. Somos momentáneos, un gran ley, ¿No creen?. Solo se trata de momentos, instantes y pequeñas cosas que pueden significarlo todo.

No te diré que todo será felicidad pero te diré que allá afuera hay un mundo que puedes conocer y si no deseás hacerlo, te comprenderé también. Pero ¿Sabés cuál mundo debes conocer? Ese mundo incluso mucho más maravilloso que el de allá afuera y creeme cuando te dijo que mucho más misterioso, ese eres tu misma. Un mundo tan hermoso que luego que lo comprendas te sentirás bien allí y tratarás a los que te rodean como tratas a tu propio mundo interior. Recordando siempre que la vida se trata de instantes tan fugaces que aprenderás a amarlos y abrazarlos.

Estas en constante cambio, la vida completa puede sorprenderte de la intensidad con la que a veces podrás ser feliz y de la facilidad con la que podrás acompañarte en tu momento más difícil. Ríe, llora, baila, grita, canta, molestate pero también regala una sonrisa. No se trata de lo que hayas vivido o de lo que no puedas lograr en el futuro, se trata de detenerte en tu camino y respirar allí. De disfrutar de las pequeñas cosas y valorarlas como tesoros que tu mundo te regala. Así que, pequeño capullo, un día serás una hermosa mariposa y allí podrás por fin reconocerte. Incluso cuando seas una hermosa mariposa las tempestades vendrán pero tu sabés que si antes pudiste, hoy y mañana podrás.

"Ley de la vida, Soy Momentánea y Volátil: Puedo elegir encerrarme en mi capullo para que nada pueda lastimarme o vivir como las mariposas y emprender vuelo aunque me caiga. Yo decidí y emprendí vuelo ¿Qué decides tú?" Verona

Yo decidí y empredí vuelo ¿Qué decides tú?" Verona




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