Capitulo 2

Al subir a la montaña en Percefone, logro recostarme sobre su lomo  para disfrutar del cielo. Dobson va a la cabeza así que está bien que me distraiga un poco de los deberes reales que son una verdadera molestia. 

- Joven amo, hemos llegado al lugar donde vamos a practicar - mi yegua deja de caminar, para que yo pueda acomodarme bien. Hemos subido hasta la parte más alta de la montaña, el paisaje es realmennte bello desde aqu, puedo observar casi todo el reino. 

- Es momento de comenzar a entrenar joven amo - Percefone dobla un poco sus patitas delanteras para que me baje despacio y sin lastimarme, eso no se lo enseñé pero siempre lo hizo. Tomo de mi bolso el arco y las flechas para escuchar cada orden de Dobson. 

Debo ir a buscar fruta en los árboles más altos, no puedo dispararles a los animales, tampoco me gusta hacerlo, pero de vez en cuando migentrenador me obliga a para simular que  un combatiente. Percefone y mi entrenador con su caballo se quedan en la cima de la montaña, no puedo alejarme mucho, solo debo buscar los árboles más grandes. 

Durante la busqueda he encontrado varias frutos que no sabía que existían, y los he dibujado en mi cuaderno de investigación, al igual que algunas plantas y árboles, me he quitado las botas para sentir el follaje fresco en mis pies, he recolectado frutos de los árboles más altos, no son muchos pero servirán para saber la opinión de Dobson. Debo regresar, está empezando a anochecer. 

Mientras me coloco las botas, logro ver un hilo transparante en el aire, tiene ondulaciones, y puedo notar que se mueve. Siento un pequeño escozor en mis ojos, pero no pierdo de vista al hilo que es casi imperceptible, sigue moviendose se un lado al otro. De pronto se tensa, y puedo notar como una pequeña criatura que desconozco, esta viendome fijamente. 

Su cuerpo es pequeño y palido, tiene orejas que terminan en punta, tiene alas en forma de águila, pero transparantes sin plumas, y sus ojos son totalmente negros. Nuestros ojos se miran directamente. 

- ¿Quien demonios eres? - pronuncia la criatura con voz distorsionada, lo cual hace que todos los vellos de mi cuerpo se ericen. 

- Yo soy Asrael, vine a recolectar fruta ¿Que eres?- pronuncio sin ninguna cortesía, sus ojos miran los míos fijamente, decido levantarme, pero por alguna extraña razón siento el cuerpo pesado. 

Su mano se alza y de esta sale una luz blanca, la apunta hacia mi, no sé lo que produce pero siento escalofríos y miedo, su cuerpo empieza a deformarse y volverse más grande, siento la necesidad de correr, pero no puedo moverme, siendo como si algo me sosteniera, pero no logro ver que es. 

La criatura crece y se torna de un color oscuro, sus ojos tienen un destello rojo, no deja de mirarme fijamente, no crea ninguna expresión. Empiezo a moverme poco a poco, siento que no funciona y me desespero. Debo alcanzar mi arco. La luz de su mano crece un poco más, dice algo en susurro, y la suelta, va directo a mi. 

De alguna forma logro esquivarlo, y veo como la criatura bufa de rabia, pero no duda en crear otra luz en su mano, esta vez es más grande, y apunta hacia mi pecho. Muevo mi cabeza de adelante hacia atrás, para verificar si puedo moverla, y lo logro. Mis dedos de las manos pueden moverse. 

- Un humano como tu no puede existir, eres una amenaza - no sé lo que significa eso, y no quiero quedarme a averiguarlo. Logro tomar el arco, la luz va hacia mi pecho, mi arco de alguna manera logra golpearlo para desviarlo hacia un arbol. 

Me pongo de pie por instinto de supervivencia, para correr en un dirección contraria, siento que va detrás de mi  pero no puedo ver hilo transparante. Sigo corriendo sin mirar atrás, choco contra varias ramas y me tropiezo con un tronco caído. 

Alzo la mirada, y me percato que hay un hilo casi imperceptible en el aire, este  simplemente está moviendose con el viento, de alguna forma creo que esa criatura me ha perdido el rastro. Me pongo de pie, y empiezo a caminar en dirección al hilo, no entiendo la razón, pero es como si yo supiera a donde ir. 

Después de caminar un poco más, logro ver una especie de domo de cristal, en donde hay varios hilos transparentes en el aire, algunos moviendose, otros quietos, y otros simplemente se mueven con el viento. 

Camino hacia el domo, no logro ver nada desde afuera, solo puedo ver los hilos, en el aire, rodeo al domo de cristal, y me atrevo a tocarlo, su sensación es agradable como si fuera una mezcla de texturas. Un hilo pasa por mis ojos, es de varios colores, veo como varias mariposas empiezan a acercarse al domo, en una zona alejada del domo que todavía no había recorrido. 

A medida que me voy acercando, a mi olfato llega un dulce aroma, la brisa empieza a ser más fresca y reconfortante. De pronto, al llegar, siento la necesidad de tocar el domo. Al hacerlo cierro los ojos, y no entiendo porque el tacto es tan agradable. 

Al abrir los ojos, me encuentro con otros ojos espectantes, me miran fijamente. Mi corazón empieza a latir muy rápido y fuerte, siento como si mi piel me quemara, especialmente en mi rostro. 

- ¿Que me sucede? -