Hada

Capitulo 3

Unos ojos ambar me miran fijamente, son realmente especiales, sus pupilas verticales de color crema me inspeccionan minuciosamente, no puedo evitar sentirme avergonzado por su mirada inquisitora, pero gracias a eso puedo fijarme más en ella. 

Parece una señorita de 16 años, lleva un vestido blanco por completo parece que estuviera adherido a ella, su cabello es rubio pálido, jamás había visto ese tono de cabello, y su tez parece de porcelana, debe ser porque es de color de las nubes del cielo, sus labios de color carmesí, se ve tan hermosa a la vista y tan delicada. 

¿Que demonios estoy pensando?, quito mi mano abruptamente, para evitar sentir más contacto de aquel cristal, aunque el tacto es realmente agradable, siento como si mi mano hubiera tomado la de esta señorita, y no puedo evitar sentirme nervioso, me giro sobre mis talones, listo para marcharme y su voz me detiene. 

- Debió haberse pulverizado mi buen señor, los ojos que poseo pueden quemar a quien los ve directamente, y usted los soportó de alguna manera - me siento embelezado completamente, su voz es tan gentil y melodiosa, como una canción de cuna antes de dormir, hace que mi corazón de saltos de alegría. Y siento que no puedo formar palabra alguna.

-¿Como pudo ver mi domo?- dice de forma curiosa, mientras cierra sus ojos, sus labios carmesí me envuelven por completo, siento deseos de tenerla muy cerca de mi. Me mantengo en silencio, sacudo mi cabeza para entrar en razón, no entiendo por qué estoy teniendo estos pensamientos, es como si me gustara a primera vista. 

- No tengo idea, yo solo vine al bosque a buscar fruta de los árboles más altos, cuando iba de regreso una criatura extraña apareció, y me atacó, solo huí y llegué hasta aquí - digo mientras poso mi mano detrás  de la cabeza, y creo que estoy sonriendole de una forma miu coqueta. Ella aunque sus parpados cubren esos hermosos ojos curiosos, levanta levemente su ceja, ante mi expresión que debe ser muy extraña ahora mismo. 

-¿Por qué mira de esa forma a una doncella como yo? - ¡Demonios! No se de que forma la estoy mirando, espero que no sea como la de un cachorro de lobo, porque esos son realmente tiernos. No puedo evitar asustarme por lo que ha dicho y a parte me he puesto muy nervioso. 

No se que expresión estoy haciendo en este momento, pero de pronto veo que se forma una sonrisa en su bello rostro. Esta doncella, de alguna manera me siento extasiado de su belleza. 

-Estoy bromeando caballero del reino, o debería decir príncipe - murmura mientras puedo observar las pequeñas pecas que tiene en cada mejilla, tras pronunciar las palabras.

-¿Como lo sabe doncella? - no pude evitar pensar eso en voz alta, aunque puedo ver por su expresión que no se ha inmutado cuando me lo dijo. Pero jugaré un poco a ver si ella puede caer ante mis encantos. 

Antes de que forme palabra alguna, puedo ver como ese hilo casi imperceptible que sale de ella, empieza a moverse de un lado a otro, como si estuviera bailando con la brisa. Tengo un mal presentimiento de esto.

De repente siento como se calienta mi cuerpo, mi espalda empieza a arquearse de dolor y arde demasiado, es como si me estuviera quemando. De repente algo me golpea, y parecen mil agujas clavadas en ambas piernas. ¿Que sucede? Caigo sobre mi espalda, porque no soporto el dolor, y lo veo. 

Aquella criatura extraña está formando otra de sus esferas con las manos. 

- Esta vez no escaparas, debes ser eliminado - dice con su espantosa voz, que ahora no asusta del todo, no con el dolor que sientl. Puedo ver con dificultad como apunta su esfera hacia mi cabeza, este es el fin. Aprieto mis parpados muy fuerte, esperando la esfera, y de repente alguien truena los dedos. 

No me atrevo a abrir los ojos, estoy muy asustado, pero curiosamente ya no siento ardor ni dolor. Abro primero uno de mis ojos turquesa, y luego el otro. Me sorprendo al ver que estoy en el mismo sitio que estaba antes de caerme. 

¿Como demonios ha pasado esto? ¿No lo soñé? Debo estar demente, tal vez mucho entrenamiento. Me pongo de pie, y empiezo a revisarme, tengo la ropa rasgada de la caída, pero no encuentro ninguna quemadura en la ropa. Tal vez solo me dormí después de caer.

Sacudo la cabeza, y empiezo a caminar en la dirección de antes de que cayera. Puedo notar que ya anocheció, mientras avanzo, logro recordar a aquella doncella, sus ojos, su rostro, su boca, su cuerpo perfectamente esculpido, con ese vestido que realzaba su belleza.

Tomo mi cabeza con ambas manos - ¡Maldicion! que me sucede, ha sido solo un sueño, ya no pienses en ella, no es real - me lo digo a gritos. 

- Amo ¿Está bien? - la voz de Dobson me saca de mis pensamientos. 

- Si estoy bien Dobson, es solo que me he caído, y creo que me he quedado inconsciente un tiempo - digo mientras veo como la mirada de mi entrenador me analiza poco a poco, de pies a cabeza. 

- No te alarmes, estoy bien, he olvidado la fruta, y nadie del reino me ha visto así que no se lo diré a mi padre - el rostro de Dobson se va relajando después de escuchar lo ultimo. 

- Amo es mejor volver al reino, debe descansar más de su caída - asiento tras sus palabras, hago una señal para que mi hermosa Percéfone se ponga sobre sus patas y camine hacia mi. Se acerca y me acaricia con su cabeza, me rosa por los costados y siento un leve dolor, que supongo debe ser por la caída. 




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