Capitulo 4

La profunda noche que llega al final del día, la inmensa obscuridad abrazando todo a su alrededor, lo engulle todo sin dejar rastro, por esa razón… Dios creó la Luna, dejando que sea la única luz en el cielo que nos guie e ilumine nuestros pasos, que por más torpes que sean… nos permiten seguir avanzando, llenando de luz nuestras esperanzas… que por más pequeña que sea, existe, está ahí. Mira al cielo, está esperando a que la notes y digas… “No estoy solo es este inmenso y basto mundo”, la luna… está acompañándome en el camino que quiero recorrer en un mundo cubierto de obscuridad.

El frio… aquel que si lo dejas recorrer penetra hasta lo más profundo de la piel, congelando de a poco el cuerpo, desvaneciendo aquel calor que tanto nos mas tiene vivos… son todas esas emociones, es todo ese amor… que nos permite mantener la motivación de seguir adelante.

—¿Estas calentita Naila?

—Chi— Sonríe —Tus abrazos siempre son calentitos…

—Hoy hace mucho frio, aunque seas capaz de controlar el hielo, él siempre me decía que cuando se duerme, el cuerpo se hace vulnerable, permitiendo que el frio sin querer entre en nuestro cuerpo, lo que hace que para quien controla el hielo, exista esa posibilidad de resfriarse.

—Él…— Observa —……— Siente una punzada —Te refieres a papá.

—Oh…— Sonríe —Si… me refiero a tu padre.

—……— Observa fijamente mientras piensa —El señor Tala también suele hablar de él cuando llega a entrenar conmigo… a veces suele decir que quisiera volver a tener un enfrentamiento con él, no lo había pensado mucho, hasta que me di cuenta que quizás se refieran a mi papá — Agacha la mirada —¿Dónde está él?

—……— Abraza a Naila —Él murió.

—……— Abraza a Melisa —Entonces… ¿Nunca lo conoceré?

—Lastimosamente no… sin embargo, yo estoy aquí, siempre estaré aquí para ti.

—……— Intenta imaginar su rostro sin existo —¿Cómo era?... ¿Cómo murió?... ¿Me amaba?

—Pues… que te puedo decir… tu padre… fue la persona más fuerte de todo el universo.

—¿De todo el universo?

—Así es…— Se sienta apegando su espalda en la pared, acomodando a Naila en sus piernas —Te contare una pequeña historia… la historia del hombre que jamás se rindió.

—……— Observa atenta.

—Hace mucho tiempo… la vida en este planeta era muy pacifica, solo habitaba una raza la cual era la raza humana, solo existían humanos y animales en el planeta. Un día, el cielo se iluminó con luces de colores, las cuales cada de una esas lucecitas era un hada… todo el mundo entró en un gran caos, nadie quería saber nada, hasta que hubo uno que superó sus miedos y alzó la voz por todos nosotros pidiendo escucharlas, después de todo… esas hadas se convertirían en nuestro nuevo estilo de vida.

—¿Mi padre hizo eso?

—Así es…— Cierra los ojos al recordarlo —Fue creo amor a primera vista, aun no lo sabía, pero ese hombre resultaría ser mi querido vecino, el cual lo vi entrenar muchas veces en su jardín, siempre caía, pero sonreía y se volvía a levantar, era increíble, me motivó a entrenar, pero sin resultado alguno, le pedí ayuda, me extendió su mano y juntos entramos en la universidad con más prestigio del país en ese momento, juntos… superamos muchos obstáculos.

—¡Increíble! — Sus ojos se ponen como estrellitas.

—Llegó un día que cambiaría todo para nosotros y para el mundo entero…— Su rostro se torna serio —Nos invadió un monstruo muy peligroso, casi nos mata a ambos, pero tu padre Even desatando todo su poder, salió victorioso de ahí, me salvó y días después fue el primero en liberar el hada interior que teníamos cada uno de nosotros.

—Entonces… las haditas… vienen de otro planeta… y mi padre… se llama Even.

—Yes my baby— Ríe ligeramente —Tu padre… fue el hombre más fuerte del planeta, no solo por eso… si no que, aunque mataran a sus padres luego de una serie de sucesos desagradables.

—……— Observa sorprendida y algo triste.

—Él continuó luchando, aun cuando su cuerpo no podía más, aun cuando sus lágrimas nublaban su vista junto con su ira… no dejó de caminar, de correr hacia el camino correcto… y junto a Lyna… su fiel compañera… llegaron a la cima del mundo… que poco a poco les iría consumiendo debido a la presión y expectativas que la gente tenía sobre ellos.

—Oh…

—Sin darme cuenta… lo había dejado solo, intenté enmendar mi error entrenando todos los días para acercarme a su nivel, pero sin importar lo que hiciera… lo sentía más lejos de mi… cada día sentía que no pertenecía a su mundo… un mundo al cual solo él podía acceder junto con Lyna— Sonríe teniendo una mirada triste —El día de la invasión llegó… muchos murieron… amigos muy cercanos y familiares… por lo que sin más opciones nos escondimos, nos preparamos, todo para evitar que este planeta se vuelva propiedad del ser más fuerte del universo… aquel conocido como “El emperador”

—Suena muy fuerte…

—Si… es aquí donde me arrepiento… ya que Even murió frente a mis ojos, y yo frente a él… pero a mí me curaron y me dejaron viva aquí en el planeta tierra, a él sin que yo lo sepa se lo llevaron a la nave, donde posiblemente lo curaron… no sé el motivo… no sé qué ocurrió ahí, pero ahí fue donde tu fuiste concebida.

—¿Uh? — Observa confundida y con algo de temor.

—……— Sonríe —Ahí tu padre luchó… quien sabe contra cuantos monstruos, solo sé que posiblemente, habría estado destrozado— Sus labios tiemblan —Y aun así él…

—……— Naila observa triste.

—Continuó… siguió avanzando… cargando con todas las muertes de sus más cercanos, estoy segura… que pensó que yo estaba muerta, que ya no había más opción… posiblemente ya solo quería acabar con todo…— Lágrimas ruedan por sus mejillas mientras que su voz se vuelve pesada —Aun con todo en contra… se volvió más fuerte, tan fuerte que venció a ese cretino y… liberó a todos los humanos restantes y a todas esas razas de su poderío, convirtiéndose en el mayor héroe de toda la humanidad y del universo… sin embargo… cuando ya me di cuenta de esto… yo… no pude hacer nada— Se tapa la boca —Murió en mis brazos… y tu madre… logró conseguir que tu esfera del alma quedara intacta, permitiéndote nacer en mis brazos— Sonríe en un mar de lágrimas.