Aquella noche Melisa le contó a Naila la verdad sobre el héroe que salvó a los humanos de su completa aniquilación, este héroe resultaría ser nada más y nada menos que su padre… mientras que su verdadera madre resultaría ser un hada. Fue en ese momento donde Naila comenzó a tener mas en cuenta lo que es en realidad, es decir, un hibrido entre humano y hada. Sus padres fueron los mas fuertes del universo, al menos… desde la perspectiva de quienes vivían ahora mismo en el planeta.
Luego de ese día, Naila se interesó aún más por sus verdaderos padres, todas las noches Melisa le contaba historias distintas sobre Even…
“La vez que el hombre más fuerte me llevó a tener una cita” …
“Aquel día donde el hombre más fuerte me entrenó” …
“Aquel día donde el hombre más fuerte salvó a su hada” …
“Aquel día donde el hombre más fuerte se dio cuenta que no quería ser un dios” …
“Aquel día donde gritó al cielo… que amaba a sus padres” …
Todas las historias que Melisa le contó a Naila, engrandecían la figura de Even, haciendo que, desde la perspectiva de Naila, llegue a ver a su padre como un ser que pese a las circunstancias nunca iba a caer por más que lo pisotearan, aunque el mundo estuviera en su contra nunca iba a dejar de avanzar, un ser… inquebrantable en espíritu… alguien “perfecto” ante la adversidad.
—Tu debes ser así…
“Perfecto”
—Debes avanzar… ser fuerte… ser…
“Perfecto”
—Aunque sientas el peso del mundo entero sobre tus hombros, cree en ti y lo que puedes llegar a hacer… eres la hija… de los más fuertes del universo… y también… la hija que yo amo tanto.
Aunque nunca la escuchó, su pequeña interpretación de las historias hizo que lo viera como alguien así. Esa palabra… resonaba en su cabeza, si no era alguien igual de perfecto… no servía. El ser perfecto, era algo que le quedaría grabada en la mente de por vida.
………………
Nos trasladamos a otra ubicación dentro del continente del ala. Lune estas noches a estado fuera de casa debido a que estaba intentando conseguir una pequeña charla con el rey hada, hoy por fin lo conseguiría, por lo que mientras Melisa estaba en casa, él se encontraba a las puertas del castillo.
—Bienvenido gran Lune, sígame por favor— Dijo el hada guardiana que se encontraba ahí.
Luego de recoger unos cuantos pasillos, Lune llegó con el rey hada, el cual le recibiría con una inmensa felicidad.
—¡Llegaste Lune! — Sonríe y lo guía a unos muebles —Por favor siéntate, ¿Te gusta el té?
—Eh si…— Dice al sentarse —Gracias por tal recibimiento.
—Ni lo menciones— Le da un sorbo al té —Dime… que te tare aquí, te veo preocupado.
—Rey…
Fue en este momento que Lune se desahogaría contando las sospechas que tenía sobre los humanos y del como pensaba que podían llegar ser un problema para ellos en el futuro, aunque su rey escéptico por sus comentarios en un principio, argumentando de como “la raza más débil del universo” podría ser un problema para ellos en el futuro. Lune molesto por su arrogancia, le contó lo que él vivió en su día con los humanos.
—Puede que algunos sean despreciables, cobardes e increíblemente irracionales, pero… mientras se sientan en una jaula… algunos lucharan— Aprieta el puño —En las crisis, es donde los más fuertes salen a dar la cara.
En ese momento recordó a Even, contándole todas las hazañas que hizo junto a él contra las razas que invadían el planeta y los mismos humanos que intentaron pisotearlo.
—No todos los humanos serán como él… pero algunos… serán influenciados por la leyenda en la que se convirtió… la misma historia no será contada de la misma manera, por ejemplo, en varios continentes de las razas exiliadas, estoy completamente seguro que lo ven como el mayor enemigo que pudieron haber tenido.
—¿Los investigaste? — Pregunta con obvias sospechas.
—……— Desvía un poco la mirada —Dejémosles a especulaciones.
—……— Suspira —Lune… aunque tengas mi absoluta confianza en muchas cosas, no quisiera que expongas al peligro ante estas razas las cuales desconocemos, ya no tenemos recuerdos de nuestras vidas pasadas, esas razas nos recuerdan, nosotros a ellos no, por lo que serán hostiles con nosotros.
—Además de que de todas las razas que estudiamos en el planeta del creador, no sabemos quiénes nomas están habitando el planeta… aunque de las pocas razas que pude investigar, algunas si son muy fuertes.
—Si lo sabes… no vuelvas a hacer eso… por favor.
—Es importante recabar este tipo de información— Observa con seriedad —Volviendo con los humanos… ahora mismo usted… nosotros… les arrebatamos el mundo en el que vivían— Se muestra enojado —Considere que usted ahora mismo… no es muy diferente al emperador… al menos desde el punto de vista humano, por eso estoy seguro que no descansaran hasta verlo caer junto a las demás razas que llegaron aquí.
—¡Jajaja! — Ríe para al final soltar un breve suspiro —Ay dios mío —Observa fijamente —¿Cómo crees que podrán darnos pelea sin nosotros de su lado?
—La tecnología del emperador esta esparcida por el mundo, no sabemos que tanto de esa tecnología poseen y que tanto podrán crear en los años que les dejemos ser libres a su antojo en ese continente.
—Aun con toda esa tecnología… son muy débiles.
—Mas que tenerle miedo a su fuerza, hay que temerles por su gran intelecto e insistencia, los humanos… jamás se rendirán hasta verlo caer, y no atacarán… hasta que estén completamente seguros de poder vencernos.
—Aun así…
Interrumpe.
—Quizás usted no lo sepa, pero en su día consiguieron la tecnología de un cristal capaz se anular nuestro Soul, es el mismo cristal que está ubicado en el bosque donde vivo, que como sabrá, oculta la presencia de las hadas, pero si se acerca mucho, es capaz de dejarlo completamente inútil— Da un golpe sobre la mesa —¡No sabemos si hay más de esos esparcidos en este planeta!... y en caso de haberlo en ese continente, ellos tendrán la fuerza para no solo vencernos, sino también de aniquilarnos por completo, el odio que hay en esos seres, no se compara ni con la de las razas exiliadas, ¡¿Es eso lo que quiere?!
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Editado: 03.02.2025