Hada de hielo 3

Capitulo 7

El rey hada salía de la casa de Melisa con un fuerte deseo, el cual era tener la disposición y posesión de Naila para el exterminio del continente humano, aunque ese deseo era algo que lo quisiera de manera inmediata, no puede hacer algo así debido a la promesa de no agresión que hizo con los humanos y sobre todo, con Melisa y Lune, en donde juraron que la primera raza en romper la promesa, haría que la contraparte pueda atacar como le plazca, incluso si dicho ataque termina en un exterminio total de la raza. De momento es un acuerdo que solo se ha llegado a dar con los humanos, ya que debido a la inmensa hostilidad y rechazo de las demás razas en contra de las hadas y humanos, no se ha dado el caso del dialogo con los respectivos reyes que existen en el resto de continentes.

—Pronto… muy pronto atacaran… estoy seguro de eso y será cuando por fin, todo esto termine.

De pronto, un fuerte sonido ascendente iba envolviendo el continente.

1….

2….

3….

4….

5….

6….

7….

Las 7 trompetas repartidas en las distintas zonas del continente fueron tocadas anunciando la llegada de un enemigo.

—¿Es… en serio? — Dijo el rey susurrando con una gran sonrisa.

En eso una de las hadas informantes llegó a donde se encontraba el rey con una velocidad increíblemente alta.

—¿Cuál es la situación? — Cuestionó el rey hada.

—Es un humano, en la costa de estas tierras, lo tenemos completamente rodeado esperando sus órdenes.

—¿Un solo humano? — Cuestiona sorprendido.

—Así es… su ropa está desgastada, informaron que no parece a simple vista tener un arma o algo por el estilo, sin embargo, no podemos ignorar su ingreso a nuestro continente.

—¿Cómo diablos se infiltró un único humano a nuestro continente?, se supone que la frontera esta siendo vigilada las 24 horas.

—La frontera con más vigilancia impide el ingreso directo por tierra.

—Entonces por mar eh… aun así las tormentas que generamos constantemente en cada costa del continente deberían ser catastróficas para cualquier barco humano o submarino.

—Hallamos junto al individuo un barco casi destruido, creemos que fue el efecto de las tormentas, sin embargo, los guardias de la costa se dieron cuenta de su presencia a 200 metros de la orilla del mar, en donde ya no existen estas tormentas, ahí volaron hasta el individuo que estaba en un principio inconsciente y lo llevaron a la orilla donde ahora mismo lo tienen esposado, también están inspeccionando el barco en el que llegó… o bueno… lo que queda del barco.

—Bien… guíame, estando allí vere que hacer.

En eso Melisa interrumpe la conversación.

—También iré.

—¿Uh? — Regresa la mirada —Estuvo escuchando...

—Con tanto ruido es normal que salga a ver que sucede, se perfectamente que esas trompetas son para alertar de un posible ataque humano, sin embargo, este no parece ser el caso, por lo que quiero ir para asegurarme que no hagan nada que nos pueda llevar a un conflicto de guerra ahora que tenemos paz.

—……— Observa fijamente con cierta molestia interna —Bien…— Suspira —Supongo que Lune también vendrá… sin él no podrá volar.

—Obvio.

En eso, miradas llenas de preocupación observaron desde la puerta de la casa…

—¿Mamá? — Dice Irene desde la distancia.

—¿Qué esta ocurriendo? — Cuestiona Evans con Naila a su lado la cual estaba observando sin siquiera lograr entender algo de lo que estaba pasando.

Melisa no quería llenar de preocupación a su familia, por lo que sonriendo dijo.

—Vuelvo pronto, así que…— Observa fijamente —¡Naila! — Sonríe —Cuida a tus hermanos un momento… ¿Sí?

—……— Traga saliva —Si— Afirma con la cabeza llena de seriedad.

—Esa es mi niña— Dice con orgullo —Regresa la mirada —¡Lune!

En todos los años que Naila lleva viviendo junto a Melisa, jamás ha visto como es que Lune y Melisa forman la unión para que su madre pueda volar, siempre había un factor que lo impedía, ya sea que ella estuviera por fuera jugando o simplemente Melisa haciendo la unión luego de salir de casa, ocasionando que le haya sido imposible ver a estos dos formar la unión, caso contrario con Tala y Zakia quienes formaron la unión para enfrentarse a Naila. Ella sabia que esto existía, que los juramentos entre portadores y hadas era necesarios para vincular sus almas y unirlas en un único cuerpo que tomaría una apariencia única.

Es por esa razón que al ver a estos dos formarla, hizo inmediatamente un clic en su corazón el cual se llenaba de emoción.

—Con el poder que se me ha concedido y el nombre que me fue otorgado, ¡Yo Lune!, hada de las hondas de viento, imploro a los cuatro vientos que me den la fuerza que necesito para poder vencer a mis enemigos y unirme con mi única razón de existir, para así protegerla… ¡Por toda la eternidad!

En un momento toda la zona se llenó de una luz blanca y un fuerte viento hacia que las hojas del suelo formaran un remolino alrededor de Melisa.

—Su… cabello…— Dijo Naila asombrada de lo que veía.

Cabello largo blanco, ojos plateados, alas transparentes de color verde y partículas blancas que giraban alrededor de ella junto a un espiral de viento constante, era la apariencia que dejaría a Naila completamente asombrada y en cierto sentido, enamorada.

—Que genial…— Traga saliva mientras su corazón palpita fuertemente —Mamá es… asombrosa… es casi como un ángel.

En ese momento sintió una gran necesidad… un gran anhelo… el cual fue poder tener esas hermosas alas para así ella poder volar.

Naila se enamoró de esas hermosas alas.

—Andando— Dijo Melisa con serenidad.

—Andando— Dijo el rey regresando la mirada al informante.

En un parpadeo alzaron al vuelo desapareciendo del campo de visión de los niños quienes observaban con gran asombro.




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