—¿Naila? — Dijo Tala desconcertado.
—Oye… estaba llorando— Dijo Zakia luego de haberla visto salir corriendo de la casa.
En ese instante salió Evans de la casa rápidamente intentando detener a Naila, pero era demasiado tarde, ella ya se había ido corriendo a una gran velocidad.
—¡Oye! ¡¿Qué ocurrió?!
—No estoy muy seguro, pero Naila se enojó mucho por algo que dijo Irene.
—Mmmm— Suspira —Dios mío… siempre dándome problemas— Desvía su mirada —Zakia, quédate aquí cuidando de Evans e Irene.
—Ay dios…— Suspira —Así que la seguirás.
—No puedo dejar que vaya muy lejos por su seguridad.
—Ok— Zakia extiende su mano haciendo que su marca brille —Si te vas muy lejos de mí, las alas perderán potencia progresivamente, además de que no podre ayudarte en caso de emergencia, así que ten cuidado,
—Lo sé, volveré pronto.
Tala alzó al vuelo dejando el lugar en cuestión de segundos, mientras que Evans observaba preocupado al cielo y por otro lado, Irene se mantuvo en el mueble de la casa pensando sobre lo que había dicho y recordando todos aquellos momentos donde Naila le hablaba a ella sobre las historias que Melisa le contaba todas las noches, esos momentos donde Naila sonreía y deseaba, el amor de su padre.
Mientras tanto…
Melisa se encontraba junto al rey hada y el hada informante volando a toda velocidad hacia la costa, donde se supone que se encontrarían con un humano el cual ha llegado de intruso al continente del ala, ¿Qué intenciones tendrá?, era algo el cual a Melisa le preocupaba mucho, ella no quería más problemas, simplemente que todo se solucione pacíficamente y todos volver a como estaba todo, mientras que al rey hada no, puesto que iba con toda la intención de usarlo como un propulsor para acelerar su guerra contra los humanos. Ahora ellos tenían a uno de los suyos en su territorio y dependiendo de sus intenciones, podría hacer que el acuerdo que tenían con la raza humana termine y, por ende, se peleen por el territorio y la supervivencia.
“Los fastidiosos humanos por fin, perecerán”, era el deseo más profundo del rey.
Tan solo media hora de vuelo después, Melisa junto al rey y el hada informante llegaron al lugar, todas las demás hadas se arrodillaron ante el rey e hicieron un pasillo de hadas el cual guiaba hacia el intruso el cual se encontraba de rodillas y esposado con la mirada fija al suelo.
Melisa deshizo la unión quedando Lune a su lado, mientras tanto, el rey hada caminó lentamente hacia el humano, cada pasó que daba levantaba un poco de arena, haciendo su presencia cada vez mas fuerte e intimidante, su Soul se estaba empezando a descontrolar un poco, su mirada se llenaba de odio hasta que quedó a tan solo un par de pasos del humano que tanto asco le daba.
—Cada palabra que digas aquí será vital para el futuro de tu raza— Observa con detenimiento —Tenemos un acuerdo muy detallado donde indica que, si tu raza entra en mi territorio, podría terminar en una ruptura de tratados y por ende… en una guerra— Su mirada se llena de odio —Estoy seguro que ni tu ni yo… queremos eso… ¿Verdad?
—……— Melisa observa desde la lejanía.
—Así que… habla.
—……
—¡Oye humano! ¡¿Estas sordo?!
—Ya te escuché… — Susurra —Solo estaba agradecido de saber hablar español— Sonríe ligeramente —¿Tu eres su rey?, realmente no esperaba que te vieras mayor… pensé que todas las hadas eran jóvenes.
—Deja esas faltas de respeto de lado— Observa enojado —Dime tu nombre y procede a escupirlo todo.
—……— Levanta su mirada —Me llamo Keyla y simplemente… hui de ese sitio— Su mirada no muestra ninguna emoción —Si quieren matarme háganlo… después de todo es lo que iban a hacerme.
—……— El rey observa incrédulo —¿A qué te refieres?
—¿Estas sordo o qué? — Frunce el ceño —Te digo, que iban a matarme, soy un criminal sentenciado a muerte.
—……— Melisa observa sorprendida sin poder creer lo que estaba escuchando —“Incluso cuando la humanidad debería estar más unida que nunca, ¿Aun condenan a la gente a muerte?, ¿Por qué?” — Pensó Melisa con frustración.
—Si te iban a ejecutar… ¿Cómo fue que escapaste?, ¿Qué hiciste para que te condenaran a ello?, y sobre todo… ¿Cómo terminaste en un barco tan resistente? — Cuestionó el rey hada sin aun creer nada de lo que dice.
—……— Observa fijamente —Supongo que no me queda de otra— Puso la espalda recta.
Ante esto todos se alertaron, pero simplemente tomó aire y sentándose de piernas cruzadas con las manos esposadas en sus espaldas, comenzó su historia.
—En el continente humano por desgracia existen las clases, hay personas que tienen mas que otras, el rey humano no pudo apoyar a todos los humanos por igual, por lo que en un intento de creer que reforzar la militarización y protección de sus fronteras era la solución, descuidaron en gran medida la alimentación— Observa la arena fijamente mientras dice esto —Los recursos son escasos en nuestro continente, no hay tanta vegetación como en este continente por lo que hay muchas cosas que nos son imposible de conseguir, lo poco que quedaba de ganado y plantación se esta reservando, esta bajo control del rey, el dice que muy pronto la distribución masiva de alimentos llegara… pero simplemente… no pasa…
—……— Melisa observa fijamente con seriedad y firmeza en su postura.
—Tuve esposa… y un hermoso hijo llamada Elias, por desgracia… me tocó vivir casi en los límites del continente— Suelta brevemente una pequeña sonrisa mientras que su rostro se torna débil —Yo no ganaba lo suficiente, éramos pobres, no había alimentos suficientes para comprar en nuestra zona, los mercados estaban en gran parte del tiempo vacíos... mientras que en las zonas mas cercanas al castillo… no les faltaba nada— Frunce el ceño —Yo… robé… y asesiné… por mi… por mi familia— Sus labios tiemblan —Por ese acto… me condenaron… se llevaron a mi familia y la ejecutaron en una isla remota— Alza la mirada casi al borde de las lágrimas —Escapé a duras penas… asesiné a los del barco y escapé de aquella isla, no sé cuántos días pasaron, ni siquiera sé si fueron meses, pero… terminé aquí…
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Editado: 03.03.2025