Al día siguiente fue al mismo lugar. Ella estaba allí, esperando.
- ¿Cómo estás Hao? - sonríe.
- Muy bien gracias - aparece sonriendo - ¿Y usted?
- Nada de usted, trátame de igual - ríen - ¡Es un gusto volver a verte! Eso me hace feliz - sigue con su capa.
- Está bien - así comenzó una amistad entre ellos.
Ella le enseño cosas que Hao desconocía. Él relataba sus días. Un vínculo fuerte.
Agne con el paso del tiempo envejeció.
- Abue Agne - aparece Hao hecho un hombre - me aceptaron - la encontró sentada en su mecedora - ¿Estás bien?
- Hao - muestra una cálida sonrisa - ¡Me alegro mucho! Te has vuelto todo un hombre a tus 15 años - cierra los ojos - está vieja, ya le toca partir pero tenía que contarte algo antes - él toma con cariño las manos de ella.
- Te escucho Abue Agne.
- Él día que yo te encontré fue porque tú madre Saura - el queda perplejo, ese nombre le suena de algo pero no recuerda el qué - se comunicó por una visión:
Yo estaba dormida y apareció en mi campo de visión Saura con una capa, escondiendo una canasta entre unos troncos, sonriendo nostálgica. Se levanta quitando la capa diciendo un hechizo y unas palabras hacia mí:
" Cuídalo como lo hiciste conmigo"
Aparecen unos hombres de la inquisición llevándose la a la fuerza, lastimando la con armas...
Corrí a buscarte en el lugar quep ví. Te traje conmigo y te he cuidado. Contigo estaba está carta. - le entrega - junto a esta dirigida a ti, desconozco el contenido - él toma ambas cartas. - te puedo asegurar que ella te ama más de lo que imaginas. No conozco las razones que la llevaron a dejarte conmigo.
- Abue Agne ¿Por qué hasta ahora?
- Porque estás listo para la verdad Hao Ming - ella empieza a desvanecerse - busca a Saura, creo que está viva, te quiero mucho Hao Ming, cuídate.
- Adiós Abue Agne - besa el dorso de su mano y el cuerpo de ella se vuelve polvo - no querías causarme dolor, te llevaré con cariño y alegría - unas lágrimas recorren sus mejillas.
A lo lejos una mujer con capa lloraba también por la partida de un ser querido: Agne.
- Gracias por cuidar bien de él - susurra al viento.
- Sabía que estabas viva - responde - lo volvería hacer sí me lo pidieras - dice el viento.
- Debía despedirme Agne, descansa en paz - el viento no respondió, solo a lo lejos vió como una luz ascendía al cielo.
Vió cuando Hao leyó las cartas. Salió firme al acantilado y ella lo siguió.
- Abue Agne se fue - cuenta acongojado.
- Lo siento mucho - lo abraza también triste.
- ¿Por qué lloras?
- Fue una gran mujer - seca sus lágrimas.
- Sí lo fue - saca unas cartas. - Me entrego esto antes de partir... No sé que hacer - confiesa.
- Lo que dicte tu corazón, estará bien Hao - responde con un nudo en la garganta.
- Quiero seguir preparándome como espadachín y aprender de los mercenarios...
- Eso es peligroso ¿Estás seguro de que te acepten? - se tensa.
- Me aceptaron con un seudónimo, claro - ríe - no lo iba hacer con mi nombre real - ambos se miran - lo aprendí de ti.
- Es cierto ¿Cuál es el seudónimo? - puntualiza curiosa.
- Feder - alza los hombros - corto y sencillo.
- Y práctico - añade - ¿Cuándo partes?
- Hoy al anochecer - dice - debo arreglar todo - suspira.
- Sí gustas puedo ayudarte...
- Tranquila, estaré bien - levanta la vista - cuídate mucho. Pasará mucho tiempo antes de volvernos a ver.
- Está bien, así lo haré - sonríe - así parece Hao - se estrechan en un abrazo - cuídate mucho y recuerda que te llevo aquí en mi corazón.
- Y tú en el mío - antes de marcharse logro ver su rostro - sigues siendo hermosa - se despide.
...
Cae la noche todos los preparativos están listos. Hao Ming toma sus pertenencias, despidiéndose de su vida anterior que fue muy feliz.
...
Llega al punto de encuentro.
- ¡Bienvenidos Novatos! Soy Gerard y él - apunta al gordo - Vikingo, vamos a ser los jueces del combate - todos murmuraban - donde se definirá la categoría y el grupo de mercenarios - explica.
- Las reglas son sencillas quien caiga pierde y el que se mantiene en pie gana - dice Vikingo - los últimos que se mantengan en pie tendrán recompensa ¡Empiecen!
Se dividieron en parejas y comenzaron las caídas.
Se escuchaban nombres a coro "Mika", "Tigger", "Ros", "Saúl" y unos más que permanecen en pie.
Es el turno de "Feder" (Hao Ming) con un gigante.
- ¡Te aplastare! - afirma el gigante.
Feder no responde. Con un movimiento lo tumbo.
- Muy bien Feder - felicita Vikingo - continúa.
Desde lejos Saura observa a detalle sin ser rastreada.
El gigante no se pudo levantar debido al dolor.
Se escuchaba el nombre de "Feder" en el coro. En corto tiempo quedaron en pie:
"Mika, Tigger, Ros, Saúl y Feder".
- Bien hecho ustedes han demostrado ser los mejores - aplaude Gerard.
- Es momento de definir la categoría - continúa Vikingo - los primeros que cayeron con... - a medida que nombraba se marchaban - ustedes estarán bajo nuestro liderazgo - explica Vikingo - su recompensa será ir a caballo con nosotros.
...
Los cinco iban detrás de Gerard y Vikingo charlando de vez en cuando.
- Para llegar a la que ahora será su hogar tendrán que atravesar ese bosque. Claro iremos con ustedes - dice Vikingo sonriente - al fin tendremos familia en casa - atraviesan el bosque sin contratiempos.
...
Saliendo del bosque un grupo de hechiceros los interceptan.
- ¡En posición! - grita Gerard a toda voz.
- Así que has traído carne a la mesa - vocifera el lider de hechiceros atacando junto a sus acompañantes sin contemplaciones.