Marzo, 16.15:30
Bella
Suena el teléfono, me remuevo inquieta en mi cama. Una... Dos... Tres veces...
Al final, lo cojo. ¿Quien cojones será? Miro la pantalla cerrando los ojos de golpe por la claridad, vuelvo a intentarlo, como no, Emma. Mi prima, es una chica muy hiperactiva que no me deja en paz, la quiero pero eso no quita que sea pesada, muy pesada, la verdad.
-¿Dime?¿Que quieres, pesada?-gruño.
-¡Ay! Relájate. -Emma, como siempre, tan despierta a las tres y media de la tarde de un sábado,¿Quién narices se despierta a las tres y media de un sábado pudiendo dormir?¿En serio?¿Quién?- Te iba a preguntar una cosa...-deja un silencio que para mi es eterno, solo para dejarme con la duda y así no colgarla para volverme a dormir- pero como veo que estabas dormida, ya te dejo...
Que zorra, como sabe odio que me dejen con la intriga, no lo soporto, como tampoco soporto que me dejen a medias las frases y ella ha hecho, las dos cosas.
-¿Que pasa? Suéltalo-digo en medio de un bostezo.
-Esta noche hay fiesta en casa de Tamara, ¿Te vienes? Voy a llevar a Fran, ya sabes... Quiero un poco de intimidad... siempre hay alguien que acaba interrumpiendo, y no lo digo por nadie -lo ultimo lo dice en su susurro,y yo pongo los ojos en blanco por su sarcasmo. La que acabó traumada fui yo, no ella. Un consejo, si vas ha hacerlo con tu novio, cierra la puerta con pestillo. Ella no lo hizo, debe ser que le va que la miren, porque yo abrí la puerta y los vi apunto de hacerlo. ¡Joder! todavía tengo pesadillas.
NOTA MENTAL URGENTE:No volver a abrir puertas sin tocar.
-Que zorra eres, te lo vas a tirar por primera vez en casa de Tamara ¿En serio?¿No hay más sitios?. Y me apuesto 100 pavos a que lo harás en la cama de su madre...
-Cállate, tía. Podría oírte Alex, y no, no me lo voy a tirar...-me empiezo a reír- Enserio, vente tía. Vamos todos.
-El grupo se vuelve a unir, ¡Si! ¡Que guay! -digo sarcásticamente, porque si, así soy yo, sarcásticamente sarcástica.
-Cállate, deja de vacilar. ¿Vienes o no? No te voy ha estar mendigando.
-Vale, iré. Pero solo porque quiero ver a Nora, hace mucho que no la veo.¿No se fue con su padre a ver a sus abuelos hace unas semanas?.
-¿Si?, no me había dicho nada, no le gusta hablar mucho de su vida, ya sabes, creo que es porque es muy tímida. ¿Hacemos un Skype todas?.
-Okey, ¡makey!
-¿Que dices de makey? Cállate, anda.
-Venga, tía.
-Hello, bitches.-Laila está de buen humor. Raro en ella.
Laila es la mal hablada del grupito de frikis que hemos montado hace como tres años. En mi pantalla veo a mis cuatro mejores amigas. Laila, Nora, Emma y Tamara. Laila es una chica blanquita, con el pelo negro azabache, que le cae hasta la mitad de la espalda, rizado como caracolillos pequeños. Sus ojos de un tono chocolate oscuro resaltan en su cara blanca. Nora, es la menos habladora, le gusta más silencio. Su pelo, castaño claro, le cae hasta un poco más abajo de sus omóplatos pero hoy lo tiene en una coleta alta mal hecha, como casi siempre, pocas veces lo lleva suelto, con unas mechas azules que hace que sus ojos llamen más la atención. Miro sus ojos grises, con un ligero toque azul que ahora mismo miran alegres a la pantalla del ordenador. Que zorra, siempre la he envidiado por esos putos ojos grises. Emma, mi prima, lleva una coleta en lo alto de la cabeza, le caen los rizos de color castaño. Sus ojos son muy parecidos a los míos, de un tono marrón con manchas verdes. Tamara lleva un moño en la nuca, su pelo pelirrojo (ese es nuevo, la semana pasada era azul) sobresale de la goma y cae en su rostro perfectamente maquillado. Sus ojos verdes, casi del mismo tono que el de Bella y Emma, se ven enormes gracias a todo el rimel que lleva puesto. Y por último, en una pantallita pequeña abajo a la derecha estoy yo. Con mi pelo rubio suelto con pequeñas ondulaciones por no haberlo planchado. Estoy dejando que me crezca, pero no hay remedio. Mis ojos verdes con manchas marrones (iguales a los de mi prima y mi hermano mayor), detrás de mis gafas de pasta negra, parecen más grandes de lo que son.
-Hola, ¿Que tal estáis?- Esa es Nora dejando a un lado su nuevo libro, lee más de lo que respira, dentro de poco se quedará ciega de tanto leer. Bueno, al igual que todas, la verdad, nos encanta leer, y no es algo que escondamos.
-Bien, hoy hay fiesta en mi casa, ¿Venís?- Tamara lo pregunta, pero mas bien es una afirmación. Mientras agita el bote de pinta-uñas rojo, me fijo como va moviendo la mano pintándose delicadamente cada uña, desde que lo dejó con Hugo se a liado con dos o tres chicos, yo no digo nada, si es su forma de sobrellevarlo, me alegro por ella.
-Yo y Bella si vamos.- Si, esa soy yo. Bella. Todos me llaman así, aunque prefiero que me llamen Isabel, pero nadie lo hace por la película de crepúsculo les hizo gracia que la protagonista se llamará igual que yo, así que me he acostumbrado.- ¿Tu, Nora?-la miro cuando ella no contesta, esta con el móvil-¡Nora! ¿Estás leyendo o que?-levanta la cabeza dejando el móvil y negando con la cabeza.
-No, no estoy leyendo y claro que quiero ir, así me despejo un poco. Por cierto, ¿Alex va ir?