Capítulo uno | Libre

Lunes 03/03 , día del viaje. 4:00

Astrid Hossler

Las desilusiones en la vida de un adolescente es algo totalmente normal, dicen que es la etapa más difícil de nuestra vida, ya que es lo que decide lo que vas a ser de grande o cómo van a ser tus comportamientos con las personas, la adolescencia es la etapa que te define como persona y solo hay dos elecciones, Ser una total hija del diablo o una hija de Dios, y si no elijes no eres nadie.

Nosotros vivimos de las decisiones ( algunas buenas y otras malas) y de las personas de nuestro al rededor ( hijos del diablo o de dios), pero cuando estas sola no tienes personas al rededor por lo tanto tus decisiones son menores las de una persona sociable.

Y eso es lo malo de ser una total nada, una antisocial, que cuando llega el momento de tomar decisiones difíciles no tienes a nadie que te ayude ni te aconseje. como ahora, lo único que tengo que hacer es escapar, solo saltar una ventana.

¡Salta! ¡Salta! ¡Salta!

[...]

Lunes 03/03, dia del viaje. 3:36

— Escucha no tienes mucho tiempo, mis padres están hablando con los tuyos pero creí oír que ya se iban así que , haz la maleta, ya pude sacarte el pasaje solo cuando llegues tienes que darles tus papeles y mi nombre de correo que lo tienes anotado, y conseguí la dirección de tu hermano solo tienes que recordarla — Maddison hablaba rápido y concreto, en todos los años de mi vida ella había sido lo más cerca de una amiga que tuve, si descubren lo que haré me meteré en muchos problemas pero ya no soporto, ya no más.

Luego de anotar armé una rápida mochila con las cosas que necesitaré, ni más, ni menos, aunque ahora la ropa era lo que menos me importaba, mi mente solo pensaba en dos palabras.

Connor igual a hogar, volvería a ver mi hermano. Estaríamos juntos de nuevo, sé que han pasado muchas cosas, y años, pero la familia siempre te acepta con los brazos abiertos ¿No?.

Me senté en la ventana, lo único que tenía que hacer era saltar, saltar y todo acabaría.

¡Salta! ¡Salta! ¡Salta!

Cuando salté me di cuenta de que no era tanta altura como yo pensaba ya que no me hice ningún raspón ni nada por el estilo, una gran sonrisa atravesó mis labios, ¡Lo estoy logrando!.

Ahora venía la parte complicada, parar a un taxi, porque no muchas personas paran cuando ven a una chica con la ropa rota y un moretón en el ojo, pero todo por ir con mi hermano.

{...}

¿Adivinen quien no paró el carro?, acertaste está chica, luego te dare tu medalla.

Creo que asusté al conductor y me sacó del auto, ahora lo único que tenía que hacer era encontrar otro o perdería mi vuelo, estábamos en la ciudad no puede ser tan difícil, solo chifla, hazlo fuerte.

Y como soy doña malas decisiones lo hice pero lo único que conseguí fue que cuando el semáforo se puso en verde nadie quiso ayudarme, ¿En qué clase de sociedad vivimos que de los cincuenta autos que ví ninguno paró? ¿Cómo es posible que seamos de la misma raza, humana por si no sabían, y no tengamos solidaridad entre nosotros? ¿Dios estaría orgulloso al saber que desde pequeños nos imponen modas o que las niñas bonitas son l...

— Señorita ¿Necesita ayuda? — Oh alma pura del señor, un bendito taxi paró para ayudarme, joder ¡Si!.

Entré rápidamente al auto, — Hola, ne-necesito i-ir al aeropuerto... Usted... ¿Usted me puede llevar? — Algo que no les dije es que con personas desconocidas soy malditamente tímida, no puedo hablar una oración sin tartamudear y que se me ponga un nudo en la boca del estómago.

— No prefiere que la lleve a un hospital, usted no se ve bien — negué rotundamente con la cabeza —. Okey ¿Traes dinero?.

Está vez asentí y busqué dentro de mi mochila todo el dinero que tenía, era algo obvio que el estaba algo así como aprovechandose de mi pero no mi importaba lo único que quería era ir con mi hermano.

¡Londres, aquí vamos!

{...}

— Señorita despierte, ya llegamos — fue lo primero que escuche decir al despertarme del cómodo asiento del taxista, un sonrojo llegó a mis mejillas y lo único que hice fue decirle gracias y salir corriendo con mi mochila hacia el aeropuerto, estoy casi segura que ell señor debe pensar que soy una demente y teniendo serios pensamientos de las razones para elegir ese trabajo.

Luego de pasar por máquinas y muchas cosas más que ya ni me acuerdo, me senté en el avión, nunca fui buena memorizando cosas, era tan distraida que un avio podria caerse y yo apenas si parpadearia, mas en este momento que lo unico que pasaba por mi cabeza era joder realmente lo estoy haciendo. Pensé en como Jack debe estar buscandome como loco y me rei, ya no más.

Con una sonrisa me recoste pensando en todo lo que habia pasado, siendo por primera vez ese sentimiento de libertad del que tanto hablan, la felicidad de saber que ya no estoy atada a mi pasado, que podria empezar una vida de cero, una en donde puedo ser quien quiero ser. Nunca dejare que alguien sepa como realmente soy, no quiero estar sola de nuevo.

Desde que soy pequeña viví en muchas casas de acogida y orfanatos, la verdad es que siempre que Connor estuviera conmigo yo sería feliz, el trató de darme todo lo que una niña necesita siendo el apenas si nos llevamos tres años, y ahora crecimos y desde que tengo trece que no lo veo, ¿Cómo me presentaré? ¿Soy tu hermana que ahora tiene dieciocho y me escapé de mi padre adoptivo abusivo porque ya no aguantaba más? Él debería ser el que me busqué ya que se fue y ni se despidió, sin embargo lo entiendo, hizo lo que tenía que hacer,yo era una ancla en su vida y el se deshizo de mi, yo también lo haría si me tuviera como hermana.

Cuando el se fué todo se derrumbó, me sentía como una pequeña niña perdida en un mundo muy muy grande y aunque crecí aveces me sigo sintiendo así, como una chica perdida sin nadie a su al rededor, a pesar que vivíamos en una casa que era más parecida al infierno que a un hogar lo tenía a Connor al final del día, el siempre me defendía, recibía golpes por mi, me amaba, pero luego poof, como todo lo bueno de mi vida desapareció, dicen que cada uno tiene un don, y ese es el mío destruir a las personas o cosas que amo.