EXTRA: CARTAS A GILLIAN

CARTA Nº1

Sra. G. Harris

Essex

Plymouth, 27 de enero de 1850

Querida Gillian,

Antes de nada, espero se encuentre Ud. bien y haya podido asimilar mi ausencia, pues confieso sentirme algo apenada por nuestra separación.

La escribo para informarle de mi llegada a Inglaterra; ha sido un largo y tedioso viaje, pero al fin me encuentro en tierra firme. Arribé hará dos noches, no he podido sentarme a escribir antes puesto que he estado buscando un sitio en el que alojarme sin descanso; no recordaba que fuera tan costosa una habitación, gracias al Señor que disponía de buenos ahorros que no tuve oportunidad de gastar allá en Baltimore.

Como ya sabe, Matthew no vino a buscarme al puerto, tenía esperanzas, ¿sabe? Ahora la tristeza ha invadido mi corazón y tan solo me queda esperar a que el tiempo me ayude a sanar.

En verdad sigo algo cansada por el viaje y tampoco tengo mucho más que contar, así que me despido por el momento y hasta la próxima carta.

Reciba mis más cordiales saludos y agradecimientos por haberme acogido estos días en su hogar.

Su buena amiga,

Isabella Collins

CARTA Nº2

Sra. G. Harris

Essex

Plymouth, 5 de abril de 1850

Estimada Gillian,

En primer lugar, siento no haber podido escribirle antes, pero tengo buenas nuevas: he encontrado un oficio. A los pocos días de mi llegada conocí a un buen hombre, dueño de una taberna muy concurrida en el puerto de Plymouth, y resultó ser un gran descubrimiento, pues su mujer se dedica a la industria textil y me ofreció trabajar para ella como tejedora y dependienta de la tienda.

He de confesar que en un principio me fue complicado, pero con el tiempo he ido adaptándome a mis tareas y ahora no concibo la vida sin los ropajes que ayudo a confeccionar. Prometo enviarle un vestido acorde a su estilo cuando adquiera más experiencia.

Debo dejarle, las telas y los hilos me esperan. Déjeme saber sobre Ud. en su próxima carta.

Atentamente,

Isabella Collins

CARTA Nº3

Sra. G. Harris

Essex

Plymouth, 29 de mayo de 1850

Querida Gillian,

He decidido sentarme a escribir en mi descanso para contestar a su última carta. Me alegra considerablemente que haya conseguido reunirse con su viejo amor, aunque no fuese en las mejores circunstancias; reciba Ud. mi pésame y condolencias por su pérdida. Piense que ahora Thomas se encuentra cuidándola y guiándola desde el cielo, junto a mi madre que cuida también de ambas.

En cuanto a mí, no tengo nada nuevo que contar, sigo aprendiendo el oficio y la señora Murphy se porta muy bien conmigo. Me encantaría que se conociesen, se llevarían bien.

Por otra parte, ando aún consternada por la noticia del atentado contra la reina Victoria, según comentan por las calles fue un oficial de la armada británica quien la disparó, gracias al Señor que se encuentra sana y salva. El mundo está cada vez más trastornado, ¿se lo puede creer?

Con cariño y los mejores deseos, se despide,

Isabella Collins

CARTA Nº4

Sra. G. Harris

Essex

Plymouth, 13 de septiembre de 1850

Adorada Gillian,

Escribirle cartas se ha vuelto ya costumbre para mí, como si de un diario se tratara, pues de cuando en cuando, antes de dormir, me siento en mi pequeño escritorio para plasmar en papel mi día a día con la finalidad de tenerla a Ud. al tanto de mi vida.

Como le prometí, le envío junto con esta carta el vestido que yo misma he confeccionado para Ud., espero sea de su agrado. Si necesita de algún arreglo, no dude en llevarlo a la modista. Si le preguntan por la diseñadora, manténgame en secreto; algún día sacaré mi propia marca, pero por el momento trabajo para la señora Murphy y no quisiera que se molestara por mi descaro.

Con cada día que pasa, me doy cuenta de que este es mi oficio ideal. Debería ver lo increíble que es el taller donde trabajo, repleto de telas de distintos materiales y colores, y unas máquinas que trabajan sin descanso bajo mi mando.

Quedo a la espera de su opinión y veredicto.

Con cariño,

Isabella Collins

CARTA Nº5

Sra. G. Harris

Essex

Plymouth, 20 de diciembre de 1850