Hasta que el contrato nos separe

Capítulo 8 : "Vivir juntos"

Me doy el baño más largo de toda mi vida.

Me coloco otro de los vestidos que me dio Elvan, ya quedan muy pocos limpios, debo lavar los que he usado.

Golpean la puerta.

Es Elvan.

—Buenas noches Elvan.

—¡Vamos hija! tengo un guiso caliente en casa, les preparé para que ellos cenen en la canoa, y nosotras aquí.¡Ven!

Sonrío, ella está en todos los detalles, es una madre, la abuela que hubiera querido tener.

Cierro la puerta de casa y camino con ella

Al llegar, me asomo por la ventana que da hacia el mar, y  puedo ver la canoa, con la silueta de los dos bajo la luna llena.

Elvan se acerca.

—Ahmet dice que la mejor pesca la logra durante la noche, pero yo creo que lo hace para no enfrentar sus pesadillas.

—¿Sus pesadillas?

— El señor Steven, todos saben que es un mafioso ahora, pero en ese tiempo no se sabía—pienso que era a su casa, donde iba toda esa gente indocumentada—él vió a nuestra hija, tan llamativa, tan hermosa, y la convenció de que tenía que ser actriz. Le dijo que conocía gente rica e influyente que la ayudaría en su carrera.Había cumplido 18 años, y decidió ir con él. Ahmet no se opuso, yo tampoco.Queríamos ser diferentes a nuestros padres, queríamos que fuera libre de elegir su futuro.

—¿A dónde la llevó?

—A Europa, no sabemos dónde. Él tiene muchas pesadillas donde la llama, yo lo escucho, aunque luego lo niegue—nuevamente sus ojos se llenan de lágrimas— aunque diga que ya no es su hija, porque sólo volvió, ese día, después de tantos años.

Debo hacer algo por Elvan y Ahmet. No puedo dejar que mueran con este sufrimiento. Debo buscar la manera de encontrar a esa mujer. Hablaré con Alex, cuando regrese, quizás si trabajamos en su mansión, podríamos averiguar algo de ella.

—Disculpa que te cuente estas cosas tan tristes.Vamos a cenar antes de que se enfríe.

—Al contrario, gracias por confiar en mí.

Nos sentamos a la mesa.

Elvan coloca un exquisito guiso, y muchos platos con verduras y panes.

— ¿Lo extrañas verdad?

—Lo amo señora Elvan, nunca he sentido algo tan intenso, si bien no he salido con muchos hombres poirque no quería enamorarme.

—¿Por qué? Es lindo amar.

—Yo he sufrido mucho, mi vida no ha sido fácil y he protegido mi corazón para que este disponible para mi hermano menor y mi tía, ellos me necesitan, necesitan que esté bien por y para ellos, aunque les he fallado…—confieso cabizbaja.

Levanta mi barbilla—No lo has hecho, todos podemos cometer errores, a veces incluso más cuanto más deseamos proteger a los que queremos. Todo se arreglará, sea lo que sea que hayas echo, se arreglará, ya verás—me dice con una gran sonrisa, y esa bondad que brota por todos sus poros. Qué suerte he tenido de conocerla.

—¿Hace mucho lo conoces?

—No, muy poco tiempo, pero siento que lo conozco de toda la vida, a veces me pregunto cómo pude vivir tanto tiempo sin saber de él.

—Ay ay ay…el amor es así. Alex se nota un joven fabuloso, belleza por dentro y por fuera, delicadeza en el trato, gentil, amable. Tiene esos ojos azules tan bellos y grandes, me recuerda a los de mi hija.

—Su hija ¿cómo era?

—Rubia, como viste en las fotos, y bella, muy bella, con una elegancia para caminar, un porte único. No había una sola persona que no se volteara a mirarla. Todos le decían en el pueblo que tenía que ir a Hollywood.

 Resopla.

—Traeré el postre.

Buscaré la manera de retribuir toda esta bondad. Quiero verlos sonreír de nuevo, eso será posible, solo si vuelve a saber de su hija.

El postre estaba delicioso, como todo lo que hace. Nos despedimos y me voy a mi casa.

Voy al baño, luego me coloco el camisón y me meto a la cama.

Su almohada aún tiene su perfume.

Inhalo profundamente.

Tomo el móvil de la mesa de luz, voy a escribirle.

No creo que espante a los peces un mensaje.

<Te extraño Alex>

<Yo también, no sabes cómo desearía estar contigo ahora.Descansa, y sueña conmigo>

<Tú no, porque se te escaparán los peces>

<Si lo hago Ahmet me golpeará con su bastón>

<Sí, es cascarrabias>

<Es un buen hombre, pero es bastante mayor para este trabajo, por eso me alegra poder ayudarlo>

<Tengo al mejor marido>

<Y yo a la mejor esposa>

<La próxima vez, guárdame un lugar en la canoa, los acompañaré>

<No creo que Ahmet te deje>

<Entonces iré en otra canoa y me quedaré al lado de ustedes>

<Sin hablar, porque los peces se alejan>

<¿Sin hablar?>

<Has desistido>

<Se me hará difícil, pero puedo lograrlo>

<Veré de convencerlo. Que descanses amor mío>

<Que pesques todo, menos un resfrío, te amo.>

<Y yo a tí>

Han pasado quince días desde ese día en el hotel.

 La policía no ha venido al pueblo.

Alex acompaña a Ahmet a pescar día por medio, y Ahmet está muy feliz con él.

Lo ayuda con todo.

Yo paso los días frente a la playa tejiendo redes de pesca, al lado de la señora Elvan.

Ella también está contenta conmigo,  porque logramos tejer muchas, y las vendemos todas.

Cuando baja el sol,  Alex juega a la pelota con los niños en la arena.

 A la noche, nos unimos a las parejas que hacen la fogata en la playa, cenan, cantan, tocan instrumentos musicales.

Alex baila conmigo sensual, alrededor de la fogata y yo me siento en las nubes.

Por las mañanas, ayuda a Ahmet a vender lo que pescan.

 Todo se vende.

Las mujeres del pueblo, hacen fila desde temprano, antes de que abran el puesto. Luego ayuda a las ancianas cargando sus bolsas.

Algunas me odian, y me desean lo peor, las he oído murmurar, sobre todo cuando ven que estamos enamorados.




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