Hasta que el contrato nos separe

Capítulo 13: ALEX: "Espiral"

Me agacho a recogerlas una por una. 

Sostengo en mis manos imágenes y fotografías y ...me son familiares, alzo del suelo una, luego otra, y otra y otra, un aluvión de recuerdos, voces, olores, invaden mi mente… esta casa…sus muebles, la cocina…la recuerdo …acaso ¿Estuve aquí?….Como en trance corro al otro cuarto, y busco detrás del marco del espejo de pared, recorro sus bordes casi con desesperación, y de pronto saco una goma de mascar con un pequeño dibujo pegado.

 ¡Estuve aquí!

Intento seguir recordando, mientras cierro los ojos y presiono mis párpados con fuerza.

Estuve con mi madre, huíamos de algo... o de alguien.

Camino de un lado al otro del cuarto, intentando recordar esepasado cubierto de una neblina gris que nunca me atreví a atravesar, ahora veo cómo apenas se disipa y de apoco me enfrenta a él..

Ella me decía que callara cada vez que escuchaba algún ruido. Buscaba como loca algo en todos los cajones, revolvía frenéticamente la ropa de su cuarto.. ¿Qué era? ¿Qué era? Recuerda Alex… ¿Qué era? Solo estábamos ella y yo. La casa estaba vacía cuando llegamos. Estaba angustiada, nerviosa, agitada…me tomo de la cara antes de salir de esa casa, y me dijo con lágrimas en los ojos.

—Olvida lo que veas a partir de ahora. Te amo hijo…. y todo lo que hago es por tí—sus palabras estaban cargadas de dolor, es la primera vez que puedo recordarlas tan claramente, como si estuviera escuchándolas de nuevo, como si ese velo que cubría mi mente se hubiera corrido y hubiera dejado expuestos esos instantes.

Corro a la cocina a beber un vaso de agua y me arrojo uno completo de agua fría encima, me pellizco. No estoy soñando.

Vuelvo al cuarto, y encuentro algunas artesanías de crochet, con las iniciales “A.D”, Astrid Denet, eran tejidas por ella.

La huelo, y aún su perfume las impregna. Recuerdo mi antiguo apellido, el que mi padre borró de mis documentos, el apellido de la prostituta a la que el marqués embarazó accidentalmente.

Recuerdo esa habitación oscura, las tardes y noches jugando solo, el viaje en tren a Luxemburgo, mis manos aferrándose a su falda celeste, llorando para que no me soltara, como si intuyera que no la volvería a ver, luego el lujo de un castillo enorme en el que me sentía solo y ese tren que esperé por años y nunca llegó.

El dolor me derriba y me arrojo al suelo. Aún siento el calor de su último abrazo, como una serpiente que abraza a su presa antes de matarla.

Caigo en ese espiral lleno de rencor y amor, del que no puedo salir. Me sumerjo en ese pasado gris, que mi mente intentó ocultar, para protegerme.

De pronto pienso que Ahmet, y Elvan son mis abuelos, los que nunca supe que existían. Y eso me da fuerzas para levantarme. Ellos son los abuelos que hubiera deseado tener y me necesitan ahora. No les fallaré. Me seco las lágrimas, me lavo la cara.

Salgo apresurado de la casa. Camino unas cuadras y tomo un taxi a la clínica.

Estoy agitado, y mi mente no deja de pensar.

Necesito abrazar a Sophia, necesito abrazarla, y contarle todo esto.

Cuando regreso a la clínica, Elvan y Sophia no están.

Arda se acerca a mí.

—Sophia la llevo a comer algo.

— ¿Cómo está Ahmet?

—Lamentablemente su estado de ánimo no lo ayuda a reponerse. Su corazón está débil, pero él ha dejado de luchar.

—Pero… ¿Por qué?

—Extraña a su hija, estoy intentado encontrarla, pero la última pista de ella es en Bélgica, nadie sabe nada sobre su paradero  y él quiere verla.

¿Bélgica? Estoy impactado por todo lo que estoy viviendo, ¿Por qué el nombre de ese país también recuerdo haberlo escuchado antes? Hago una inspiración profunda, necesito calmarme o me volveré loco.

—Entraré a verlo— Arda afirma con la cabeza, abro la puerta y me siento sobre la cama. Está durmiendo y estamos solos, asique aprovecho a hablarle.

—Abuelo, no sabes cuanta falta me hiciste, qué diferente hubiera sido mi vida de haber sabido de tu existencia. ¿Por qué nos hicieron tanto daño? —mientras lloro sobre su mano, luego me seco las lágrimas—cumpliré tu deseo a pesar de mí, y de que esa mujer es lo último que quiero ver en mi vida, lo haré por tí, y por mi abuela.

 

 

 

 



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En el texto hay: romance, matrimonio por contrato, policía.

Editado: 20.07.2024

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