Hasta que la muerte nos separe (1.0).

Capítulo 2.

10/10/21.

"Uno de los días más felices de mi vida..."

Me

Hola, Matt, ¿Cómo vas??

¿¿Ya estás listo para nuestro gran día?? 😃😃😃

Matt<3

Hola, cariño.

Si, ya todo listo.

¿Y tú?

Me

TAMBIEN ESTOY LISTO Y EMOCIONADO!!!!!!

Este será el mejor día de toda mi vida!!!!

No puedo con la emoción, mi amor, ya quiero verte <3

Matt<3

Okey, espero que estés listo, acuérdate que nos han recordado mucho la puntualidad.

Me

Lo sé, amor, ya tengo todo listo.

Te amo <3

Matt<3

Ok.

También te amo.

En ese momento por la emoción no había notado que ese también era debido a que Matthew se sentía obligado a corresponderle.

Harry estaba cegado por la emoción que sentía en aquel momento no le prestaba atención a muchas cosas, aunque era el día más importante que había imaginado tener en su vida (aparte de el momento de adoptar o tener un hijo/a/e) y por obvias razones estaba emocionado, se iba a casar con el hombre que más había amado en toda su vida.

Mientras se veía al espejo cuando lo terminaban de peinar, guardó riendo nervioso su teléfono en el bolsillo del pantalón de su traje. A Harry le gustaba mucho como lucía, el tener las uñas pintadas de negro, sus anillos y que le hayan permitido conservar el piercing del labio para la ceremonia lo hacía sentir seguro, aunque no sabía porqué tenía un raro sentimiento de que no todo iba a terminar tan bien ese día como él creía… lo cual al fin de cuentas terminó siendo verdad…

Ignorando aquel presentimiento, se miró de pies a cabeza antes de agradecerles a las personas que se habían encargado de que él luciera tan guapo, le dio un abrazo a cada uno de ellos y les agradeció nuevamente hasta que todos se fueron dejándolo solo en aquel mini-camerino.

El ojiverde vuelve a reír sin poder contener todas las emociones (positivas) que pasan dentro de sí mismo, todo está completamente planeado y eso lo pone de mejor humor, ya que no cabe espacio para incertidumbres. Aún sonriendo entrelaza los dedos de sus manos y extiende sus brazos lo más que puede, estirándose y así haciendo que los huesos de sus codos y dedos truenen.

Se levanta de la silla y luego de tomar las cosas que necesita (entre esas las llaves de su auto) sale del mini-camerino apagando las luces e intentando dejar todo como lo encontró.

Mientras que el ojiverde se encuentra conduciendo hacia el lugar donde se casará con Matthew, el ojiazul se encuentra desesperado ya que los invitados están empezando a llegar y su prometido no le ha dado señales de vida desde hace como dos horas.

¿Está molesto? Probablemente.

¿Estará preocupado? Por Harry no, pero si por lo que los invitados vayan a pensar que el anteriormente mencionado lo dejó plantado en el altar.

Probablemente Harry se arrepentiría luego de aquello, según Matthew, pero por ahora hay que fingir que todo está completamente bien y mantener esa magnífica sonrisa en esos finos labios.

Después de media hora aproximadamente Harry llega al recinto donde él y su prometido han estado planeando la gran boda, la cual tendrá lugar este día.

La sonrisa de Harry es amplia cuando ve que la mayor parte de los invitados ya se encuentran en sus lugares al igual que Matt, todo al pareces está completamente listo, hora de que empiece el show…

***

Harry y Matthew se encuentran en el hotel en el cual se quedarán por esta noche que es algo parecido a una luna de miel, pero por la agenda tan ocupada de Matt, el viaje soñado de Harry tuvo que atrasarse… pero esto al ojiverde no le importaba mucho, ya que solo veía como algo esencial la presencia del que ahora podría llamar como esposo.

-Harry, te repetí mil el tema de la puntualidad – Matthew pasa sus manos por su cabello y mira molesto a su ahora esposo.

-Lo siento… no sé qué pasó, perdí el sentido del tiempo… perdón…

-Me hiciste quedar como un imbécil.

-Pero…

-Pero nada, Harry.

El ojiverde siente culpa por como Matthew le está hablando, suspira y se lame los labios para luego pasar una de sus manos por sus ojos rápidamente evitando que una lágrima salga de sus ojos.

Para Matthew Harry era una persona muy sensible, que se dejaba tratar como mierda inclusive sabiendo que no debería ser tratado así, pero eso al ser una debilidad del ojiverde, el ojiazul se aprovechaba de ella.

-Ven, no pasa nada – dice Matthew girando sus ojos y extendiendo uno de sus brazos hacia Harry – Ya pasó, quedé como idiota frente a todos nuestros invitados, pero te perdono.

En silencio Harry se acerca a su esposo abrazándolo, este hace una cara de asco ya que no le gustan las demostraciones de afecto a menos que sean para satisfacer su placer, pero intentando poner un momento su mente en blanco (o quizá imaginando que en vez que Harry estaba otra persona) le corresponde el abrazo dejando leves palmadas en su espalda.

-Matt… ¿puedo preguntarte algo? – murmura temeroso Harry aún acurrucado contra el torso de su esposo, este lo toma de los brazos para alejarlo un poco y asiente – N-no sé si sea el momento a-adecuando… p-pero… – se aclara la garganta y pasa nuevamente sus manos por sus ojos para luego mirar a Matthew – ¿R-recuerdas el tema de la a-adopción?

-Harry, ¿cuándo vas a parar con ese maldito tema, eh? – Matthew enarca una de sus cejas mirando nuevamente molesto a Harry – Acabamos de casarnos, ¿no puedes siquiera esperar un poco para eso? Seguimos siendo jóvenes y sabes perfectamente que nunca he sido fan de los niños y menos si son bebés.



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En el texto hay: romance odio, lgbt+

Editado: 03.05.2022

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