Hasta Que Lo Efímero Se Acabe

Capítulo diez/ Agradecimientos y disculpas.

Summer.

Antes de abrir mis ojos sé lo que me espera. Este momento es la vida hablándome: "¿quieres beber? Pues acarrea con las consecuencias".

La luz que entra por mi ventana me golpea con fuerza, entrecierro mis ojos y trato de localizar mi celular para ver la hora.

Pero no encuentro nada similar a lo que hay en mi habitación y mi cama tampoco es tan grande como esta. Levanto mi cabeza de golpe haciendo que me queje por el dolor insoportable de cabeza que tengo.

Esta no es mi habitación, creo que ni siquiera la casa de mis tíos es tan grande. Me observo nerviosa y al ver que aún sigo vestida me relajo un poco. Creo que eso es bueno, quiero creer que sí.

Mi celular no está por ningún lugar, bajo de la cama y trato de buscar un baño, lo necesito con urgencia. Pero aquí hay dos puertas y me da miedo ver que hay en ellas. Me dirijo primero la que está a mi lado derecho, con cuidado tomo el pomo y la abro lentamente. Esta habitación si es del tamaño de la mía, salvo que no es una habitación, es un cuarto de ropa, lleno de ropa de hombre; trajes, corbatas, remeras, zapatos, zapatillas; hay desde ropa formal a informal, incluso hay ropa deportiva. Al menos ahora sé que esta casa es de un hombre.

Recuerdo haber creído ver a Teo, pero no estaba muy segura, en realidad si lo recuerdo hablando con otra mujer. También recuerdo a un chico rubio y alto y unos tal Charlie y Thomas... Dios, ¿con cuántos hombres hablé anoche?

Dejo esa habitación frustrada y voy a la que está a mi izquierda. Este sí que es el baño, un baño presidencial. ¿Y este hombre en que trabaja para tener todo esto?

<<No vendo droga.>>

No

No, no.

Que el dueño no sea quien estoy pensando, por favor.

Luego de hacer mis urgencias, voy al tocador para mirarme en el espejo. Agradezco no haberme puesto tanto maquillaje. Realmente estoy demacrada. Lavo mi cara y me arreglo el cabello lo mejor que puedo, pero milagros no puedo hacer.

Escucho unos ruidos fuera de la habitación. Me digo que no puedo quedarme toda la vida encerrada aquí y me obligo a salir.

El pasillo tiene como dos puertas más además de esta. Todo aquí es moderno y grita riqueza. Camino despacio y el estar descalza me ayuda a no hacer ruido.

El living es tan inmenso que solo podría estar iluminado por la luz del sol ya que la pared de vidrio y las puertas corredizas dejan entrar mucha iluminación.

Otra vez oigo ruido proveniente del otro lado de la pared. Tomo un jarrón colocado sobre una mesita como decoración y me acerco sigilosamente.

Me quedo en el marco de la puerta, la espalda de aquel hombre se me hace conocida, está cocinando algo, aprovecho que no me ve para caminar hasta él. Levanto el jarrón para solo darle un golpe y salir de aquí, pero su espalda me recuerda y me confirma que puede ser...

—Ni se te ocurra golpearme con esa cosa.

Maldigo y maldigo el doble cuando el jarrón, que seguro vale mi vida, se me cae por el susto.

Maldito Teo... ¿Un momento?

—¿Teo?

—No, Peter Pan.

Muy gracioso. Lo veo agacharse y limpiar todo el desastre que hice.

—¿Qué haces aquí?

—Es mi casa — alguien está muy comunicador hoy.

—Bieen, ¿Qué hago yo aquí?

Apoya su cadera en la mesada con sus brazos cruzados sobre su pecho y su mirada me intimida bastante.

—¿No recuerdas nada?

—Algo. Solo sé que mis amigos se fueron, me quedé sola y ... — su nombre me viene a la mente — ... un tal James se acercó a hablarme.

La mención de ese nombre hace que su mandíbula se tense un poco. Una noche muy caótica, nunca más tomaré bebidas que saben a jugo y disfrazan al alcohol.

—Ibas a besarte con él.

—¿Qué? — todo se vuelve cada vez peor.

—Sí.

—¿Y cómo terminé en tu casa?

—Nos encontramos. Tu celular se quedó sin batería y no tenías cómo llamar a tus amigos y cuando traté de llevarte a tu casa tú no recordabas la dirección.

Ay, dios. Mi tío debe estar preocupado, yo estoy preocupada. No recuerdo bien lo que pasó anoche; nombres y rostros se me vienen a la cabeza, pero a ninguno de ellos los conozco. Y Teo me salvó de ese tal James, pero ¿y si hubo otro? No me quiero imaginar lo que habré hecho estando borracha.

Además, no me puedo confiar en Teo, se ve un tipo decente, sin embargo, no lo conozco bien.

—Teo...— lo llamo captando su atención. Él deja dos tazas de café en la isla de la cocina, se sienta en unos de los taburetes y yo lo imito —. ¿Tú y yo...?

—¿Qué? — da un sorbo a su café.

—¿Anoche no pasó nada?

—¿Entre tú y yo? — pregunta y yo asiento —. No.

—Genial, eso es un gran alivio, no sabes cuanto... ¡Oye! ¿Por qué lo dices así? Como si fuera un pecado estar conmigo. No tengo lepra.

—¿En serio? — enarca ambas cejas —. No tendré esta conversación ahora. Ni nunca — idiota.

—¿Sabes dónde está mi celular?

Señala con su cabeza una esquina de la cocina donde tiene mi celular cargándose. Me acerco hasta el un poco mareada, como odio la resaca. Lo enciendo y al instante me llegan notificaciones de mi tío y uno de Luz.

Luz: ¿Dónde estás? Mi papá lleva toda la mañana gritándome por ti.

Suspiro, ni siquiera quiero leer los mensajes de él. Marco su número y espero que no me conteste, quiero rogar que esté trabajando, pero hoy es domingo.

Que no conteste. Que no lo haga.

—Por fin te dignas a aparecer — contestó.

—¡Hola, tío! ¿Cómo va tu mañana?

—¿Tú que crees? Preocupándome por cierta señorita que ha desaparecido y su celular estaba apagado.

—Sí. — mi risa sale nerviosa —. Se quedó sin batería.

—Sé que eres mayor, Summer. Pero avísame cuando no pasarás la noche en casa y que estarás bien — trata de sonar enfadado, pero la preocupación en su voz es muy notoria. Y odio que sienta eso por mi culpa.

Lo único que tengo es a él. Lo único que quedó de mi madre. No estuve mucho tiempo en un orfanatorio gracias a él. No me ignoró y se hizo cargo de mí, me recibió en su casa y me cuidó como una hija más. Jamás olvidaré lo que me dice mi tía: siempre debo estar agradecida con ellos, me dieron un techo y una vida tranquila, lejos de los problemas que acarrea un niño sin padres.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.