Capítulo dieciséis/ Los amigos de él.

Summer.

Ambos nos apartamos como si nuestras pieles quemaran y nos paramos en un tiempo récord.

Tres chicos, con edad como la de Teo, nos miran fijamente. Un bullicio se escucha por el pasillo hasta que también aparecen tres chicas y se quedan estáticas al vernos.

Son largos segundos en los que todos nos miramos sin emitir un sonido, hasta que en el rostro de uno de los chicos se forma una sonrisa pícara.

Teo suspira y es el primero en hablar:

—No es lo que parece.

No, claro que no. No estuvimos a punto de besarnos y yo nunca estuve tan desesperada en que sucediera. Esto tiene que ser una clara alerta para mi cerebro, esto no se debe repetir.

—Nosotros no dijimos nada. —– un chico rubio con unos ojos verdes se acerca a mí y extiende su mano. Yo, aun conmocionada, como puedo se la estrecho —. Soy Jack, amigo de Teo.

—Ehh... Summer, un gusto. — el de pelo castaño, casi rubio y ojos azules empuja a Jack y me da un abrazo que casi rompe mis omóplatos. Al separase tiene una sonrisa que me es muy familiar.

—Soy Thomas, es bueno verte de nuevo.

—Y espero que me recuerdes a mí. — el chico que faltaba, el pelirrojo de ojos café, también me regala un abrazo, nada más que le lo hace de una manera más suave. —. Soy Charlie.

Ay, no.

¿Son...?

Sí, son ellos.

Son los mismos que me vieron borracha aquella noche.

Y por si no recuerdo mal, creo que las chicas son sus novias.

Y yo hice un papelón. Me despedí de todos como si me arrancaran un pedazo de mi piel. Quiero que la tierra me succione y si quiere que no me libere jamás.

—¡Espero que también me recuerdes a mí! — una chica solo un poco más baja que yo, con su pelo rubio corto por los hombros y ojos esmeraldas, me da un abrazo efusivo mientras da pequeños saltitos —. Soy Kate — la novia de Charlie. Eso lo recuerdo —-, es increíble que por fin nos volvamos a ver. Íbamos a ir con las chicas a la biblioteca a verte.

—¿Qué? —- nadie le hace caso al pobre de Teo, que en este momento pasó a un tercer plano.

Les sonrío como puedo, creo que parezco una loca con mi sonrisa.

—Yo soy Alison — su pelo es rubio con muchas mechitas teñidas de rosa y sus ojos marrones claros me trasmiten lo mismo que su abrazo en este momento, ternura —. Me alegra verte. — ellas es novia de Thomas, creo.

—Supongo que ahora es mi turno. — la última en presentarse la recuerdo muy bien, es la novia de Jack. Seguro que a donde va capta la atención de todos, con su altura, su pelo rojizo y ojos azules. Tendría que ser modelo. Al igual que Jack me saluda con un apretón de manos —. Amber. Es bueno verte de nuevo, Summer.

Le sonrío y ahora sucede lo que siempre detesto: no saber qué hacer.

Me despido y me voy. Finjo que tengo una llamada importante. Me excuso y digo que tengo cólicos... la lista es muy variable.

—Menos mal que ordenamos mucha comida. — dice Charlie.

—Ves. — Thomas le pega un codazo a Jack —, mi subconsciencia sabía que se sumaría alguien más.

—Ehh... yo no...— yo ni siquiera debería haber venido.

—Quédate. — me pide Kate —, pedimos pizzas para cenar.

—Si puedes, claro y no tienes nada importante que hacer. — aclara Amber.

Miro a Teo en busca de ayuda. Él señorito solo tiene apoyada su cadera en el respaldo del sofá mientras me mira, ¿no sabe captar indirectas con la mirada?

—¿Te gusta la pizza? — pregunta.

—Sí.

—Entonces quédate.

—Genial. La pizza llegará dentro de un rato. — Jack nos pasa de largo y se sienta en unos de los sillones.

Cada uno lo imita y ocupa un lugar, dejándonos a Teo y a mí un espacio para sentarnos en el sofá.

Entonces... creo que me quedaré y estaré más tiempo con Teo.

Con el mismo Teo que hace unos minutos nos íbamos a besar y sus amigos nos interrumpieron.

Todo normal. Muy normal.

Soy la primera en sentarme y quedo entre Teo y Alison. A mi lado Teo se remueve, cuando nuestras piernas se tocan.

—Y dinos, Summer, ¿Cómo es trabajar con este hombre tan aburrido? -—miro a Teo y él tiene su ceño fruncido hacia Thomas por la pregunta que acaba de hacer.

—Él no es aburrido — el desconcierto de ellos es gracioso que sonrío —. Es entretenido. Al principio discutíamos bastante, pero luego se me hizo gracioso notar que sacarlo de quicio es muy fácil.

—¿Así que lo haces a propósito? — pregunta Teo y giro para mirarlo.

—Tienes que admitir que te estresas muy fácil.

—Tú me estresas muy fácil. — suelto una risa leve.

—Yo no soy quien se escapa con cada persona que entra a la biblioteca.

—Hay que admitir que es tedioso atender y guiarlos.

—No tanto.

—Tú porque sonríes siempre y tienes energía de más.

Alguien se aclara la garganta justo cuando iba a responder. Cada uno nos mira divertidos y es mi turno para removerme en mi lugar.

Asusta. Mientras hablaba con él olvidé que alrededor nuestro todo seguía igual, que jamás habíamos creado una burbuja, pero así se sintió.

—Es bueno saber que Teo tiene un poco de diversión en su vida y no está tan pendiente de la empresa. — dice Amber.

—¿Empresa? — le pregunto a Teo —. No sabía que trabajabas en una empresa.

—Todos ellos trabajan en la empresa. — aclara Kate.

Por la cara de Teo supe que no quería que se hablara del tema y así fue, no se mencionó nada más.

Con unas cuantas conversaciones más pude relajarme y hablar con soltura. De hecho, ellos en cada momento trataban de incluirme en la conversación y saltaban de tema en tema muy rápido; pueden estar hablando de películas para luego hablar de insectos. Sí, de insectos, y descubrí que Charlie es alérgico a las hormigas.

Y no solo eso.

He notado que Charlie no tiene pelos en la lengua, es muy directo y te dice las cosas como son, para él es blanco o negro. Su novia, Kate, es muy cariñosa, cosa que Charlie no se queja, y es muy intensa y habladora. Thomas es parecido a ella, en energía me refiero, es muy imperativo y gracioso. En cambio, Alison, ellas es todo un amor, es tímida y le encanta el rosa. Jack... él es el consejero del grupo, o así lo llaman para molestarlo y es muy observador. Y Amber es muy recta, tranquila y lo gracioso es que también un poco enojona.