Hasta que mi corazón deje de latir.

CAP. 1 ¿Qué soy?

¡Demonios! Tengo que evitarlo. ¡Corre Lincy, corre!

  - ¡Ayuda! Por favor que alguien me ayude.

Vamos falta poco. Esos hombres no se lo llevarán, no a mi pequeño niño.

  - Ya voy cariño.

Cuando ya casi llego al estacionamiento, miro mi alrededor, todo está solitario. ¡Dios donde están los demás cuando se necesitan! Pero ¿Quiénes son esos hombres? ¿Que quieren con ese pequeño?

  - Oigan dejenlo.

Es lo primero que se me ocurre decir, empujó al grandote para poder llegar al otro que tiene al niño que solo llora pero el grandote ni se mueve un poco.

  - Lárgate muñeca. Este no es tu asunto 

Comenta el albino que tiene al niño que no deja de dar patadas y galletas a diestras y siniestras ¡Bueno si fuera con otro niño ganaría!

  - Pero canalla que le hacen a ese pequeño. Llamaré a las autoridades si no lo dejan en paz.

Ellos se miran uno al otro como si hablarán en señas, estoy mintiendo porque mi celular se quedó sin batería pero ellos no lo saben ¡Sshh! reaccionó cuando siento una fuerte cachetada que me lanza al piso desorientada.

  - ¡Lárgate! 

Me grito el grandote con voz ronca que me iso temblar desde el suelo. Mi boca sabe a metal ¡Uy estoy sangrando! Levantó la vista para Desirle sus verdades al grandote pero veo que se estás alejando con el niño a gritos. ¡Oh no yo no permitiré eso! Busco con la mirada algo que me sirva de arma pues mis manos no servirán contra esos dos, veo ramas secas en el jardín se rompen fácil pero ya que, y piedras no muy grandes pero apropiadas para un buen golpe. Me levanto tan rápido como puedo recojo la rama más ancha más la piedra más grande, corro tras ellos que ya casi llegan a la camioneta negra Que por cierto no recuerdo haber visto hay.

 Golpeo al grandote con el palo con toda la fuerza que el palo aguante pero este se rompe al impactar con la espalda del hombre y solo logré enfadarlo más me alejo un poco, aprovecho lanzó la piedra al que tiene al niño el albino recuerdan está le da junto en la cabeza provocando que libere al niño.

  - ¡Corre! Corre, busca ayuda 

El acata mi orden de inmediato corre fuera del estacionamiento con sus pequeñas piernas llevando la ventaja de que el albino está herido por mi piedra pero por esto no vi al grandote llegar a mi.

  - Eres una perra. Porque demonios no te fuiste, ahora tendré que matarte.

Mientras decía estos me agarra del cuello, me levanta como si fuera solo una muñeca, aprieta mi cuello  y empiezo a perder el aire. Solo puedo ver el bello crepúsculo y todo se empieza a sentir lejano, siento un cosquilleo en mi garganta, la boca seca, unos puntos negros aparecen en mis ojos, el presiona más fuerte, escucho voces pero no las entiendo sólo logró comprender palabras como: 

Elegida, poder, serpientes, despertar, todo se vuelve negro siento que soy envolvída por cientos de serpientes que salen de todas partes y se introducen en mi piel.

Al sentir mi cuerpo ser arrojado al piso vuelvo a abrir mis ojos y puedo ver todo con más claridad, más bello, más vivo siento el aire fresco mover mi cabello rizado y la última luz del sol envolverme en un manto invisible dándome paz y conectándome con mi alrededor.

Levantó mi cabeza logrando ver a los dos hombres un poco alejados de mi discutir para buscar al pequeño según logré escuchar el albino no logro encontrarlo.

Una rabia que no sé de dónde viene se apodera de mi, siento que mi piel se desgarra miro para saber qué pasa y no lo puedo creer cuando veo pequeñas serpientes salir de mi piel, grito fuerte por la extraña sensación y el miedo provocando que los hombres miren hacia mi dirección sorprendiendose pero rápidamente cambian de dirección viendo las serpientes dirigiendose en grupo hacia ellos sorprendiendose aún mas, tratan de alejarse pero eso ya es muy tarde las  primeras empiezan a subir por su ropa adentrándose bajo su piel estos solo gritan  primero alcanzan al grandote que cae al piso revolcandose del dolor y sangrando por todo el cuerpo luego alcanzan al albino pasándole lo mismo, empiezo a debilitarme, con los ojos pesados no siento mi cuerpo.

Justo antes de dejarme envolver por la oscuridad logré ver un gran lobo color chocolate junto al niño Sebastián. 

 Luego nada.....

 

 

 

 

                            Gracias por leerme.

 

 



#17903 en Fantasía

En el texto hay: aventura, amor, mistero

Editado: 08.08.2019

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