Hata Que Te Encontre [editando]

En un sueño

La decisión de dejar atrás la culpa
Y resentimiento es algo que  tiene
Que ver contigo y no tanto con los demás
ANAND ÍLVAR.

Mili.

Los rayos del sol hicieron que me despertara, cuando abrí los ojos me encovaba en cama, me asusté un poco, pero después de mirar bien Aron se encontraba al costado de ella coca abajo dormido.

Mi mente entró en pánico y comencé a revisar que aún llevara mi ropa, y si así fue aún llevaba el vestido puesto.

Me levanté y comencé a explorar el lugar, es una pequeña cabaña, con un comedor para dos personas, una pequeña cocina, un baño, las paredes son de un café muy lindo con terminaciones brillantes, del lado de cocina v se encuentra un gran ventanal, por donde entra el sol.

Me asome  por la ventana y mire por todos lados solo había cabañas y más cabañas, árboles y mucho pasto. La vista era simplemente hermosa.

Entre al baño para lavarme la cara y retirar el maquillaje de la noche anterior, al salir Aron ya se encontraba preparando café.

-Buenos días ¿cómo amaneciste?- pregunto mientras en la mano sostenía una tasa de café.

-Bien- me acerqué asía el-Bueno y ¿dónde estamos?

-Te traje a mi lugar favorito, mamá y mi padre nos traía  a mí y a Luis de pequeños, veníamos en vacaciones, era de las únicas beses que mi papá no lastimaba a mamá, fingíamos  ser una linda  familia feliz.

Lo abrazo-Lo siento- susurré contra su pecho.

-No tienes porque eso fue hace mucho tiempo, yo ya aprendí a perdonarlo- deja un corto beso sobre mi cabeza-Bueno ahora cámbiate iremos a dar un paseo.

Él es una grande persona, porque no todos aprenden a perdonar y sanar y me sorprende como él lo ha hecho, yo solo espero algún día lograrlo como él, perdonar y perdonarme.

-Hay un problema-

-¿Qué sucede?- hablo con ese tono característico de él relajado y suave.

-No tengo nada para ponerme-

-Revisa el cajón al lado de la cama, hay  un poco de ropa que es de mi mamá, seguro algo te queda-

Me apresuré a buscar, lo bueno fue que si había ropa el problema era que la Se. Rosa es una o dos tallas más grandes que yo. Tome un abrigo negro, un pantalón de pana café y unas botas negras, entre al baño para cambiarme.

-Listo- le avisé mientras salía del baño, mi mirada se encontró con esos ojos miel de él que tanto me gustan.

-Te ves linda- hablo al verme.

-Bueno vámonos- me tomó de la mano y me condujo asía la salida.

Iniciamos una caminata asía las montañas, el lugar es muy tranquilo; El olor a árboles y tierra emanaban por todo el lugar la vista es muy hermosa. El color verde y los pocos rayos de sol que eran cubrimos por nubes las traspasaban.

Cuando llegamos a la sima allí se encontraba un pequeño lago, escondido en medio de las montañas, y solo se podía observar desde arriba.

Cuando el sol salió más, el lago se veía más que hermoso, el agua clara y cristalina con los rayos del sol se miraban de distintos colore.

-Es hermoso- hablé para mí.

-Si lo es, por eso quería mostrarte quería que vieras las cosas bellas que la naturaleza ase, a pesar de las nubes que cubrían el sol se disolvieron y salió algo más hermoso.

Yo solo seguía escuchando.

- Y así es en la vida pesar de lo nublado que se pueda poner al final se disolverá, la luz te alumbrará y te hará brillar.

Duramos una hora en aquel lugar disfrutando de la vista, mientas estábamos sentados disfrutando de la Paz.

De él, de mí, de nosotros.

Regresamos a la cabaña para ir por el auto y salir a buscar de comer. El lugar más cercano estaba a 20 minutos.

El lugar era muy lindo, al entrar todo era de un estilo rústico, las mesas eran de madera pulida, en el lugar hay muchas pinturas, hay un lindo balcón donde también se encuentran mesas, sobres paisajes, simplemente hermoso.

Aron pidió una mesa afuera, para poder disfrutar de la vista, el legar da paz y tranquilidad y más escuchando la pequeña fuente que se encuentra.

Así nos la pasamos dos días más, explorando y disfrutando de las lindas vistas del lugar, fueron los mejores días que he pasado, y lo mejor es que fue a su lado.

Cuando regresamos al pueblo, me despedí de Aron cuando me dejo en casa. Al entrar Nana y Papá se veían muy preocupados.

-Donde te metiste Mili- pregunta Nana-Hemos estado muy preocupados-me envuelve en sus brazos.

-Se preocupan por mí- la sorpresa es clara.

-siempre lo aremos, eres nuestra niña-

-Perdón-me disculpé por no haberles avisado.

Mi padre solo me miró- Pensé que me habías abandonado- unas lágrimas rodaron de sus ojos.

-Nunca el aria-me acerqué y lo consolé.

A pesar de todo era mi padre, la única persona que me tenía en la vida, solo somos él y yo todavía nos falta mucho para ambos estar bien, peros en que juntos lo lograremos.

-Estamos tranquilos de saber que estás bien, pero no puedes hacer eso de nuevo-reprendió Nana.

-Si y lo siento -

-lo importante es que estás bien y es lo único que importa- sonrieron ambos- Ahora tu padre y yo hablamos necesitamos saber tú qué opinas, es por el bien de ambos...

Después de hablar con ellos subía a mi habitación, sabía que tenían razón y sería lo mejor, pero por ahora no quería pensar más en eso solo quería disfrutar de lo que he logrado estos últimos mese.

Me recosté en mi cama y prendí mi música, sabía que un no estoy del todo bien; Pero antes tenía que ser sincera con Camila, creo era el momento de hablar de cosas que no sabía.

Tome mi teléfono y marqué su número.

-Hola-

-Hola donde te has metido- se preocupó Camila.

-Ya te contaré, ¿puedes hablar?- sentí una ola de nervios.

-Sí, habla-

-Te veo en la cafetería-Suspire.




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