Mili
Los siguientes tres días transcurrieron con normalidad, el ambiente en el instituto se sentía exasperante, todos preocupados entregando proyectos, para poder presentar los exámenes finales. Extrañaba a Aron no, nos habíamos visto muy poco debido a la entrega de trabajos.
Al terminar mi última clase, salí casi corriendo asía el salón de Arte antes de que el profesor se retirara.
Ya que me había citado para hablar sobre mi situación, -espero si pueda pasar la materia-pensé mientras me dirijo a él aula.
-Buenas tardes -lo saludo
-Hola, Mili linda tarde, pues ya sabes por qué estás aquí-
-Si- solté nerviosa
-He hablado con la directora, <<ya sabes tiene que autorizar>>-específico-Bueno ambos llegamos a la conclusión de que eres una excelente alumna en cuanto a calificaciones.
Yo solo asentía con la cabeza mientras continuaba hablando y lo miraba fijamente.
-La solución que encontramos y pese a que sabemos que eres muy buena en pintura, queremos que entregues una pintura sobre lo que tú decidas, Te lo dejaré a tu criterio, pero tiene que ser con lo que te sientas identificada, y nos tendrás que argumentar el porqué.
Tenía mucho que no pintaba, eso me recordaba a Alondra y había jurado no volver a hacerlo, pero si era la única forma tendría que hacerlo, enfrentarme a eso.
-Lo intentaré- susurré
- Ya sabes si quieres pasar nos tendrás que sorprender- sonrió.
Traté de postrar en mis labios una sonrisa y me despedí de él, agradeciendo la oportunidad.
Cuando salía de él aula aún pensaba en algo que me identifique, para poder realizar el trabajo, pocas ideas llegaban a mi mente, pero ninguna me entusiasma.
-Mili- me hablan sacándome de mis pensamientos, me juro para ver a la persona que me habla.
Es uno de los chicos que se encontraban en la fraternidad cuando iba con Nora, falte me sorprendió verlo y que me hablara.
-Hola- lo saludé.
Podía notar tristeza en su mirar, aparte de esos ojos rojos característicos cuando estás en un viaje.
-¿No te has enterado aún?- pregunto
En mi rostro se vio la clara confusión de no saber lo que decía.-No, que sucedió- comenzaba a asustarme.
-Nora- tomo una bocanada de aire y aclaró su garganta-Nora ha muerto-
A pesar de que pocas veces conviví con ella sentí un pequeño dolor en mi pecho y apreté mis libros que llevaba.
-¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?- solté preguntas al aire.
-Fue hace una semana, nos encontrábamos en la Fraternidad haciendo lo usual, fumar hierva y beber, pero ese día quisimos probar una nueva droga, ella estaba muy bebida, es lo que hacía cuando peleaba con sus padres, no aguantó la potencia de esa droga se convulsionó, la llevamos al hospital, pero fue tarde.-una lágrima todo por su mejilla- al final el doctor dijo que le dio una sobredosis.
-Dios-fue lo único que pude decir, mis ojos ya estaban cristalinos.
-Lo único bueno es que al final ya nada le dolerá- se limpió unas cuantas lágrimas, y sonrió.-Bueno me tengo que ir-se dio media vuelta y continuó caminando.
Mi mente aún trataba de asimilar, no podía creer que ella ya no estuviera, fue tan rápido, aún recuerdo que después de que Aron me llevara de la fraternidad, ella me llamo para saber si yo me encontraba bien, me brindo su ayuda aún que no fue de la mejor de las maneras, y yo no pude ayudarla, solo me aleje.
Yo pensaba que ella solo se drogaba porque le gustaba, nunca me imaginé que lo hiciera por otra cosa, yo la miraba feliz en los pasillos del instituto riendo, pero ahora entiendo que a veces las personas más rotas son las que sonríen.
-Espera- corrí para alcanzar a Pablo, ahora recordaba su nombre,- Puedes llevarme donde se encuentra ahora- le supliqué.
-Claro, mi auto está afuera- caminamos hasta donde está su auto.
El trayecto hacía el cementerio ambos estuvimos callados, solo se escuchaba el radio de fondo, al llegar bajamos del auto, yo iba detrás de él siguiéndolo.
Al llegar adonde ya asían sus restos, una corriente helada recorrió mi cuerpo.-Aquí es- hablo él con un hilo de voz.
-Gracias- le di un pequeño apretón en el hombro.-Me senté en la tierra- Hey hola- intenté hablar, una lágrima callo-Se que nuestra convivencia fue poca, también sé que trataste de ayudarme y te lo agradezco sé no fue la mejor forma, pero lo intentaste, quiero también pedirte perdón por solamente desaparecer y no volver a dirigirte la palabra, por no darme cuenta de que tú también necesitabas ayuda- mi voz se quebró, Perdón.
-Sabes- hablo Pablo- No fue casualidad que ella te hablara ese día en los baños-Volteé a mirarlo-Ella me contó, Desde antes ella quería acercarse a ti, pero no sabía cómo, ese día te siguió y vio que necesitabas a alguien, por eso te hablo-
Yo solo recodé ese día yo me encontraba mal y me sorprendió que ella me hablara, algunas veces la había visto y era raro que ella le hablara a alguien.
-Ella quería poder ser como tú que empezabas a superar tus problemas, una vez me lo contó.
Nos encontrábamos en la fraternidad y ella estaba pasada de copas.
-Sabes siento envidia y admiración por Mili, porque encontró personas que le ayudan a salir adelante y superar sus problemas, algún día espero ser como ella y tener la fortaleza de seguir adelante.
-Lo aras preciosa, ahora ven y bésame- la tome de la cintura y la jale a mí.
-Eso fue después de que aquel chico te sacara de la fraternidad.
Lágrimas rodaban por toda mi cara, de que él lamentó no sirve para nada, pero ahora entiendo que si existen las segundas oportunidades y esta es la mía, y me duele enterarme ahora de esto sobre ella.
-¿Tú y ella eran novios?- me atreví a preguntar
Él sonrió- No fue nada formal- pero sí que él la quería porque sus ojos lo delataban.