PARTE 2

Estaba tan contenta, feliz, una emoción indescriptible, tanto así que hasta por un momento amé el sueño que había tenido, pues se había convertido en realidad, mi madre me regaló aquel celular, muy agradecida, no tuve más opción que aceptar su condición, tenía que llevar clases de piano por las tardes.

Desde que llegó esta preciosura en mi vida, fui cambiando, no sé realmente si fue para bien o con esto estaría abandonando a la persona que solía ser.

Es raro, pero cada vez más me siento muy agotada, inclusive desde que tuve aquel sueño, ya no volví a tener otro, o por lo menos es lo que puedo recordar.

Salir del colegio a las tres de la tarde, luego a las cuatro ir a las clases de piano hasta las cinco, después regresar y ayudar a mamá hasta la merienda, finalmente subir y hacer mis deberes. Ya estaba tan cansada, entonces pensé, “quizás es porque tengo muchas cosas por hacer, y mi vida un poco cambió”, pero no fue esa la razón.

Cuando recibí el regalo de mamá, le di un beso de agradecimiento, luego me dirigí a mi cuarto, cerré mi puerta, quizás haya sido esto un error, pero como cualquier chica a mi edad, solo quería mi privacidad.

Abrí la cajita, con delicadeza, este estaba tan fina que me hizo un corte, -Auch- grité fuerte, tanto que hasta mi madre llamó, pero le dije que todo estaba bien.

Comenzó a sangrar mi dedo, y embarró al móvil, de pronto, un efecto extraño, hizo que este se encendiera, y en la pantalla, en lugar de salir la marca, apareció un mensaje: “Bienvenida, seré tu amo, puedes pedirme lo que sea y lo haré por ti”, era tan increíble que aún con el dolor sonreí, y dije, -vale, vale, entonces yo seré tu dueña­- lo cogí y lo di un beso. Error del que me arrepiento, porque sin percatarme acababa de unir mi alma a un ser extraño, a alguien completamente desconocido ¿quién sería?, respuesta que aún no puedo discernirlo, porque tampoco puedo determinar de que ya no está más aquí.