Había gente que estaba destinada a no coincidir. Harry y Liam eran ese tipo de caso. Como si la sola energía que transmitía cada uno chocara entre sí, repeliendo la ajena.
Nadie supo cómo el ambiente de la sala había pasado de risas y abrazos a uno de completa hostilidad.
De vuelta en el apartamento, Zayn se llevó una gran sorpresa al ver a Harry ahí de pie en el pequeño vestíbulo esperando por él. Estaba mucho más alto y mucho más bonito de lo que recordaba, y cierto orgullo creció al ver hasta dónde había llegado su mejor amigo. ¡Incluso llevaba un guardaespaldas con él!
Pero ahora, luego de que todo el ambiente feliz cesara, bastó un par de presentaciones para que la sala de estar se transformara en un completo campo de batalla donde dos cuerpos, muy diferentes físicamente se encontraban de pie frente al otro a una distancia de dos metros. Liam y Harry patecían echar fuego por los ojos; aires de superioridad emanando de cada rincón de la casa.
Los sillones donde Jade, Louis y Zayn estaban sentados, hacían de escenario; y Niall, quien permanecía cerca de su jefe, había tomado el papel del árbitro, según los demás.
Y a pesar de que nunca en sus vidas se habían visto, Zayn creía que ambos habían nacido con el propósito de encontrarse sólo para odiarse. Pensó que en ese instante debería aplicarse la ley universal que enseñaban todos los libros de romance: los que pelean se aman. Pero a simple vista, cualquier persona podría deducir que Harry y Liam estaban muy lejos de amarse.
Zayn se incorporó en su sitio, deslizando la vista entre ambos muchachos y pensando cuál sería el momento exacto para interrumpir y así evitar cualquier enfrentamiento extraño.
Pero Harry frunció el ceño con las manos en los bolsillos e hizo un ademán con su cabeza, como esos típicos gestos yakuzas de los animes japoneses que veía.
- ¿Por qué hacías eso con Zayn?
Ay no.
Zayn agachó la cabeza en su sitio, cerrando los ojos y deseando masajear su sien al recordar que Harry y todos los otros los habían visto por algunas cámaras de seguridad actuando todos melosos. Prefería olvidarlo porque sólo le traía vergüenza, sin embargo, era imposible cuando su amigo lo traía a colación casi como si quisiera montar todo un show por eso.
Liam rió con burla y ladeó la cabeza. - ¿Por qué te importa?
No había forma de que las palabras pudieran cortar tanto, pero parecía que eso ocurría entre ellos dos.
Harry imitó la risa contraria, pasando la lengua por sus caninos inferiores y mirándole fijamente. - Yo soy el esposo de Zayn.
Y por esa razón Zayn quería evitar eso. De inmediato se puso de pie, sabiendo que si no detenía a Harry, su cabeza podría comenzar a doler después porque su amigo era demasiado impredecible, sobre todo cuando se comportaba como un papá celoso y mucho peor que Louis.
- Hazza...
- ¿Ah, sí? - Liam enarcó una ceja ignorando completamente el hecho de que Zayn quería decir algo, que lo más probable sería un intento fallido de que todos juntaran sus manos y comenzaran a cantar alguna canción que hablara de la amistad y el amor. Y claro, eso no pasaría ni en millones de años luz. Así que para evitar eso, cruzó sus brazos y resopló. - Entonces... ¿por qué Zayn siempre es el que me busca? Y tú sabes a qué me refiero con buscar...
Zayn rodó los ojos fuertemente porque esto no era una batalla de celos donde él era la recompensa del ganador. Lo que había entre ellos dos era algo como una especie de guerra por quién mantenía el orgullo más arriba. Y lamentablemente, él estaba en el medio de todo eso.
Volvió a respirar hondo y sonrió. - Chicos... oigan, miren...
Harry dio un paso hacia adelante mirando a Liam de pies a cabeza, ignorando a Zayn completamente como si intentara decirle "no te metas". - ¿Y qué querría buscar en una piltrafa como tú?
La risa de Jade fue la primera respuesta, riéndose en un silencio fingido mientras le murmuraba a Louis lo gracioso que era Harry tratando a Liam como una cosa insignificante.
Zayn apretó sus labios también para no reírse, pero el sentimiento murió cuando su rostro dio con la profunda mirada de odio de Liam. Y es que él no quería que ambos chicos se odiaran, porque quizás... algún día, aunque fuera lejano, puede que Liam también se volviera una persona tan importante como lo era Harry. Esa simple imaginación de un futuro utópico lo tenían con la temperatura corporal un poco más arriba de lo normal.
- Bueno, seré una piltrafa... pero supongo que lo que hay entre mis pantalones no es una simple carne flaca. Por algo Zayn salió conmigo siendo que tú eres el esposo, ¿no? - Liam creía que era demasiado imposible que el tipo frente a él fuera el esposo de Zayn. Es decir, ¿quién se casaba a la edad de 20 años? Ni sus padres lo habían hecho. Y a pesar de que creía eso tajantemente, casi como un mandamiento, le era imposible no enojarse y ponerse modo rompe-bolas porque le cargaba demasiado que alguien intentara pasarle a llevar. Aparte ese instinto de querer ganar le quemaba por dentro hasta el punto de decir tonterías que nunca antes había dicho.
Y creía que si tuviera un carácter más pasivo, entonces el encuentro terminaría en risas o simplemente en omitir cualquier palabra/frase que desatara una tormenta. Sin embargo, al llegar a casa, apenas vio a Harry abrazar a Zayn con toda esa alegría rodeándolos, todo en él se perdió. La parte racional fue ahogada por su parte estúpida y orgullosa. Esa parte que recordaba perfectamente la fiesta, esa parte que recordaba perfectamente los labios del menor sobre los suyos, o la forma tan tierna en la que Zayn se avergonzaba. Esa parte era todo Liam Payne en este momento, y por lo mismo, no podía parar hasta sentirse completamente ganador.
- ¡Liam, eso no es cierto! - Chilló Zayn siendo (de nuevo) ignorado por el par que ni reaccionaron ante su voz.
Por su parte, Harry llevó la mano a la hebilla de su pantalón y le miró enojado. - ¿Quieres comparar?