Capítulo 1.

Yo estaba ahogado en el tumulto, mi cerebro viviendo arriba de una nube, cayendo como cenizas al suelo. 
 

-Beliver| Imagine Dragons. 
 

Septiembre 22 de 2016, 5:30 PM. 
 

El pueblo Basford es conocido por una cosa en particular, los sucesos extraños. Personas desaparecen de un día para otro, los árboles y plantas están secos siendo primavera y en invierno hace calor. 

¿Lo malo de todo esto? Todo comenzó cuando la familia Peyton se mudo al pueblo, mis vecinos.

Por eso en la preparatoria Planner todos temen de Caleb, no tienen una idea de lo que esconde, de porque es así de frío siempre, pero prefieren temerle antes que descubrirlo. 

Claro, mi hermano es la excepción. Por alguna razón no creyó ni una pizca de lo que los demás decían de él. Y yo, bueno, el tema entre nosotros es pura indiferencia, si él no hace el intento de hablarme en algún momento yo no lo haré tampoco, no desperdiciaría mi dignidad por algo que no lo vale. Y quedo dado por hecho que aquella fantasía que me cree el día que lo vi, de que podríamos ser novios o algo parecido, quedó descartada al darme cuenta de la falta de comunicación de parte de él. 

Igual tampoco creo en los rumores, me parecen puras estupideces que inventan las personas porque no tiene cosa mejor que hacen en su vida que meterse en la de otros. 

¿Pero saben porque siento este miedo hacia él? Fácil, todo en él me resulta perturbador, aterrador, misterioso e irritante. Todavía lo recuerdo, aquel día en el que se metió en mi casa lleno de alguna sustancia color negra de pies a cabeza exigiendo hablar con mi madre y hermano, pero a mí no me querían presente en aquella discusión que se formo cuando me fui. Y así todos los días a las 10 de la noche, viene a mi casa, lleno de esa mierda, enojado y me quedo sin posibilidad de dirigirle la palabra a alguien para poder saber que carajos pasa; cada vez que quiero saber Jack, mi hermano, me dice que es cosa de adultos. 

Se, como no, rubio teñido. Se hace el mayorcito y solo me lleva un año el desgraciado. 
 

Pero lo que no saben es que ocultándome cosas solo hacen que mi curiosidad aumente, lo único que se es que cada vez que el horario escolar termina él se va por la calle desierta; por la que nadie va porque las cosas más extrañas suceden ahí. Y no vuelve hasta las, aproximadamente, 10 de la noche para meterse en mi casa. 

Les parecerá loco pero lo planee todo, lo voy a seguir a donde quiera que vaya hoy para descubrir que esconde. Ya basta de la indiferencia, prefiero vivir con la culpa de que encontré algo ilegal en él o en mi familia a que me pase toda la vida con la duda de que pude haber hecho más. 

Es por eso que ahora mismo me encuentro detrás de un árbol, viendo como un cigarrillo reposa en sus dedos dirigiéndose a sus labios para después largar todo el humo por ellos. Lleva puesta su típica campera negra con la capucha tapándole el rostro, unos jeans negros y desgastados, y unas zapatillas blancas. 

Creo que no se cansa de usar esa ropa, o tiene toda ropa del mismo color o bien usa siempre lo mismo para todos los días. 

Y yo llevo una campera del mismo color que la de él y con unos jeans grises. Quería hacer mi intento ninja, ya saben, como en las películas, pero no tenía pantalón negro, y el hecho de que mi escondite no sea el mejor le saca la gracia al intento de pasar desapercibida. 

Veo como tira el cigarrillo al suelo y se dispone a caminar hacia la calle a la que nadie va, me quedo detrás del árbol y esperó a que este lo suficientemente alejado para ir detrás él. Se supone que mi hermano tenia que llevarme a casa hoy, pero por alguna razón cuando le dije que tenía cosas que hacer, que se fuera con Emily no tuvo problema alguno.

Tampoco quise contarle a mi amiga sobre lo que sucede en la casa, me pareció que no era lo correcto por alguna razón extraña. 

Ignorando la vibración de mi celular en mi bolsillo trasero me dispongo a seguirlo a través de las calles; con mi vista fija en él voy de árbol a pared siguiéndolo. 
 

Tropiezo un poco pero me repongo atando mi cabello en una media colita por mi reciente corte. 
 

Creo que mi mano toco un chicle del piso. Y efectivamente me doy cuenta que es cierto cuando veo toda mi mano rosa, hago una arcada e intento sacarlo mientras veo a Caleb caminar tranquilo. 
 

°°° 
 

Y ya paso una hora, con la luna haciendo su aparición en el cielo- muy temprano por cierto-, él caminando y yo siguiéndolo sin saber que hacer porque en la última hora solo a estado caminando y deteniéndose para asegurarse que nadie lo siga, por ahora no me descubrió, creo. 

Veo como se detiene de golpe y tengo que hacer lo mismo y esconderme para no ser vista. Se saca la campera negra para dejarse solo una musculosa blanca poniendo a la vista sus millones de tatuajes en sus brazos y manos. 

Santo diosito este hombre afecta mi mente pura, ¿cuantas horas de ejercicio hará?, ¿por que tiene que verse tan sexy con tatuajes? 
 

—Concéntrate, Hannah. Que no nos afecte ese cuerpazo que podría bañar con chocolate para lamerlo entero y... —Me detengo en seco, oh dios—, mierda, ahora no podre sacar de mi cabeza Caleb con el torso lleno de chocolate. 
 

Que mente cochina tengo, esto es culpa de Emily por hacerme ver 50 sombras de Grey. 
 

Volteo nuevamente al idiota en musculosa y veo que, para mi horrible suerte, comienza a correr hacia una calle oscura en donde no se podría ni escuchar mi grito si algo pasa. 
 

—Si muero matare a Jack —musito ajustando las correas de mi mochila. Esperen...—. Oh. 
 

Me encojo de hombros y presa del miedo que alberga mi cuerpo y de lo temblorosa que estoy, camino hacia él siendo consciente que en cualquier momento puede verme.