Hechizante Tentación

Capítulo 8.


Es una tortura, no poder ser capaz de decir las cosas, de quedarte callada por miedo, miedo a que si dices algo incorrecto sea peor que quedarte en silencio.
 

-TW| MayraRomero.
 

10:00 PM.
 

Tengo demasiado miedo. Y esto no solo lo provoca el hecho de que intentaron asesinarme hace tan solo una hora, sino también estar frente a mi futuro, el lugar que definirá mi vida a partir de ahora. 
 

Se supone que simplemente estábamos en una fiesta, una que terminaría pronto. Pero me distraigo dos minutos y asesinan a casi todos mis compañeros de secundaria, me entero de que mi exnovio me tenía que matar, mi mejor amiga es un ángel del demonio -lo que sea que signifique- y mi hermano es su novio. 
 

Es lindo ponerme a imaginar como hubiera sido todo si tan solo no hubiera subido a la habitación de Mike, o si tal vez decidía no ir a la fiesta y le pedía a los chicos que se quedaran conmigo. Las cosas hubieran sido diferentes sino hubiera querido demostrarle a Mike que estaba mejor sin él; aunque yo sabía que no era así. Antes de todo esto. 
 

Ahora estamos todos frente a lo que se supone es el portal, el cual nos llevara al mundo mágico. Sostenemos nuestros bolsos viendo como el papá de Caleb es el primero en adelantarse, apoya su mano contra el árbol viejo frente a nosotros y luego una luz violeta se extiende por el tronco de este, una calle se visualiza dentro del portal. El señor Peyton pasa todo su cuerpo cuidadosamente y cuando ya está de pie en la calle desierta el portal se cierra dejando ver nuevamente solo el tronco marrón seco. 
 


 

La hermana pequeña de Caleb esta a mi lado agarrando mi mano con tanta fuerza que siento mis dedos entumecerse. Ellie está asustada, incluso más que yo y su mano agarrando la mía es más que reconfortante. 
 


 

Tengo miedo de no saber que hacer cuando este allá; las personas quizás son diferentes, las comidas, las vestimentas, las plantas, el cielo quizás sea violeta y el pasto naranja. 
 


 

«Tampoco es como si consumiéramos drogas. Quédate tranquila, nuestro mundo es muy parecido al tuyo» 
 


 

La voz de Caleb me ayuda un poco a calmarme así que me volteo hacia la izquierda dándome una sonrisa de boca cerrada, él solo me guiña un ojo y vuelve la vista al frente. 
 


 

Quiero dejar mis pensamientos negativos de lado, pero es tan difícil. Cada segundo que pasa es algún pensamiento negativo volviéndome completamente loca, no me deja pensar con claridad sobre el hecho de que quizás allá sea mucho más hermoso que este lugar, que quizás las personas sean mejores. Creo que también lo que bloquea esos pensamientos lindos es la fiesta, me impide ver algo más que cuerpo esparcidos por el suelo, sangre en la paredes y gente corriendo. Tengo una idea de lo que esta pasando ahora; deben haber encontrado la casa, alguno no fue hechizando y le contó todo a la policía. Ahora quizás crean que como somos los únicos desaparecidos -además de Mike- somos un grupo de amigos que matan gente por matar, puedo escuchar las palabras resonar en mi cabeza. 
 


 

“Fueron ellos, mataron a esas personas y luego escaparon fuera de este inmundo pueblucho de cuarta”. No señores, estoy cruzando un portal hacia una tierra que desconozco, donde hay personas que desconozco, y soy una hechicera. Pero no sería muy coherente decir eso, me mandarían al loquero en segundos. 
 


 

—Sigues tú, Hannah—volteo hacia mi madre y la encuentro sonriéndome con dulzura. Intento devolverle la sonrisa pero solo sale una horrible mueca. 
 


 

Mi madre, una mujer que quizás se enamoro de la persona equivocada y ahora sufre las consecuencias de ese amor. Una mujer que fue nuestra heroína desde el primer momento que no la vi derrumbarse por la muerte de nuestro padre; se mantuvo fuerte y trabajaba sin parar porque sin papá los recursos no eran muchos, luego, totalmente destruida, se encerraba en su cuarto y lloraba hasta quedarse dormida. Por qué así es ella, quería ser fuerte por nosotros y solo se dedicaba a trabajar, darnos de comer, y dormir. Pero las cosas se fueron de sus manos, ahora esto es demasiado para ella. 
 


 

—Bien, aquí vamos —susurro para luego soltar la pequeña manito de Ellie. 
 


 

Camino con paso tembloroso hacia donde mi madre me espera con la mano extendida, al llegar a ella agarro su mano y la abrazo asustada, ella me devuelve el gesto. Luego deja un beso en mi frente y se aleja de mí, volteo hacia ella con el ceño fruncido pero vuelvo a mi posición frente al tronco ancho del árbol. 
 


 

Segundos después siento como una cálida y suave mano entrelaza sus dedos con los míos. Entre la sorpresa y el miedo levanto la vista encontrándome con la linda sonrisa de Caleb y sus ojos celestes más oscuros que de costumbre. 
 


 

—Pasare contigo, no sabes como cruzar y después de todo…—murmura por lo bajo clavando su vista otra vez en el tronco—Tengo que cuidarte por que… 
 


 

—Por que eres mi guardaespaldas, lo tengo perfectamente claro—le digo lo suficientemente alto para que sólo él pueda escucharme. 
 


 

Frunce el ceño un segundo por mi tono de voz pero luego niega con la cabeza y tira suavemente de mi mano guiándonos al tronco. 
 


 

—Donde la magia existe, donde la fantasía y los sueños se hacen reales; allí iremos, ábranse portales…—veo como me susurra con una sonrisa. Y ese gesto hace que olvide la pequeña molestia que sentía. 
 


 

Río un poco y siento mi corazón acelerarse al verlo inclinarse hacia mi oído. 
 


 

—Viste que me pongo emotivo cuando quiero—su aliento choca contra mi cachete así que disimuladamente lo alejo de mí y aclaro mi garganta tratando de ignorar mis piernas temblorosas. 
 




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